Increíble: Pachuca... campeón

Si Monterrey perdió, no fue obviamente por el gran despliegue futbolístico del Pachuca, sino porque Monterrey no fue ese equipo contundente capaz de sobreponerse en cuestión de minutos.

¿Qué hizo Pachuca para obtener el título del Clausura 2016? Nada. Esto es precisamente lo que hace más sorpresivo el triunfo de los tuzos en tierras regias, que durante 90 minutos Pachuca no hizo nada para obtener el título. No hizo absolutamente nada para conseguir un campeonato que le pertenecía a Monterrey, y que por momentos al Pachuca parecía no interesarle mucho.

Un infartante gol al minuto 90'+3, le dio a Pachuca su sexto título de su historia, y es el título menos merecido de todos los que ha conseguido. Pero el inesperado triunfo de Pachuca fue precisamente para eso, para probar que el futbol no es cuestión de merecimientos, sino de hacer goles. Y Pachuca hizo uno. Suficiente para un campeonato.

La Final (tanto el de ida como el de vuelta) fue decepcionante; no hubo emociones ni nada que nos dijera que estábamos viendo la disputa de un campeonato. Pero ésta decepción no se compara con la del Monterrey, que dejó ir el título de manera inverosímil. Lo peor del caso, creo yo, es que Rayados no perdió porque Pachuca haya sido mejor, sino porque Pachuca no hizo nada y Monterrey hizo todo.

Pachuca fue a Monterrey a encerrarse, a defender a ultranza. No le interesaba proponer nada. Lo curioso es que lo estaba haciendo mal, tan mal que terminó con un jugador menos en la segunda mitad. En la primera parte era fácilmente rebasado, dejaba grandes espacios en la última zona y mientras el tiempo transcurría, se perdía cada vez más. Es más, Pachuca estaba dando su peor partido del torneo, y esto no fue aprovechado por Monterrey, y es ésta la clave de la dolorosa derrota: dejar de hacer lo que habían venido haciendo durante todo el torneo.

Si Monterrey perdió, no fue obviamente por el gran despliegue futbolístico del Pachuca, sino porque Monterrey no fue ese equipo contundente capaz de sobreponerse en cuestión de minutos. Dejó de ser creativo, de intentar cosas diferentes al momento de atacar, y evidentemente resintió la ausencia de un jugador desequilibrante como Carlos Sánchez --que de manera increíble dejaron que se fuera--.

Durante 90 minutos, Monterrey fue ampliamente superior. Dominó a placer y la goleada era tan probable como el título. Pero los errores de concentración y la incapacidad para modificar la estrategia, lo llevaron a la perdición ante un Pachuca que resistió los embates y que en los últimos minutos parecía resignado a recibir una goleada e irse a casa con un subcampeonato.

Pero lo que Monterrey no hizo en 90 minutos, Pachuca sí. El tuzo fue contundente en tan sólo una jugada, y fue cuando el partido estaba prácticamente terminado. Víctor Guzmán, de la nada saca un cabezazo, ganándole la marca a Edgar Castillo, e incrustra el balón en las redes. Vació el estadio con ese gol. El silencio fue ensordecedor y sólo los gritos y festejos del Pachuca inundaban el inmueble.

Rayados no fue contundente, y tuvo varias oportunidades durante todo el partido para terminar con el rival. Pachuca sólo tuva una, y fue la que le dio el campeonato. Monterrey dejó ir el título, nadie se lo quitó; Pachuca recibió un regalo, ya que Rayados merecía ganar, pero Pachuca demostró que el futbol no es de merecimientos.

Las claves de la Final
Las claves del partido fueron las siguientes: el penal fallado por Cardona, la falta de contundencia de la ofensiva rayada y la gran actuación de Óscar "El Conejo" Pérez, quien se lució en una noche donde Rayados no brilló y donde la fortuna estuvo del lado del Pachuca.

Foto | Mexsport