El pasivo regreso de Chávez Jr.

Pelea de box entre el mexicano Julio César Chávez Jr. y el estadounidense Brian Vera, desde Carson, California. 28 de septiembre de 2013 | Ximinia

"What the fuck?!", palabras de la pareja de Brian Vera que describen perfectamente el triunfo de Chávez Jr.

Pasivo, retraído, exageradamente inerte. No quiso lanzar golpes, no quiso derrotar al rival, no quiso noquearlo,... no quería ganar. Chávez no quería nada, no quería ni pelear. Y eso que el rival era a modo, y si hubiese querido, hasta se hubiera ahorrado 5 rounds, pues en los cuatro primeros lo manda a la lona. Pero Chávez no quiso.

El mexicano Julio César Chávez Jr., quien sabe cómo, salió victorioso ante el estadounidense Brian Vera, una victoria que se da por decisión unánime. Y si vieron la pelea, cualquier opinión acerca de quién se merecía ganarla, es válida.

Y es que unos andan diciendo que fue una pelea pareja y cerrada, pues si Brian ganaba no había problemas, y si Chávez ganó, tampoco hay problemas. Y explicamos por qué.

Brian Vera lanzó más de 700 golpes, por 320 del marihuano Chávez Jr., pero el mexicano conectó más golpes, es decir, fue más efectivo. Vera lanzaba golpes sin impactar el bulto de Chávez, más de la mitad de esos golpes no causaron ningún daño.

Entonces, Chávez, al tener mayor porcentaje de efectividad, los jueces se volcaron hacia éstos golpes conectados, apesar de que es un deporte de apreciación, donde se toman en cuenta muchas cosas más que golpes certeros.

Pero Vera fue quien salió a proponer, a buscar al rival; Chávez se vio mal en cuanto a técnica, en cuanto a imponer condiciones, pues Julio es bastante pero bastante superior a Vera, y si Chávez hubiese lanzado el doble de golpes que lanzó, de otra cosa estuviéramos hablando.

Y si me preguntan, Vera tenía que haber ganado, pues él fue quien hizo la pelea, fue quien tomó la iniciativa, fue quien quería pelear y quien quería demostrar cosas. No como Chávez, que no sabemos qué quería.

El inicio de la pelea, digamos que fue normal; Vera yendo al frente, muy aguerrido y decidido, tirando más golpes e intentando dar la sorpresa. Mientras tanto, Chávez Jr. esperaba, al igual que nosotros que esperamos hasta el décimo round para ver si "El Junior" despertaba, pero nunca lo hizo.

Pasado los tres rounds, era evidente que Chávez no andaba bien; mientras que Vera lanzaba y lanzaba golpes, Chávez no se animaba a atacar, eran simples derechazos sin intención, sin ánimos de causar daño. Ésta sería la tónica de la pelea durante los primeros 7 rounds, donde Chávez no hacía nada, pero ya para el 8vo. y 9no. asalto, "El Junior" medio se animaba y conectaba golpes certeros, y apesar de que dichos golpes le abrían el camino para que sacara el golpe mortal y acabar con Vera de un nocaut, nunca lo hizo.

Una y otra vez, todo mundo le decía que lanzara más golpes, y que cuando lo hiciera, que no sólo fuera uno, sino que le siguiera con el segundo, con la combinación que es su fuerte.

Brian Vera es un boxeador mediocre, que está muy por debajo del nivel de Chávez, y basta con ver la pelea para constatarlo; si con la patética exhibición que Chávez estaba dando, el estadounidense Vera casi es noquedado... imagínense lo que hubiera ocurrido con el Chávez despierto y en sus cinco sentidos, seguramente Vera termina en el hospital. Pero parece que aquel Chávez marihuano que fue derrotado por "Maravilla" Martínez, todavía no se ha ido.

Queda claro que Julio César Chávez Jr. no se encuentra en su mejor momento (como la nueva Chevrolet Cheyenne 2014; más fuerte, más inteligente,... más capaz), y esto es por muchas cosas: por el gran lapso de inactividad que tuvo (un año); por su estado físico, por sus problemas personales, por sus indisciplinas (su coach Freddy Roach se cansó de él y lo mandó a volar), por su aparente problema con las drogas,... en fin. Son muchas cosas que parecen estar trastocando la cabecita de Chávez Jr.

Durante la pelea, evidenciaba su mal estado, pues todo el tiempo se la pasó reclamando al réferi los golpes ilegales de su contrincante, un síntoma de su incapacidad para resolver la pelea por sí solo. Que le estés reclamando al réferi una y otra vez, ya era muestra clara de que Chávez no sabía qué hacer.

Y sobre su padre, ya no sabemos si esto de estar tan cerca de su hijo sirva de algo, pues lo único que Chávez padre puede hacer es darle consejos que Chávez Jr. ya sabe, pero nada más, el resto depende de Chávez Jr. Además, un poco más de concentración y menos presión no estaría mal, y esto Chávez Jr. lo conseguiría sin su padre detrás de su espalda todo el tiempo.

El famoso "Hijo de la leyenda" pudo haber ganado la pelea sin decisión unánime, de un sólo golpe, el rival no le exigía demasiado, pero para que Chávez Jr. se impusiera cómodamente, tenía que haber estado en su mejor nivel (física, mental y psicológicamente), y no lo estaba. Julio evidenció muchas carencias, carencias que se deben al poco trabajo y a la poca/nula disciplina que ha venido mostrando.

Ganó, no bien, pero ganó en una pelea "cerrada". Pudo haber sido una victorias más convincente y mucho menos desabrida. Pero está claro que Chávez no se encuentra al cien.

Más que beneficiarle, la pelea le perjudica; tiene que mejorar, en muchos aspectos, y esta pelea tendrá que tomarla como prueba de que no está haciendo lo correcto para poder sobresalir en este negocio.




Foto | AP


El pasivo regreso de Chávez Jr. El pasivo regreso de Chávez Jr. Reviewed by José L. Bravo on 9:18 p.m. Rating: 5

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