En el Castillo de Balmoral, en Escocia, llegó a su fin uno de los reinados más largos de la historia: el reinado de Isabel II, quien este 8 de septiembre falleció a los 96 años de edad. Lo sucederá en el trono su hijo el Príncipe Carlos, quien cuenta con 70 años de edad.
"La reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El rey y la reina consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana", comunicó el palacio de Buckingham.
La reina Isabel fue testigo de varios hechos que marcaron la historia. Quizá la más sobresaliente de todas fue la Segunda Guerra Mundial, liderada por Hitler —quien, por cierto, era íntimo amigo de Mussolini y de quien tomó muchas ideas para su "proyecto de nación" en Alemania; ¿se imaginan simpatizar con Benito? Es bueno no tener ese tipo de gobernantes, ¿verdad?—. También le tocó vivir la depresión posguerra, la caída del Imperio británico, la Guerra Fría, la caída del Muro del Berlín, la caída de la URSS, entre otras vivencias en las cuales se vio inmiscuida.
La reina vivía rodeada de poderes y placeres que muchos monarcas europeos ya no pueden presumir. Y aunque su muerte ha causado impacto en la mayoría del mundo, también hay que mencionar a aquellos que nunca estuvieron de acuerdo con la monarquía británica y ni mucho menos con la figura de la reina Isabel. No, no todos los británicos tienen la vida que tuvo la reina Isabel.
La noticia ha conmocionado a la mitad del mundo y las reacciones no se han hecho esperar.
Reviewed by José L. Bravo
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7:13 p.m.
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