NFL 2013: El regreso del belicismo subliminal deportivo

Cual fiesta nacional, ha dado inicio ya el deporte más grande del mundo: el futbol americano. Y cuando decimos "mundo", nos referimos al fantasioso mundo estadounidense.

El país de las torres de papel está de fiesta, pues ya hace poco comenzó la temporada 2013-14 de la NFL, el futbol americano, el deporte por excelencia de los estadounidenses --sólo detrás de la guerra, [otro deporte nacional]--.

Rumbo al Campeonato mundial.

Y la temporada dio inicio con el famoso Kickoff, o patada inicial, hace ya varias semanas, entre los actuales Campeones Cuervos de Baltimore y los Broncos de Bob Denver, un encuentro que vendría siendo el partido inaugural del torneo. De hecho, el campeonato de la NFL vendría siendo como un Mundial, por importancia, por espectáculo y porque el ganador del mismo se autoproclama como "Campeón del Mundo" (World Champion), cuando en realidad estamos hablando de una liga deportiva doméstica. Y sí, es difícil creer que estemos hablando del país más importante del mundo.

Pero antes, ¿Qué es el futbol americano? Uno supondría que es un deporte 100% gringo, básicamente eso es lo que es, pero va más allá; el futbol americano (football, según ellos) es una expresión de la sociedad estadounidense, un deporte que refleja la escencia y la idiosincrasia estadounidense, donde le muestran al mundo su poder, su influencia, su patrioterismo (no confundir con patriotismo), su egocentrismo y su belicismo. Y basta con ver el primer partido, o cualquiera de la temporada, para darnos cuenta que no es más que la soberbia y el poder gringo representado en un deporte que ellos creen es el más importante del mundo [y más visto de todo el mundo].

Y también tendríamos que decir que el futbol americano representa el anarquismo, el separatismo y el súperonacionalismo gringo. Entre un montón de cosas más. Ah, y ni qué decir de los mensajes discriminatorios y racistas en dicho deporte.

El primero juego (el kickoff) estaba programa para que iniciara a las 19:30 horas (tiempo del centro de Tenochtitlan), pero una tormenta eléctrica retrasó el partido más de media hora, y el juego comenzó hasta las 20:10 horas (y creo que terminó como a las 2 de la mañana, porque no lo vi completo).

Algo curioso antes del inicio, es que derrepente la felicidad de los aficionados, comentaristas y demás gente, se vio opacada por los rayos que caían en Denver, y por un momento pensamos que podría ocurrir algo fantástico alguna desgracia, pues las autoridades pedían a la gente que estaba en lo más alto del estadio que se moviera hacia abajo, siendo que el estadio estaba atascado de gente, ¿y para dónde se iban a mover?

Lamentablemente Afortunadamente no pasó nada, porque si no imagínense si un rayo cae en las tribunas: gente volando por todas partes, pedazos de gente volado por todas partes; sangre, gritos, muerte... ¡Un aunténtico ataque terrorista por parte de la madre naturaleza! Lo cual hubiera servido como justificante para declararle la guerra a alguién, porque ya ven que los gringos nomás ven burro y se les antoja viaje.

Sería otra excusa perfecta para "intervenir" en Siria, porque ya ven que los estadounidenses son expertos en buscarle sentido y conexiones a las cosas que no tienen sentido y conexión alguna.

Acerca del belicismo que abunda en este deporte (que en verdad está plagado de propaganda armamentista), ¿han notado cómo son las inauguraciones de dichos partidos? Primero, todo comienza con el Himno de los Estados Unidos (algo muy típico en todos los deportes de éste país), en esta ocasión, la ganadora de The Voice 2013, que no sabemos cómo se llama y que no vale la pena saberlo, fue la encargada de interpretar el Himno. Lo hizo medio bien, no hizo el ridículo y se acabó --Ah, y la cantante era blanca, por cierto--. Pero durante la interpretación, el belicismo subliminal se veía por todas partes.

Los policías, los soldados, los marines, la bandera estadounidense, los oficiales... Casi un evento del Ejército estadounidense. Es decir, en la NFL (y el deporte gringo en general, aunque es más notorio en la NFL) se hace una especie de apología de la guerra, de lo bélico, de la violencia.

La NFL apoya la guerra.

Ahí están los avioncitos que pasan a toda velocidad por encima del estadio, los disparos simbólicos de algunos soldados, el saludo hacia la bandera, etc. O en el Super Bowl, cuando la toma se va con los helicópteros, para presumirlos al mundo, o cuando en escena aparecen los soldados, todos orgullosos y felices por asesinar a los "malos" y, "por error", a gente inocente. Es como decir "de esto estamos orgullosos, esta es nuestra cultura; así es nuestro patriotismo"; "de esto está orgullosa nuestra sociedad, de nuestros soldados, de nuestras impresionantes armas, y porque somos los mejores haciendo guerra". Más incitación hacia la guerra, imposible.

Pero cuando se trata de sufrir las consecuencias de tu cultura bélica... ¡Ah, claro, ahí estás llorando, pidiendo piedad, escondiéndote y preguntándote por qué te atacan sin razón aparente!

Ahí estás queriendo buscar venganza por algo que tú mismo buscaste; pues según tú, sólo eres un lindo corderito que no le haría daño a nadie, pero que el resto del mundo (sobretodo en Medio Oriente) sí quiere hacerte daño sin ningún motivo.

¿Por qué tiran mis Torres de papel (con tan precisión)? No es justo, ahora me vengaré matando más gente que la que tú mataste en mi país; mataré más gente inocente en tú país, que la que murió en mi país, es más, el número de víctimas en NY no se comparará con el número de víctimas que dejaré en tu país. El doble, el triple, el cuádruple de muertos como venganza de tus ataques. Eso es lo que te mereces por dañar la paz de nuestro país, una nación que no le hace daño a nadie.

No, no sólo es un deporte, el futbol americano es algo más, va mucho más allá.

Foto | AFP