¡Buenas noticias de parte de Dios!

Ayer, mientras me disponía a componer una canción ateísta basada en el libro "El fin de la fe", de Sam Harris, canción que tendría el estilo irónico de Tim Minchin y el desenfado de Tom Waits, tuve una revelación... Dios se comunicó conmigo. No lo podía creer. Al principio creí que se trataba del cansancio que me estaba jugando una mala pasada, pero luego entendí lo que estaba sucediendo: Dios quería hablar conmigo; tenía algo muy importante que decirme.

Confundido y aturdido, tomé mi guitarra para intentar despejar la mente y recuperar la noción del tiempo, pero Dios, en su infinito poder, afinó mi guitarra y agudizó mis sentidos, y luego mi inspiró. Sí, al igual que a Ricardo Arjona, Dios me había elegido para comunicar un mensaje. Ya no escribí aquella canción ateísta que rondaba por mi cabeza; Dios me libró de ella y de todo mi ateísmo.

Con la mirada al cielo, los brazos extendidos y ansioso por escuchar lo que Dios quería compartirme, comencé a entrar en un estadio de elevacción; de repente todo a mi alrededor se iluminó y entonces Dios comenzó a hablarme. ¡Sí, Dios comenzó a hablarme! ¡En vivo y a todo color! ¡Como en un directo en Twitch, pero más celestial todavía! Papel y lápiz en mano, escuché atentamente su impactante mensaje y empecé a transcribir —no, a Dios no le gusta que la gente escriba en computadoras o smarthphones, pues tales artefactos existen gracias a los descubrimientos del ateo y homosexual Alan Turing, y esto contradice el mensaje de Dios; él prefiere que la gente siga escribiendo con papel y lápiz, como Ricardo Arjona.

Yo, recibiendo el mensaje de Dios. Como no capturé el momento en que Dios se comunicó conmigo, esta imagen me pareció la más cercana a éste momento único en la historia de la humanidad.

Después de varias horas, sin dormir, sin descansar y sin probar alimento alguno, había transcrito lo que Dios me había dicho personalmente. Luego, Dios me dio una última indicación: me dijo que hablar y escribir sobre él, es redundar, por lo tanto es mejor actuar. Lo que Dios estaba tratando de decirme (por si usted no entendió ni una palabra de lo que acabo de decir) era que tenía que transmitir su mensaje de manera masiva a todo el mundo. Si se comunicó conmigo no era para regalarme el milagro de conversar con él, sino porque quería utilizarme (en el buen sentido, como siempre sucede con Dios) para comunicar su mensaje a toda la humanidad de este multiverso. Y yo, como simple primate con pulgares oponibles que soy, no me queda de otra que atender la orden divina y esparcir su mensaje. No todos los días Dios te habla y te pide que seas su portavoz, ¿verdad? Si Dios quiso hablar conmigo fue para darme buenas nuevas... Sí, Dios me ha comunicado noticias, ¡buenas noticias de parte de Dios! Lo sé, yo tampoco lo puedo creer.

¿Qué buenas noticias hay para nosotros los creyentes del Dios único y verdadero?

Lo que usted está a punto de leer, me lo ha dicho Dios. No me lo inventé yo; no es producto de mi imaginación. Es el pensamiento de Dios que, telepáticamente, me lo transfirió a mi mente para que yo lo publicara y luego usted pudiera leerlo y compartirlo en redes sociales. Es por eso que usted y yo estamos ante un hecho histórico; ¡esto es un antes y un después en la historia de la humanidad! ¿Está listo para enterarse de lo que Dios le ha dicho a la humanidad? ¿Está listo para arrepentirse de su ateísmo? Veamos entonces lo que Dios me dijo que les dijera.

¿Qué noticias nos tiene Dios?
Dios desea que los seres humanos heterosexuales disfruten de la vida —solamente los seres humanos, mas no los animales no humanos—. Por amor a la humanidad heteroparental, creó la Tierra y todo lo que hay en ella: los mares, los cielos, los suelos, los árboles, las flores, la maleza, los animales no humanos como los toros de lidia, los gatos, los perros, las ratas, los cerdos, los marranos, los puercos, las cucarachas, los mosquitos, los buitres, las hienas, las serpientes (a pesar de que Dios ya sabía que se les revelarían en su contra, decidió crearlas), las lombrices, los piojos, los alacranes, las mantarrayas; los microbios como los virus, las bacterias y los hongos; la influenza, la polio, la viruela, la viruela del mono, el herpes, la rabia, la varicela y el SIDA. Dios también creó el gusano Loa loa y el coronavirus. Pronto Dios eliminará las causas del sufrimiento para que personas normales de todas partes tengan, como dirían los Enanitos Verdes, un futuro mejor. Lea Jeremías 29:11.

¡Esto es lo que le gusta a Dios! Que los seres humanos (heterosexuales) disfruten de la vida.

Ningún gobierno ha podido acabar con la violencia, las enfermedades, el sexo gay ni la muerte. Nadie. Ni AMLO, Calderón, Salinas, Peña Nieto, Echeverría y Don Porfirio (que en realidad, según me dijo Dios, son la misma persona, pues el Maligno tiene muchas caras) ha podido erradicar dichos males. Y ni el socialismo, el neoliberalismo, la ciencia, el yoga, el conservadurismo, el populismo, el chauvinismo y ni el homosexualismo podrán hacerlo. Pero hay buenas noticias: dentro de poco, Dios pondrá fin a todos los gobiernos humanos (incluyendo la 4T) y establecerá su propio gobierno democrático popular. Su pueblo disfrutará de paz y de buena salud. Así que ya no harán falta las policías y la Guardia Nacional; la Scotland Yard será cosa del pasado, al igual que la CIA, la Interpol y la UIF. Las enfermedades, como el dengue, el cáncer y el homosexualismo, habrán dejado de existir, por lo tanto las Cruz Roja y los Centros de Salud Bienestar ya no serán necesarios. Lea Isaías 25:8; 33:24; y Daniel 2:44.

¿Por qué son tan importantes estas noticias?
Para que no haya más sufrimiento, Dios tiene que quitar de la Tierra a toda la gente mala (Sofonías 2:3), y con gente mala nos referimos a los ateos, los comunistas, los abortistas, los youtubers, los programadores, los reguetoneros, las futbolistas, los activistas y los pro-gay. Esta es la gente mala, malvada y perversa que Dios erradicará con tan solo un chasquido (¡y sin guantelete!). ¿Y cuándo hará eso? ¿Cuándo nos librará de los LGBTIQ+, la Eurocopa femenina y Dross Rotzank? Pues bien, la Biblia predijo las situaciones que hoy causan dolor a la humanidad —como las bodas entre personas del mismo sexo, el feminismo, el veganismo/vegetarianismo, los mítines políticos, la programación orientada a objetos y el futbol femenil—. Estos acontecimientos tan catastróficos son una señal de que Dios actuará pronto. Nada más está esperando a que la gente mala se confíe para agarrarlos desprevenidos y,¡pum!, eliminarlos a todos de la Tierra. ¡Alabado sea el Señor que esperó a que la gente mala abundara y causara horrores para después librarnos de ellos! Lea 2 Timoteo 3:1-5.

Dios quitando de la Tierra a toda la gente mala.

¿Qué debemos hacer?
Tenemos que alejarnos de la ciencia (sobre todo de la ciencia neoliberal), dejar de ir a la escuela, dejar de leer a Victor J. Stenger y dejar de ver El Robot de Platón en YouTube y aprender acerca de Dios estudiando la Biblia, la cual es como una carta que un padrastro amoroso dirige a sus hermosas hijas. ¿Recuerda la historia de Lot y sus cariñosas hijas? Algo así, pero más consensuado todavía. Esta enternecedora y reveladora carta nos dice cómo podemos disfrutar de la vida ahora y qué debemos hacer para obtener vida eterna en el futuro. Una vida eterna llena de privilegios y libre de poliamor. Una vida sin ciencia, sin ideologías de género y sin plataformas de streaming.

Es cierto que no todos se alegrarán de que usted estudie la Biblia. Probablemente las personas de su círculo social comiencen a mirarlo con malos ojos, a hablar mal de usted (sobre todo a sus espaldas) y empiecen a decir que usted perdió la cordura, que está en una crisis existencial o que simplemente se volvió chiflado y necesita ayuda profesional urgentemente. También es probable que la gente en la calle se le quede viendo como bicho raro y se burlen de usted y muy probablemente todo mundo deje de hablarle; sus amigos, su familia y las personas del trabajo y demás conocidos muy probablemente comiencen a alejarse, y quizás pierda todo y se quede sin dinero y sin hogar y tenga que vivir en la calle pidiendo limosna y/o prostituyéndose para poder sobrevivir, y al final quizás usted intente ponerle fin a su absurda, patética y miserable vida tirándose desde el techo de una parroquia... ¡Pero no permita que eso lo desanime!, pues las bendiciones que le esperan valen la pena. Lea Proverbios 29:25 y Revelación (Apocalipsis) 14:6, 7.

Esta es tan solo una pequeñísima parte de la extensa conversación que tuve con Dios. Aún hay muchas cosas que usted tiene que saber sobre las buenas nuevas que Dios tiene para la humanidad, pero como ya es mucha información, y además usted está en estado de shock por este acontecimiento sin precedentes, vamos a dejar el resto para una segunda entrega o las que hagan falta. Esta teofanía que tuve no fue breve, así que abróchese el cinturón de castidad y prepárese para más revelaciones de parte de Dios. ¡Hay temas que usted no va a creer! Si quiere saber de qué temas hablamos Dios y yo, no se pierda la próxima entrega. Y recuerde: no deje de leer la Biblia (o eso fue lo que Dios me dijo).