El gran agujero de 'El Hormiguero MX'

Para conducir un programa como El Hormiguero, necesitas tener un gran talento. A Mauricio Mancera, si usted ya se dio cuenta, le queda muy grande el programa.

La televisión mexicana todavía sigue aprendiendo, todavía sigue experimentando con programas, con formatos que, en teoría, y a estas alturas, se tendría que tener cierto dominio. Pero no es así. Esto es lo que está pasando precisamente en TV Azteca, con el estreno de El Hormiguero MX, que como ya todo mundo sabe, es la versión de un programa español muy famoso, y que más que propuesta para la televisión mexicana, más bien es un intento de buscar nuevos horizontes --al menos para TV Azteca--.

El Hormiguero MX es un night show, donde podemos ver entrevistas, comedia y secciones con experimentos (dizque) científicos. La versión española, la original, es un éxito rotundo desde su primera temporada, y lo es por su contenido y, sobre todo, por sus conductores, quienes son el motor del programa, algo que a la versión mexicana le falta --además de un contenido más contundente--.

Basándome en lo que he visto, el éxito del hormiguero español, gira entorno al conductor Pablo Motos, quien básicamente nació para conducir dicho programa. Pero vayamos por partes.

Como ya dijimos, el programa original ha sido un gran éxito en todo el mundo, lo que ha hecho que varios países compren el formato, y México no se podía quedar atrás, aunque al final sí se quedó atrás.

No inició mal, pero no porque de veras le hayan sabido imprimir su propio estilo o porque hayan igualado o hasta ¡superado! a la versión original, sino porque de todos los programa de TV Azteca, El Hormiguero MX es el mejor programa de todo el canal, para que vean cómo están en ésta televisora.

Hay varios puntos. No se respetó el formato por completo (de hecho, se modificó en gran parte), pues hay muchas secciones que no entraron en esta versión mexicana. El contenido, a pesar de que ya está creado para simplemente llevarlo a cabo, no termina por cuajar, es decir, las secciones ahí están, pero no tienen ningún impacto, no generan, no atrapan al telespectador. Y lo peor del caso, y no es malinchismo (como siempre digo), es que es un programa sin conductores.

Primera pregunta: ¿Quién es Mauricio Mancera? Segunda pregunta: ¿Quién le dijo que era conductor o que tenía habilidades para conducir? Mauricio Mancera, básicamente, es un pésimo conductor --y hablo de su trabajo en general, no sólo de lo que hace en este programa--. No tiene las cualidades y ni la capacidad para conducir un programa que a todas luces requiere de una persona con un amplio conocimiento del medio y un amplio conocimiento cultural.

Es decir, para conducir un programa como El Hormiguero, necesitas tener un gran talento. A Mauricio Mancera, si usted ya se dio cuenta, le queda muy grande el programa; no llena para nada el papel de conductor, no se adueña del programa, no puede mantenerlo a flote (a cada rato se le hunde); no puede conducir el programa sin que parezca un fantasma. Se pierde y se ahoga entre este mar que representa El Hormiguero. Y así, pues el programa no tiene un conductor principal; es un programa sin conductor. Si hay algo que este programa tenía que buscar era un conductor de primer nivel, o por lo menos con el talento necesario, pero no lo hicieron, y vean con lo que salieron.

Simplemente Mancera no tiene la capacidad para conducir un programa de éste tamaño. Al final, Mauricio, poco a poco, se va volviendo chiquitito, chiquitito, porque sus invitados lo absorben y porque no tiene presencia. Mauricio es un buen conductor pero para hacer reportajes en Venga la alegría, no para conducir un programa estelar, donde por si fuera poco, muchas veces recibe a invitados internacionales.

No sólo necesitas talento, también necesitas preparación, y si no, nomás hay que ver el episodio donde el actor Matthew Gubler estuvo como invitado, donde Mancera hizo el ridículo al preguntarle cuánto había cambiado el personaje de Gluber en la serie Criminal Minds (?)... Claro, Gubler puso cara de sorpresa, ya que cualquiera que haya visto la serie sabe que el personaje no ha cambiado en nada. Matthew respondió que lo único que el personaje a cambiado ha sido su corte de cabello.

Esto pasa cuando no sabes lo que estás haciendo, además, ¿qué no se supone que tienes un equipo detrás que ya tiene todo preparado para que nadie haga el ridículo? Y si no, pues entonces Mancera debería informarse sobre sus invitados antes de preguntarle tremendas tarugadas.

Ahora, ésto son detalles que se podrían solucionar, pero lo que sí no tiene solución es el nulo talento para conducir; Mauricio no sabe qué programa está conduciendo. Por un momento lo vemos conduciendo una revista de espectáculos, otras veces lo vemos en un sketch de Venga la alegría, y en otras lo vemos tratando de conducir un programa serio.

Claro, el resto de los conductores no se quedan atrás. Por ejemplo, Ariana, la chica que se aprende todo lo que tiene que decir, y cuando tiene que improvisar, hace el ridículo más grande de la televisión mexicana.

Si Mauricio no sabe conducir, Ariana Ron Pedrique, mucho menos. Ésta chica tiene problemas para procesar las cosas o algo por el estilo; ni siquiera sabe lo que hace y lo más espantoso del caso es que es terrible a la hora de interectuar con los invitados y hasta con el propio Mauricio Mancera. No, Ariana no es para un programa como El Hormiguero, y no sé en qué otro programa tendría cabida.

Y del resto mejor no hablamos, porque son peores que Ariana y Mauricio. "El científico loco" y "El hombre de negro" pasan sin pena ni gloria. Al final, dichos conductores, en lugar de crear una gran conexión entre ellos mismos y el público, no pueden complementarse, pues cada quien trata de sobrevivir en su respectiva sección, donde en verdad sudan para poder sacarlo adelante. Y en vez de lograr que el invitado y el televidente participen en los experimentos, crean un ambiente de incomodidad, sobre todo con los invitados, pues no saben realizar sus trucos o lo que sea que tengan que hacer de manera fluida. Lamentable.

Creo que los únicos que se desenvuelven bien son las marionetas Pichas y Cachas, incluso llegan a ser más divertidos que el resto, pues ellos no están haciendo como que conducen, sino que, dentro de sus personajes, saben desarrollar bien la conducción.

Acerca de los invitados, no sé si llamarlos invitados. Juan Manuel Márquez es compadre de Box Azteca (y al rato va a estar Cotto, para que vean), y Matthew Gubler es actor de Criminal Minds, serie que transmite Azteca 7, entonces, ¿estamos hablando de palancas?... TV Azteca no tiene el mismo alcance o monopolio que Televisa, así que conseguir invitados de primer nivel será complicado para el programa. Hay que recordar que si Lady Gaga viene a México, automáticamente es de Televisa, ya que dicha televisora maneja tooooodo tipo de espectáculos en México.

En conclusión, El Hormiguero MX, al menos a mí, no terminó de convencerme. Es un intento de adaptación con muchos huecos, que no se acerca a la versión original, y que nos deja pensando si esto sólo funciona para España.

En mi opinión, se queda corto en muchos aspectos --uno de ellos, el más marcado de todos, es la conducción de todo el reparto--, y además no termina de ser la versión del original, sino una especie de mezcla entre talk show y cualquier programa de revista matutino/nocturno, de los muchos que se hacen en la televisión mexicana. Y ni siquiera se logra percibir un estilo propio.

El gran problema de El Hormiguero MX, es la parte de la conducción, la clave del programa, donde los realizadores les faltó encontrar al indicado. Además, no era tan difícil. Por ejemplo, ahí estaba Carlos Pérez (el que conduce La Resolana [una parodía de The Soup]), quien es mucho mejor conductor que Mauricio Mancera, pero como Pérez tiene cara de lanchero oaxaqueño, ni lo tomaron en cuenta --no como Mancera, que es güerito, de ojos azules y proveniente de la clase alta--. O alguien quien le hubiera dado otro rostro al programa, hubiera sido Jean Douvenger, quien tiene la imagen y el talento adecuado para un programa como El Hormiguero.

Pero bueno, no sabemos cómo eligen a sus conductores --por talento, no creo--.

Eso sí, si lo comparamos con el resto de los programas que se hacen en TV Azteca, pues claro que ya es el mejor programa de toda la empresa. Por fin tienen un programa de entretenimiento de verdad.

Por último, entre tanta mediocridad, hay algo que yo agradezco de ésta producción: por fin se hace un programa familiar de verdad, y si no familiar, por lo menos un programa de entretenimiento donde el contenido no se basa en el doble sentido, las groserías, los insultos, las humillaciones, las vulgaridades, la misoginia, la homofobía y el ridiculizar a los demás. El Hormiguero MX es una emisión con una propuesta interesante que busca hacer que la gente use un poquito su cerebro. Es un programa con contenido sano, fresco y apto para todos. Un programa único, no porque se acerque a su versión original, sino porque pone el ejemplo de cómo hacer un programa de televisión con propuesta y contenido.

¿Y saben qué es lo peor de todo esto? Que los creadores de esto es la televisión española, no la televisión mexicana. Algo para reflexionar.

Foto | TV Azteca