'Supertitlán': ¿La mejor oferta de la televisión mexicana?

No sé ustedes, pero cada vez que en la televisión mexicana surge una nueva propuesta, yo siempre suelo decir: ¡¿Y ahora con qué chapucería nos irán a salir?! . Cuando TV Azteca anunció el estreno de una serie de comedia llama Supertitlán, la frase de volvió a escuchar al unísono. Pero, tras su estreno, resulta que la serie no me desagradó tanto como yo me esperaba. Tiene unos claroscuros muy marcados, pero en comparación con otros programas de comedia que existen en la televisión nacional, Supertitlán supera notablemente al resto.

Supertitlán es la versión mexicana de la serie estadounidense Superstore. Se trata de una comedia de situación, cuyos protagonistas son los empleados de un supermercado, quienes tendrán que lidiar con un sinfín de peripecias y gandalleses para tratar de conservar sus trabajos. La serie tiene sus aciertos, pero sus deficiencias son muy notables.

Cuando comencé a ver la serie, rápidamente noté que lago no cuadraba. Luego, me di cuenta que, a estas alturas del partido, en la televisión mexicana todavía no hemos aprendido a producir y mucho menos a desarrollar este tipo de formatos. Las conocemos, las consumimos, pero cuando queremos hacer algo parecido (incluso cuando se trata de una adaptación), nos perdemos por completo y terminamos haciendo cosas tan raras y confusas como Supertitlán.

Y digo que Supertitlán es rara y confusa porque luce más apegada a una telenovela de comedia que a una serie. Y a mí me parece que el principal problema es el reparto. Seamos sinceros: el nivel actoral de los actores y las actrices deja mucho que desear, y encima la dirección no es muy buena que digamos. El desarrollo de los personajes es bastante pobre y, sobre todo, son personajes muy básicos que, que no sobresalen y que no nos dicen nada. De hecho, hasta podríamos decir que los actores se están interpretando a sí mismos.

Prueba de ellos es el actor Jesús Zavala, quien además de tener un rango actoral muy corto, es un actor de un solo personaje, y en Supertitlán lo vemos actuando de manera bastante floja y desabrida precisamente con ese personaje que ya todos conocemos. Es por eso que no es de extrañar que su personaje nos recuerde a Hugo Sánchez, personaje de la serie Club de Cuervos y luego en el spin-off La balada de Hugo Sánchez —dos porquería de series, dicho sea de paso—. Y eso que es la estrella del reparto; ya se imaginarán el nivel del resto de los actores. Que, por cierto, también llama la atención que algunos ni siquiera tengan buena dicción. ¿Tan poca afluencia había en las audiciones?

Otras de las deficiencias notables en la serie son los extras, que en verdad parecen extras. Lo ideal es que los extras pasen desapercibidos, pero en Supertitlán sobresalen demasiado, o al menos a mí fue algo que me llamó mucho la atención.

La ambientación es agradable, pero el formato de cámara que se utiliza para grabar la serie no ayuda mucho. El guion me parece de lo más rescatable, lo que lo convierte de una de las mejores cualidades de la serie, pero aun así el texto no es capaz de explotar todo el potencial de la serie. Los actores invitados tampoco ayudan mucho que digamos; algunos son tan malos que parecen extras. Y algo que hace que la serie no sea tan aburrida y desastrosa es el timming: los diálogos, las escenas y las resoluciones es de lo más rescatable. Aunque, como ya decíamos, el nivel actoral que vemos a lo largo de la serie termina por estropear las pocas virtudes de la misma. Éstos son los claroscuros de la serie.

En conclusión, diría que Supertitlán tiene más errores que aciertos, muchos de esos errores derivados de éste complejo que existe en la televisión de México que hace que todo concepto televisivo termine convertido en telenovela.

La idea de la adaptación es por demás interesante y Supertitlán en sí me parece muy atractiva, pero lastimosamente está mal ejecutada. Aún así, como dije al principio, la serie no me desagradó del todo; a pesar de sus fallas, yo no la desecharía. Aunque, la verdad, yo no conecté del todo con la serie, por lo tanto no la seguiría viendo. Además, la serie tiene un gran punto a favor: la versión original, Superstore, tampoco es la gran cosa. De hecho, es una serie con un nivel bastante mediano.

Si ustedes me preguntan si comendaría ver Supertitlán, yo respondería que sí, aún con sus fallas ya mencionadas. La recomendaría por la simple y sencilla razón de que Supertitlán es de las producciones más agradables que uno puede encontrar en la televisión abierta mexicana (y yo diría que de toda la televisión nacional, incluyendo, por supuesto, la propia programación de TV Azteca). Sobre todo si la comparamos con la comedia tan deleznable, grotesca, espeluznante y ofensiva que produce Televisa. Si ustedes hacen una comparación, ¡ Supertitlán es Seinfield!

Así que, ya lo saben, por salud mental yo recomiendo que no vean otra comedia que no sea Supertitlán. Tiene muchas carencias, pero por lo menos ustedes no se van a sentir asqueados cuando terminen de verla.

Foto | TV Azteca