Excluir al reggaetón: lo más sensato que ha hecho los Latin Grammy

En su ignorancia, los reguetoneros se hacen las víctimas y se sienten atacados por los Latin Grammy al ser "excluidos" de las nominaciones, cuando en realidad ha sido lo más sensato que ha hecho la Academia desde que el reggaeton vino a contaminar el ambiente musical.

No contentos con ser los principales productores de basura musical de la actualidad, ahora resulta que los mierdetoneros (también conocidos como «reguetoneros») están inconformes e indignados por haber sido dizque relegados de los Grammy Latino 2019. Además de mediocres, estos tipejos resultaron descarados.

El reclamo de varias figuras del mierdatón (no sé por qué algunos lo llaman reggaetón) se hizo sentir tras darse a conocer la lista de nominados 2019 de los Grammy Latino, quienes aseguraron no haber sido tomados en cuenta en dicha entrega de premios, esto debido a la poca cantidad de mierdetoneros nominados. Unos premios que, dicho sea de paso, no le importa a nadie mas que a algunos ilusos como los reguetoneros.

Varios "cantantes" de reguetón no fueron nominados en categorías importantes, y los sinvergüenzas se sintieron segregados, cuando en realidad ha sido lo más sensato, razonable y objetivo que ha sucedido en el Latin Grammy desde que ésta porquería llamada reggaetón apareció en escena hace algunos años, cuyos premios, por cierto, durante mucho tiempo se rindieron ante tal cochinada. Esta vez se olvidaron un poco de la basura reguetonera, quien sabe por qué --quizá ahora la Academia Latina de Grabación sí cuenta con expertos que sí les funciona el cerebro--.

El reptiliano J Balvin fue el primer ridículo en comenzar la estúpida polémica, a los que se le unieron el neandertal Daddy Yankee, el chiste barato y mal contado de stand-up Bad Bunny, un enfermo terminal llamado Anuel AA, una hece que habla y que además se hace llamar Nicky Jam, y un drag queen llamado Karol G, todos ellos, con nombres de enfermedades venéreas, alzaron la voz para mostrarle al mundo lo ignorantes que son.

El que se mostró más enfurecido fue esta cosa que la ciencia aun no sabe cómo clasificar: Maluma. Éste críptido atacó a la Academia con tal intensidad que fue el que más llamó la atención. Maluma, uno de los representantes actuales de este pseudogénero, pegó el grito en el cielo al no ser tomado en cuenta en ninguna categoría. En su ignorancia musical y artística, Maluma dijo, en pocas palabras, que su disco era genial, y que por eso merecía ser reconocido en los Grammys. No sé si sentir pena o lástima por el colombiano; pero para no discriminar sentiré ambas cosas.

Pero no fue el único, otros vividores también aprovecharon el momento para darle rienda suelta a su cinismo. Desde su respectiva alcantarilla, varias ratas reguetoneras --que por salud mental no los mencionaremos-- salieron para despotricar en contra de los Grammys. Con un vocabulario de diez palabras y una actitud de maleantes hicieron su infantil reclamo. Y en la mayoría de los casos, más que reclamos y críticas hacia las nominaciones, parecían amenazas del crimen organizado. Así de urbanos son los reguetoneros.

Pongamos los puntos sobre las íes, y de paso vayamos al grano: el reggaetón es una mierda de estilo musical; es corriente y vulgar, pobre y ruin. No existe otro género o estilo musical con características tan básicas y grotescas como el reggaetón. Carece de lírica, de sofisticación y de contenido, entre otras cosas que la música de calidad sí posee.

El reguetón es tan cutre y decadente, que su éxito se basa en la ignorancia y desconocimiento musical, cultural y artístico de las personas que lo consumen. La poca o nula sofisticación musical del público hacen del reguetón un éxito total. Una persona musicalmente versada, una persona que sabe distinguir entre calidad musical y ladridos de perros procesados con Auto-Tune, se daría cuenta que tal género es producto de la incultura y pobreza social de Latinoamérica. En otras palabras, el reggaetón es reflejo del tercermundismo de América Latina.

El reggaetón es, pues, la exaltación de la incultura.

Éste "género" y sus intérpretes --quienes no saben hacer otra cosa mas que cantar nimiedades-- no se merecen ni una reseña, pues analizar trabajos tan ridículos y nefastos sólo nos lleva a estandarizar la mediocridad musical y artística. En el reguetón no hay virtuosismo (ni del más básico), ni talento ni calidad; en el reguetón lo único que abunda es el mal gusto, el simplismo, la vulgaridad y una vomitiva repetición.

Si usted escucha una canción de reguetón, cualquier canción, de cualquier artista, de cualquier año, usted ya escuchó todo el reguetón. Así de insulso y vacío es este estilo musical que ha sabido explotar el mal gusto de la gente.

El colmo es que además se atreven a ningunear a los premios, argumentando que su estilo de pacotilla es supremo, único e inigualable. Y si consideran al reggaetón un género que va más allá de unos premios, entonces, ¿por qué tanto lloriqueo?

Lo que dijo el exconvicto Daddy Yankee es ejemplo de la incultura, inmadurez e hipocresía que abunda en el reggaetón:

“Recuerden una cosa muy importante, su plataforma no fue la que creó este movimiento. Esto va más allá de un premio. Esto es cultura, credibilidad, pertinencia y respeto”.

Para hacerles ver a estos sinvergüenzas lo equivocados que están y que esta polémica no es más que un berrinche de una bola de iletrados que en realidad no son ni cantantes ni intérpretes ni artistas, solo es cuestión de modificar el comentario de Diarrea Yankee para mostrarles cómo son las cosas en realidad:

Recuerden una cosa muy importante, reaggetoneros, su pseudogénero no fue lo que creó los Latin Grammy. Esto va más allá de un estilo musical. Esto es cultura, credibilidad, pertinencia y respeto.

No sé ustedes, pero yo #SinReggaetónSíQuieroVerLosLatinGrammy

Foto | Ximinia