3 puntos, tres empates; 0 victorias

Jornada 3 de las Eliminatorias mundialistas más dramáticas del mundo, ahora en su fase Hexagonal: las Eliminatorias de la Concacaf, la única Confederación donde puedes calificar al Mundial jugando otro deporte (Véase: Estados Unidos vs. Costa Rica).

Y en esta tercera jornada, el Clásico de Clásicos de la Concacaf se hacía presente, México contra Estados Unidos, el juego que paraliza a toda Norteamérica, Centroamérica, el Caribe y partes de Singapur. El partido de partidos; más que tres puntos, es un duelo por tratar de no ser el más mediocre.

Luego de empatar de la manera más increíble ante Jamaica, y volver a repetir la hazaña pero de manera abstraca ante Honduras, el equipo mexicano (dirigido por un técnico bipolar) ahora se encontraba en serios problemas, no tanto por la calificación, sino por no conseguir un triunfo que es realmente fácil de hacerlo. Y así, con un entorno tenso y lleno de excepticismo, el equipo de Televisa y de todos, volvía a escena para ahora sí dar su mejor actuación en esta película de terror llamada Hexagonal Final.

Ganar o ganar
Apesar de que el Hexagonal Final de la Concacaf es una de las eliminatorias más fáciles que existen en el mundo, muy apesar de ésto, apesar de contar con jugadores con más talento que el resto, apesar de tener el nivel futbolístico más alto de toda la zona, el equipo mexicano aún no sabe lo que es ganar en las Eliminatorias de la Concacaf. Parece broma pero es cierto.

No es que la Selección Mexicana esté en riesgo de no calificar al Mundial, el problema es que no se puede iniciar con tres empates, con tres puntos, ser mejor que el rival y no poder ganar, no se puede porque el futbol de la Selección Mexicana es superior que la del resto de las Selecciones, y porque México compite en la Concacaf, ese es el problema.

El producto más valioso de las televisoras salía a la cancha del Azteca para intentar, por tercera vez, conseguir el primer triunfo, sus primeros tres puntos en la Eliminatoria, ante el odiado rival deportivo de Estados Unidos. ¡Aunque usted no lo crea!

Y lo hacía en medio de un mundo de presiones, dudas y mediocridad, ya que después de darse cuenta que Honduras no era más que un equipo de primaria pero que fueron empatados por éste mismo equipo de primaria, el Tri llegaba con la obligación de ganar, pue si de local no ganaba, entonces ya no sabemos cómo México puede ganar.

Pero basta de tanta redundancia, y mejor veamos con qué tarugada nos salió esta vez el equipo mexicano.

Y comenzaba el encuentro, pero antes, los Himnos nacionales...

Antes de continuar, tenemos que hablar de esto que fue una estupidez de la "afición" que fue a la cancha del Azteca a abuchear el Himno estadounidense. No es posible que la sociedad mexicana sea tan estúpida y retrasada, y sí, estoy generalizando, aquí no es de "sólo fue un sector del público que abucheó el Himno", no, porque esto que escuchamos y vimos en el partido es el reflejo de la pésima y horrenda educación del país; una sociedad 100% doblemoralista que se queja de las mismas cosas que nosotros les hacemos a los demás.

En Honduras destrozaron el Himno mexicano, ¿Y qué hacemos nosotros? Destrozamos el Himno estadounidense. Y luego decimos que en Centroamérica (en cuanto a cultura y educación) se están cayendo a pedazos, cuando en realidad estamos igual o peor que ellos.

Cuando en otras partes del mundo dicen algo de nosotros (que generalmente con ciertas), nos molestamos y pegamos el grito en el cielo; cuando nos dicen feos, cuando nos dicen corruptos, cuando nos dicen que las mujeres mexicanas son feas, cuando ondean nuestra bandera en un programa estadounidense para decirnos miserables, nos molestamos y hacemos y decimos de todo, y el mexicano que no se moleste y se idigne es porque no le importa su país. Pero, ¿Cómo respondemos nosotros? Haciendo y recreando exactamente las mismas cosas que nos dicen desde otras partes. Nos nos gusta que nos digan nuestras verdades pero nosotros se las hacemos a los demás. Entonces ya no entiendo nada.

El abucheo no sólo fue lamentable, triste, mediocre, tercermundista y bajo, sino que también fue una muestra de la educación que se tiene en México. No sólo fueron unas cuantas personas las que abuchearon el Himno, fue todo el país.

Haber cuándo la FIFA se pone analizar si es necesario el protocolo de los Himnos en los partidos de futbol. No, mejor olvídenlo, la FIFA es un chiste, no sé por qué seguimos tomándola en serio.

Y mejor regresamos al partido.

Como ya se ha dicho mucho, a la escuadra mexicana le faltó efectividad y contundencia, así como imaginación y creatividad, las cuales fueron una de las principales carencias del Tricolor. Además, lo que vimos no fue más que la recreación del "Aztecazo gringo" del año pasado, donde Estados Unidos se tiró atrás y México estaba encima todo el tiempo, sólo que en este partido Eliminatorio México se vio más ambicioso y Estados Unidos no anotó un gol en los últimos minutos.

No es por armar un escándalo pero el equipo mexicano es un desastre, cómo es posible que en Concacaf, ¡en Concacaf! no pueda ganar ni un sólo partido en tres oportunidades; es lo mismo de siempre, cada cuatro años sucede lo mismo, y como cada ciclo mundialista, la actuación de México en el Mundial parece que será el mismo, porque de aquí al Mundial no mejora. Si contra equipos concacafquianos el cuadro mexicano se andan complicando la vida... no me quiero imaginar lo que puede suceder en el Mundial, o en la inoportuna Copa Confederaciones 2013.

Cabe mencionar la mediocridad de algunos (periodistas generalmente), los cuales aseguran que México no ganado pero tampoco ha perdido, lo cual, según ellos, es aceptable. Esto no es más que una demostración de un conformismo impresionantemente tercermundista que se vive en México, que alguién les diga que el equipo mexicano juega en Concacaf, no en la UEFA.

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