"...México puede llegar a la Final": Declaraciones de Pelé sobre la participación del equipo mexicano en la Copa Confederaciones 2013.
[declaraciones echas por el astro brasileño después de salir de un bar, en evidente estado de ebriedad].
La realidad del futbol mexicano vuelve a imponerse, ahora en la Copa Confederaciones Brasil 2013. La Selección Mexicana de Futbol, que no encuentra el funcionamiento adecuado (un funcionamiento que había sido tapada por los resultados gracias a una buena racha en el 2011/12), es derrotado ante Italia en el primer partido de Fase de Grupos de la costosa pero necesaria Copa Confederaciones, dejando en claro la crisis que rodea al equipo tricolor, donde posiblemente, si estoy no se logra revertir, volarán varias cabezas --a menos que la terquedad pueda más que la mano dura--.
Un golazo de Pirlo y una carambola de Mario Balotelli, evidenciaron esta crisis tricolor; sin idea, sin futbol y sin creatividad... lo mismo de siempre, como en Concacaf, sin jugar a nada, México cayó ante un rival de verdad, esta vez no hubo empate, ya que esta vez no se jugó ante un equipo concacafquiano, sino ante un equipo de verdad, hecho y derecho, que sabe a lo que juega.
¿Y dónde quedó eso de "#MiedoNo"? Obviamente esta frase mercadotécnica (convertida en hashtag) sólo aplica a un jugador, porque colectivamente el equipo mexicano jugó con miedo, ante un Italia fuerte pero que todavía no se encuentra en su verdadero nivel. Aún así, México se murió de nada, y sin jugar a nada fue exhibido en la cancha del Maracaná.
El mismo Carlos Salcido salió a decir (y a exhibir al equipo) que habían jugado con "miedo", con miedo a tener la pelota en su poder, pero ¿qué quiso decir con "miedo a tener la pelota"? Miedo a tener el balón, es decir, miedo a manejar el partido con el balón en los pies y dominar el juego; miedo a atacar con agallas, garra y carácter, a jugar ofensivamente. ¿Miedo a qué? Miedo a ganar, miedo al éxito, miedo a trascender. Si México juega como dice Salcido, entonces que deje de participar, porque así no se puede.
En busca de la campanada
El desempeño y el funcionamiento de México fue exactamente el mismo que le hemos estado viendo en Concacaf, aunque mostró una leve mejoría --más en lo anímico que futbolístico--, pero ante Italia, jugando así, no alcaza.
Pero vamos por partes. Iniciaba la participación mexicana en Confederaciones (el torneo prioritario de Latinoamérica), y era ante Italia; y por supuesto que México no era favorito, claro está, como dijera Juan Gabriel: "Lo que se ve no se pregunta, mi'jo". El Tri, como venía jugando, a lo único a que aspiraba era a una derrota por la mínina, y lo consiguió, para su fortuna.
Con un "Chicharito" cantando el Himno sobreactuadísimo --un Himno con delay--, y con una horrible combinación en el uniforme (una piñata es más elegante que eso que sacaron), México daba inicio a esta odisea sin rumbo en un torneo oficial, porque su futbol no va para ningún lado.
México comenzó, ¿cómo creen? Sí, como en Concacaf, jugando bien, defendiendo bien y haciendo un trabajo aceptable, hasta se veía a lo lejos un cierto manejo futbolístico, pero, como ya es una costumbre en las últimas fechas, el equipo se vendría abajo y dejaría de hacer lo que le estaba dando resultado, sobretodo en la segunda parte, donde Italia sin hacer mucho consiguió mucho.
Italia, un equipo con carácter, con presencia, que se paró sin miedo y sabedores de su superioridad, salieron confiados de su futbol (porque tienen futbol), y con ambición, ganaron el partido. A diferencia de México, que salió pasmado y temeroso de ser humillado. Y así no se puede. Pero ya Salcido nos dijos por qué jugaron así.
Al minuto 6', la primera jugada de peligro en contra, Balotelli dispara pero atrás se encuentra el que mantiene viva la llama de la esperanza en las Eliminatorias de la Concacaf: José de Monesvol Corona, quien ataja la pelota en una buena reacción. Al 11', México se atreve y, en un desborde de Giovani, Guardado saca un disparo que pega en el poste. México soprendía, pero sería lo único sobresaliente de los aztecas en el encuentro, ya que Italia se adueñaría de todo.
Italia era superior, apesar de que después del disparo de Andrés Guardado el conjunto mexicano parecía despertar, los itálicos jamás perdieron la posesión de la pelota, y hasta parecía que estaban jugando una cascarita; México fue superado porque fue inoperante, poco/nada creativo, sin ideas ofensivas y sin un funcionamiento; sin variantes y con una terrible incertidumbre, del técnico y los jugadores. México, repetimos, no juega a nada, y así se fue todo el encuentro.
Al 27', Andrea Pirlo marcaba un golazo desde un tiro libre, y no sabemos si decir que era "imposible para el portero", ya que Corona durante su lance quita los brazos y deja que la pelota se meta, una reacción rara para un portero. Pero nada que recriminarle, pues sin Corona, México no existe. Aunque... a Corona parece que le dio miedo el disparo de Pirlo, o estrellarse con el poste, ¿o séra que le dio miedo detener la pelota y convertirse en la figura del partido?
Al 34', México se acerca y empata el partido, Javier Hernández marcaba desde los once pasos (luego de un regalo de Italia sobre Dos Santos). Pero el penal, el gol del empate, se dio pero gracias a jugadas casuales, no por el "funcionamiento" o el "futbol" que México estaba haciendo en el partido, porque no estaba haciendo nada; prácticamente no hizo nada, no metió las manos, el gol fue un regalo italiano, nada más, no hay nada rescatable, lamentable pero cierto.
Al inicio, México parecía que podía competirle al equipo italiano, pero todo fue una simple ilusión concacafquiana; al final, el resultado refleja las diferencias futbolísticas entre un futbol y otro (además del momento que ambos viven), y apesar de que Italia no fue tan efectivo, pudo haber anotado varios goles más. Así que México se salva de una vergüenza del tamaño del ostentoso estadio Maracaná.
Es una tristeza, pero es la realidad tricolor; sin idea y sin futbol, México no va a ningún lado.
Datos que a nadie le importa
Como dato curioso, Andrea Pirlo, en conferencia de prensa, declaró que su sueño desde niño era anotar un gol en el Maracaná... y ese sueño se hizo realidad, y qué golazo. Así se cumplen los sueños.
Además, Pirlo cumplía 100 partidos con Italia, y lo hacía anotando un gol que había soñado desde niño.
Y por último, México no le puede ganar a Italia en partidos oficiales --qué novedad--.
El problema del Tri es un problema de fondo
Existen más posibilidades de que el entrenador salga de la Selección, a que México califique a las Semifinales de la Confederaciones, o que gane el resto de sus partidos en la Eliminatoria de la "complicadísima" Concacaf. Así de terrorífico está jugando México, así de hundido se encuentra el equipo, y a ver quien es el mago que con su varita mágica pueda rescatar al equipo y recomponer el camino.
Pero hay una cosa muy cierta en todo esto --que es el origen de todos los males, y que lo hemos estado diciendo a cada rato--, y es esta manera, esta forma, estos métodos, prácticas y costumbres (mañas) que los dueños, directivos, dirigentes, mafiosos y empresarios utilizan para manejar el futuro (si es que tiene) del futbol mexicano, y las consecuencias de esos actos infantiles y oscuros, se están viendo en la cancha; ahí está la Eliminatoria, ahí está la Confederaciones, y, se se califica, ahí estará el Mundial.
Esto no es culpa de uno, o de unos cuantos, es culpa de todos los que conforman el futbol mexicano. Cuando desde arriba se comiencen a hacer las cosas bien, entonces ya podremos exigir resultados en la cancha.
Foto | Getty Images
Que no es cumplía, en vez de cumpliá?
ResponderBorrarSí, error de dedo
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