Sin liga y sin Copa Libertadores, así se quedan los Xolos de Tijuana, con las manos vacías, pues después de tirar el torneo local (Clausura 2013) y enfocarse completamente en la Libertadores 2013, corrían el riesgo de perder los dos torneos, y efectivamente, quedaron eliminados de ambos torneos. Pero apesar del fracaso, el equipo de Tijuana hizo historia.
Continúan las actividades de uno de los torneos de clubes más aburridos, tediosos, mediocres, ridículos y absurdos del mundo: la Copa Libertadores, que en esta su edición 2013, nos sigue regalando lo mismo de siempre: partidos llaneros, de pueblo y que no hacen más que reflejar el tercermundismo latinoamericano.
Y ahora estamos en los partidos de vuelta de los Cuartos de Final, sí, aunque usted no lo crea y aunque no parezca, la Libertadores está en su Fase Final. Y decimos esto porque de veras la Copa Libertadores es una mediocridad total, ya que la Fase Final no parece Fase Final; se supone que los los 8vos., 4tos., etc., deberían de tener partidos llenos de intensidad y emoción, juegos a morir y realmente atractivos, pero no, en lugar de eso estamos viendo partidos de jornada 1 de Fase Grupos, encuentros aburridos y sin ningún chiste.
Si uno se pone a ver los partidos --que hay que tener mucha fuerza voluntad para hacerlo--, notaremos que la única finalidad de los equipos es no perder para poder avanzar, es decir, los equipos no juegan para ganar los partidos e imponer su futbol y el nombre su club, sino todo lo contrario; hay que ver un sólo partido para darnos cuenta; en la Copa Libertadores los equipos no juegan en base a su futbol, sino en base a sus mañas y su oficio canchero; los jugadores manipulan psicológicamente a los árbitros, con faltas y reclamos tremendamente exagerados. Asimismo, los silbantes carecen de todo tipo de autoridad, y no pitan un partido según sus conocimientos arbitrales, sino según a quién estén arbitrando o en qué etapa se esté. Terrible pero cierto.
Además, los árbitros ya saben que los jugadores lo utilizarán y manipularán, valiéndose de artimañas infantiles, pero como pueden manejar este aspecto, caen en las trampas de los futbolistas.
Y por si esto no bastara, parece que en cualquier momento va a estallar la bronca en el partido y aquéllo se vuelve una batalla campal. La violencia siempre está latente, y sin contar las salvajadas en la cancha, como entradas arteras y de cárcel. Pero cada quien, dirían los conformistas.
No, no parece que estemos en los Cuartos de Final de la Libertadores, y agárrense, porque la Final es aún peor, ahí sí no pasa nada de nada, y si pasa algo, es por temas extra canchas. Así se las gastan en Sudamérica, y si la Copa Libertadores así funciona, como torneo de pueblo, es porque así les gusta a sus dirigentes y a la Conmebol, si no ya se estuviera haciendo algo para mejorarla, ¿no creen?
Pero mejor vámonos al partido. Juego de Semifinal de vuelta entre los muertos del Atlético Mineiro y los errados Xolos de Tijuana, que se disputaban el pase a las Semifinales (si les puede llamar así).
Pues bien, Xolos tuvo la gran oportunidad en sus manos de seguir haciendo historia y avanzar a las Semifinales, pero en el momento menos indicado, sacó a flote la escencia del futbol mexicano: la irregularidad y la imprecisión.
Así es, Tijuana, poquito a poquito, se iba cayendo a pedazos, ya no era efectivo, ya no era contundente; lo que en la Fase de Grupos le había dado resultados, en los últimos partido de éste y en la Fase Final, le comenzó a fallar, llevando a Xolos a ser un equipo impreciso, un equipo que siguió generando el mismo peligro que mostró desde el arraque del torneo, pero sin el futbol letal y efectivo.
Xolos cayó en la imprecisión, y así quedaría eliminado de la Libertadores, con el partido en sus patas, con la oportunidad de dar la mordida mortal, pero que no lo pudo hacer porque no tuvo la capacidad para definir las jugadas claves.
En el partido de ida Tijuana fue ampliamente superior, Mineiro fue un chiste, y si no se llevó una goleada es porque Tijuana se confió y pensó que con dos goles era más que suficiente. Después, los brasileiros, cuando Tijuana se tiró atrás, lograron empatar el partido, y casi lo ganan.
Entonces Xolos llegaba con la necesidad de ganar por cualquier marcador en Brasil. Y al minuto 25', así lo estaba haciendo, estaba consiguiendo la victoria en cancha ajena; un centro desde la banda derecha de Richard Ruíz, es rematado por Duvier Riascos, un golazo para adelantar a los fronterizos. Pero como el futbol es tan impredecible (y más si se trata del futbol mexicano), Riascos pasaría de héroe a villano en 65 minutos.
El partido fue aburrido y trabado en media cancha --¿o qué esperaban? Es la Copa Libertadores--, nadie cedía terreno pero, para sorpresa de muchos, Xolos salió a proponer, no salió a defenderse y contragolpear, desde los primeros minutos vimos a un Tijuana decidido y sin miedo a ser tomados por detrás. Fue así que consiguió el primer tanto, y pudo haber marcado el segundo, pero las imprecisiones se hicieron presentes.
Para la segunda mitad, Xolos se vería en serios aprietos con llegadas de peligro por parte del equipo de Dinho, y sería al 41', cuando Réver marcaría el gol del empate. Un descuido por parte de la marca dejó solo al brasileño para que sentenciara el partido.
Ya cuando el partido agonizaba, Xolos se fue con más ambición a buscar el gol del triunfo, pero, ante un deteriorado Mineiro, que no atacaba tanto y que mostraba un futbol debilitado, no pudo acabar la obra y continuar con el sueño; al minuto 70', el recién ingresado Bruno Piceno queda mano a mano con el guardameta Víctor, pero falla. Al 75', Fidel Martínez le queda una pelota que venía de un tiro de esquina, pero no alcanza a hacer contacto con ella. Y al 80', Fernando Arce estrella una pelota en el poste, luego de un estupendo disparo de tiro libre.
Y cuando ya todo estaba acabado, cuando Xolos estaba eliminado y Mineiro ya pensaba en las Semifinales, al 90'+1, el pseudoárbitro marca un penal inexistente sobre Pablo Aguilar, y entonces Tijuana estaba haciendo historia, y el Atlético el ridículo. La falta es provocada por Aguilar, que se avienta sobre las piernas del jugador brasileño, no era falta ni foul ni nada de nada, pero el arbitraje estaba haciendo de las suyas, pero a favor de los mexicanos.
Y ahí estaba, el pase, la gloria y la hazaña para Tijuana; el que tenía el honor de poner a Xolos en Semis era Duvier Riascos, quien había marcado el primero, y quería anotar el segundo y convertirse en el héroe del equipo. Minuto 90'+3, cobra Duvier... y la falla. Víctor, el portero brasileño, detenía el disparo con los pies; un churrazo que salvaba al Atlético y los regresaba a Semifinales.
Increíble, en el momento menos indicado, la malaria tenía que aparecer, Riascos tenía en sus patas las Semifinales, pero como en todo el partido, también erraron el penal. Y así, hundidos en un mar de imprecisiones, terminaba el sueño de Xolos.
Tijuana dejó ir una gran oportunidad, tuvo en sus manos el pase, pero las fallas fueron las claves del partido. Le faltó ser más certero, más efectivo (como en el inicio del torneo), le faltó perspicacia y profundidad, pero así es el futbol mexicano.
Y sí, al futbol mexicano se le vuelve a escapar la Copa Libertadores, y esta vez parecía que había más posibilidades de ganarla, pues Tijuana era un equipo con mucho oficio y con mucha capacidad, con jugadores talentosos que habían formado un gran cuadro, pero la inconsistencia perneó al equipo y se terminaron cayendo, al puro estilo del futbol mexicano.
Lo que sí es cierto, es que lo que Xolos hizo fue único e inpensable; simplemente histórico, un equipo pequeño pero bien organizado y planeado, que llegó a hacer historia aún apesar de su nula experiencia en el ámbito internacional, así como en la liga local, pero donde consiguió el título.
Tijuana termina su gloriosa participación en la Copa Libertadores con una marca increíble: 1 sólo partido perdido, 3 empates y un montonal de victorias, ya ni sabemos cuántos partidos ganó. Para un equipo que apenas tiene poco más de 5 años de vida y que debutaba por primera vez en un torneo internacional, ya es todo un logro, todo un récord; ya quisieran los equipos "grandes" lograr lo que Tijuana consiguió, pero parece que la "grandeza" de los "grandes" sólo da resultados en la liga local.
Y con la Libertadores, también se va el técnico, pues Antonio Mohamed ha dejado de ser el entrenador de los Xolos, algo que venía anunciando desde que llegó al club. La razón de su partida es un tema familiar; dice que extraña a su familia que vive en Argentina, o tal vez todo sea una mentira, no sabemos, pero el caso aquí es que Tijuana tendrá que hacer una renovación casi obligada, ya que la salida de Mohamed supone un cambio radical en el equipo. Y aunque intenten mantener el estilo impuesto por el "Turco", las cosas deben cambiar a fuerzas, pero lo que no cambiará, o eso creo, es la mentalidad que el argentino dejó en el club.
Y el nuevo estratega será Jorge Almirón, que hace poco era futbolista, y que con su corta experiencia tomará al equipo. Pero, ¿podrá mantener el éxito futbolístico que los Xolos consiguieron con Mohamed? Esa pregunta nos la responderá el Apertura 2013 y la Concachampions, ya que Xolos participará en la Concacaf Liga Campeones 2013-14, y es que luego de su experiencia en su primer torneo internacional, quiere probar otros bríos, otros mundos, y por eso... ¡Quiere ir a un maldito Mundial de Clubes!
Pues así están las cosas en la Copa Libertadores, aquí no es de mostrar tu mejor futbol, no, sino de cómo manipulo y/o engaño al árbitro incompetente, a ver cómo intimido al rival con mis hombres que tengo fuera de la cancha y que nada tienen qué estar haciendo en ella, a ver cómo hago tiempo o hago para que expulsen a tal jugador por una agresión inexistente... Así funciona la Libertadores, si quieres ganarla, lo importante no es el futbol, sino qué tan mañoso eres.
La Libertadores más bien parece un torneo organizado por alguna prisión, donde los reos son los estrellas, porque no es posible la criminalidad que abunda en dicho campeonato.
Foto | AP
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