La Academia, 10 años de decadencia

Cuando La Academia inició, hace diez años, llamó la atención por muchas cosas: su buen gusto, su excelente condución, un programa familiar y entretenido y además de buenos y sencillos participantes; claro, era un programa nuevo y nunca antes visto y realizado en México (basado en el éxito que American Idol había tenido previamente, donde la ganadora fue Peggy de Los Muppets Kelly Clarkson).

También porque tenía el atractivo de ser un programa de televisión y un reality show a la vez, tomando en cuanta que el fenómeno de Big Brother estaba muy fuerte, ya que además incluía el famoso encierro de los alumnos en una casa. Aunado a esto, La Academia era muy diferente a Big Brother, ya que evitaba de todas maneras posibles ser o parecerse a Big Brother, esto significaba que los alumnos no se dedicaban a holgazanear y decir estupides y media en la casa, todo lo contrario, lo que le dio al programa el éxito inmediato y arrasador, dejando a su competidor directo Operación Triunfo en el olvido y la desgracia, ya que estos últimos creyeron que con el éxito de BB ya tenían todo puesto para otro hitazo.

Esto fue hace 10 años, cuando la televisión recien comenzaba a digerir los reality shows.

Apesar de que todo esto ya quedó en el pasado, donde encerrar a personas en una casa ya es algo prehistórico, y sacar "cantantes" ya es algo aburrido y repetitivo, en TV Azteca aún lo siguen haciendo; continuan explotando algo que debió de haber quedado en el olvidado hace mucho, algo que hoy debería ser recordado como un buen programa y un buen proyecto que Azteca alguna vez hizo. Pero no, Azteca se sigue aferrando a algo que ya no funciona y que ha caído en lo tedioso.

Y sí, creánlo, La Academia continúa hasta nuestras fechas, al parecer es el segundo gran éxito de Azteca, y como ya no tienen más cabeza para idear algo más nuevo, pues creen (o quieren seguir creyendo) que dicho programa no ha caducado y que a la gente le sigue pareciendo entretenido. Y para festejar su enorme éxito, en este 2012, el programa musical ha vuelto una vez más para celebrar su aniversario número 10, increíblemente.

La Academia debió haber concluido hace 8 años; con una segunda temporada era más que suficiente, pero bueno, aquí seguimos con más de lo mismo, aunque eso sí, en cada edición se cae más y más bajo. Y esta vez no será la excepción.

Y pues dicha emisión 2012 comenzó con un primer programa basado en la mécania de La Voz... México --otro programa de "talentos" que parecía hiba a acabar con el régimen académico, pero que lamentablemente nunca terminó de funcionar--, donde se escogieron a 8 alumnos, los que serán los que cada semana competirán por ser un nuevo empleado de Azteca, porque eso es lo que son.

Una de las cosas que llaman la atención es la duración del programa, casi 4 horas, ni un Superbowl dura tanto. ¿De veras habrá gente que se eche todo el programa?

Jueces/jurado/críticos/paleros
En éste primer programa no hubo mucho, casi no pasó nada; lo realmente notorio fue que no hubo mucho circo, éste escándalo que arman al estilo Múevete, pero seguramente eso lo veremos más adelante. Además, otros cambios fueron los críticos, que de veras dan ternurita, porque son realmente antipáticos, con una cara de deprimidos y aburridos que hasta nos deprimen y aburren, seguramente nadie más aceptó la propuesta de ser parte de éste programa, y los entendemos.

Julio Preciado es el nuevo integrante del jurado, éste cantante de banda que tuvo la gallardía de quitarle el estigma al Coque Muñiz, al interpretar una versión abstracta del Himno Nacional Mexicano, pero es otro tema. Y el señor Preciado critica sin criticar, ya que, según sus argumentos, a los participantes les dice que no lo hicieron bien pero que tienen futuro, creemos que todavía sigue borracho desde aquél juego de beisbol.

La otra jurado es Martha Sánchez, que al parecer el colágeno y las cirugías ya se le metieron en el cebrero, porque para ser parte de La Academia hay que estar trastornado de la cabeza. Ella, al igual que Julio (y lo demás), tratan de ser mesurados con sus críticas, pero terminan engañando a los concursantes, además, tiene una cara de amargada impresionante; parece que está ahí por compromiso y/o cumpliendo con un contrato que firmó sin ver qué estaba firmando.

Yahir también ya es crítico de La Academia, éste tipo no ha aprendido nada y ya se cree mucho; que alguién le diga que su carrera como cantante es un fraude. Y Yahir sí de plano no critica nada, porque primero comenta y critica con un optimismo muy falso, diciéndole a los participantes que son extraordinarios y que son los mejores en toda la historia del programa. No, nunca dirá nada negativo. Pero apesar de esto, era el que daba las calificaciones más bajas.

Y por último, un pseudomúsico o cantante (no sabemos qué es), que está ahí por sus escándalos y porque se casó y luego se divorció de Alicia Villareal, además de su ruptura con la aberración musical Cumbia Kings, demandas y muchas cosas más, por eso está ahí. Hablamos de Cruz Martínez, que seguramente tiene algún problema motriz de lenguaje, porque no se le entiende absolutamente nada; cuando habla, quién sabe qué estará diciendo, porque habla en voz baja y hasta tartamudeando, que dizque porque no habla muy bien el español (si tiene una cara de nopal, y todavía se cree gringo el muy sonso). En ocasiones hasta parece que está pensando en voz alta, porque nada más murmulla. Aunque por un momento creí que era Álvaro Cueva, hasta me saqué de onda.

Estos son los críticos que se encargarán de calificar la "voz" de los participantes. En realidad ni critican y ni aportan nada. Y si ya se dieron cuanta, habrán notado que ya no están dos locos payasos que eran los que mantenían a La Academia con vida: Lolita Cortéz y López Gavito. Si ya no están es porque se dieron cuenta del chiste y el circo del cual eran parte. Haber cómo solventarán esta salida de estos personajes.

Esto en cuanto a los jueces, en cuanto a la conducción también son un desastre.

Esta vez los conductores son Ingrid Coronado y Fernando del Solar (marido y mujer), les digo, están ahí para causar morbo y nada más. La condución de estos dos es deprorable, porque dicha condución es exageradamente superficial, sobreactuada y todo preparado; no hay nada espontáneo, nada natural. Además, el programa simplemente no les va, no les queda.

Los nuevos empleados
De entre tantos concursantes --bastante mediocres, por cierto--, hubo varios que llamaron la atención y que no sabemos si fueron elegidos por sus voces o por sus actitudes, edades, etc.

Uno de estos perdedores se llama Chucho, un niño de 14 años (¡¿qué demonios hace en un programa de televisión?! Debería estar en la escuela) que dizque canta, la pregunta es: ¿por qué le llaman Chucho? ¿por qué no Jesús? Esto fue para crear una especie de empatía, por no decir lástima y ganar audiencia.

Luego, aparece en escena un tal Joss, un jotazazazo de primera, hasta los dientes de adelante los tiene rotos de tanta felación. Este cuate está ahí por su físico y porque seguramente se revolcó con algún juez que lo eligió en el casting. Nuestro amigo Joss, dice que su principal competencia es él mismo y nadie más. Cuando pensábamos que Hugo Sánchez tenía el ego más grande, pues resulta que ya tiene competencia.

A continuación aparece Laura, una concursante paraguaya. Sólo le tenemos que decir a Laura, y a todos los participantes extranjeros, que se vayan olvidando del primer lugar, porque en México, en cualquier tipo de programa de concursos donde haya extranjeros, nunca, jamás de los jamases ganarán algo, ya que el mexicano se caracteriza por su exagerado nacionalismo, que en realidad es una especie de xenofobia. Es triste pero es la realidad, no importa su el cantante tiene talento, si no es mexicano, no votarán por él.

Después, sale una chica con cara de promiscua llamada Rubí, que a leguas se ve que ya se acostó con toda su escuela (incluyendo a sus compañeras). Dice que canta, pero también está ahí por sus piernas y su cara de deseosa.

Pero cuando pensábamos que Joss hiba a ser la única diva del programa, pues que llega, para hacerle competencia, Hacib (nada más que éste sí ya salió del closed), pero eso sí, cantó con las nalgas, además de que eligió una de las canciones más horribles que pueden existir. Y para colmo le fue bien con los "críticos", aunque ya no sabemos qué son.

Y aclaramos, mamás y papás, si quieren que sus hijos se vuelva gays, póngales de nombre Hacib.

Más tarde, lo mismo de siempre: publicidad, publicidad, publicidad. Aunque no hubo tantos como en otras ocasiones (pero estoy seguro que más adelante las habrá por montones), los conductores nos vendieron yoghurts, cremas y bancos, además, no podía faltar la publicidad a sus telenovelas que no las ven ni los mismos actores. En ésta parte, salió el grupo norteño Los Tigrillos, cantando el tema de la novela Los Rey, ya con el título nos dicen que es una porquería. El grupo fue un chiste, porque cantaron con unos instrumentistas detrás; una ridiculez.

Pero faltaban muchos participantes más. Y es cuando aparece Edy, un andrógino que tiene una terrible obsesión con el colágeno, porque tiene como 30 litros en los labios, aunque no sabemos si son los únicos labios que tiene. Éste, a diferencia de Hacib, nomás se asoma en la puerta del closed. Si David Bowie lo viera, seguro que se da un tiro.

Y por último, entre muchos más alumnos, aparece Sel, una pseudosabrosa que le encanta ambriagarse cada vez que se pueda, no duden verla borracha muchas veces en La Academia.

Lo lamentable de todo esto, es que ya no sabemos si toda esta diversidad es mera casualidad, o lo hicieron a propósito, intenando crear una especie de tolerancia social. Eso es lo realmente terrorífico.

Y al final del programa, por supuesto que no podían faltar, cantaron los alumnos de la primera generación, que tenían una cara de "por favor, que esto ya se acabe, ya no quiero seguir siendo un esclavo de Azteca, ¡Ayúdenme". Interpretaron una canción más chafa que cualquier tema de duranguense, con una letra sutil y que pudo haber sido escrito por Barney.

Luego de este aburrimiento, llegó el momento de expulsar a los alumnos. Lamentablemente no expulsaron a todos. Aquí tampoco pasó nada notable.

Sí, ya regresó La Academia, no sabemos por qué, pero, al parecer, seguirá habiendo Academia para rato.

Hay algo que es cierto, La Academia continúa haciéndose por el simple hecho de que la primera edición tuvo un éxito tremendo, un éxito que rompió todas las expectativas de la empresa. Cualquier otro, hubiera dejado dicho éxito como un buen recuerdo, e intentar superar ese éxito, por el bien de la empresa y del televidente. Obviamente, esto no lo saben en Azteca.