Pues lo mismo de siempre, la misma pobreza; no sé por qué siempre nos ilusionamos con la idea de que ahora sí veremos una Liguilla espectacular, emocionante y con buenos partidos. No fue así, ésto no pasó, otra vez nos quedamos con las ganas.
Vimos lo mismo de siempre: juegos aburridos, lentos y espantosamente mediocres. Porque éste es el futbol mexicano, y es así porque sus dirigentes así lo desean, al parecer, así les gusta.
Ha comenzado la Liguilla del Apertura 2012, la primera en la decepcionante Liga MX. Y comenzó con un partido que creíamos sería un gran encuentro, porque tenía a dos grandes equipos que habían hecho cosas interesantes (uno más que otro), pero lo único que éste partido hizo, fue traernos de vualta a la realidad, la realidad del futbol mexicano: pobreza futbolística.
¿De quién es la culpa? Parece que de todos, aunque unos tienen más culpa que otros.
Las Liguillas siempre generan expectativas, sobre todo cuando en dichas Liguillas están equipos importantes, como Cruz Azul, América, Chivas y Toluca, pero ya cuando comienzan, son increíblemente fraudulentas; no hay ritmo, no hay emoción, no hay espectáculo, no hay nada. En cambio, los equipos nos regalan partidos tediosos que se convierten en aburridos.
Y así ocurrió en el Cruz Azul vs. León, en el partido de ida, en el estadio Azul, un estadio que daba lástima por su pobre entrada, y quizás la gente ya sabía lo que hiba a ver (un partido aburrido o la derrota de su equipo), por eso no acudió al estadio.
Y comenzaba la tan esperada Liguilla. El favorito era el León, aun con todo y que jugaba de visitante, y esto se hizo notar en los primeros minutos, donde fue quien tomó la iniciativa del encuentro apenas al arranque, pero no pasó mucho para que Cruz Azul pegara primero. Apenas al minuto 16', Gerardo Flores, en tiro de esquina, pone al frente a La Máquina, pero apenas 2 minutos después, el árbitro Arellano marca un penal muy dudoso. La falta comienza fuera del área, aún así, el árbitro --que tuvo un arbitraje para el olvido, por si algo faltaba en la Liguila-- no duda y marca la pena máxima.
Pero para fortuna del León, Christian "Chaco" Giménez falla el penal. Claro, su tocayo Christian Martínez se adelanta antes del disparo, de lo cual el árbitro no se percata, no se quiere dar cuenta o se hizo pato porque le va al Cruz Azul.
Pero la figura del partido se llama José de Monesvol Corona, quien atajó casi todas las que pudo, salvando a los albañiles del desastre (aunque en el partido de vuelta todo habrá sido en vano, y eso, hasta ellos mismos lo saben).
León pudo haberse ido con la victoria, pero gracias a que Corona antes del partido se había fumado dos líneas de coca salió inspiradísimo al partido, no pudieron concretar la obra con cemento ajeno. Pero estuvieron cerca, ya que el empate llegaría al 55', por conducto de Sebastián Maz, donde Corona demostró que no es Víctor Valdéz, como para detener todas.
Todo esto ocurrió en la primera parte, donde no pasó nada, pero en la segunda mitad, tampoco pasaría nada emocionante, de hecho, fue mucho peor el segundo tiempo. Apesar de que fue un partido con goles, fue un partido para el olvido. En el tiempo complementario, Cruz Azul conseguiría la victoria gracias a Mariano Gallone, quien anota el gol en una pared elaborada con Flores, para que éste le devuelva la pelota en fuera de lugar, pero el árbitro, evidentemente, había sido comprado por Billy Álvarez.
Y eso fue todo. No pasó más; un partido como cualquier otro, ni parecía Liguilla. Tal vez los jugadores le intentaron poner cierta intensidad, pero no fue nada del otro mundo.
Si el partido se analiza tomando en cuenta lo que el León hizo en el torneo, podríamos decir que Cruz Azul no consiguió nada en el partido de ida, pues todos sabemos cómo juega el León en su casa; además, los Cementeros no dieron lo mejor de sí en el Azul, y no sé por qué en León tendrían que jugar mucho mejor, pues para cualquier visitante, la cancha de los Esmeraldas, es muy complicado.
Pero no todo es positivismo en León, pues éste 2-1 podría ser el primer síntoma de una las malarias del futbol mexicano: la irregularidad. León, después de hacer un gran torneo, podría carse en tan sólo dos partidos, es algo que, en caso de darse, no debe de extrañarnos, pues así funciona el futbol mexicano; como dijera el adorado y talentoso Justino Compeán: "Así funciona el futbol mexicano, ¿pa' qué le movemos?", Ay, Justino, si supieras que por tu mentalidad estamos como estamos.
Y sí, así es el futbol mexicano. No tiene que ser así, pero parece que los que lo dirigen no tienen ningún problema en que sigamos con el probre espectáculo en las canchas.
Foto | Mexsport
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