Inicia la odisea tricolor

Un resultado que no dice nada, porque en el partido no ocurrió nada.

"La gallina de los huevos de oro" de las televisoras, la máxima representación deportiva de los mexicanos; el (único) escaparate de los migrantes mexicanos en EU, el reflejo de la mediocre sociedad mexicana... Llámenle como quieran, la Selección Mexicana de Futbol ha vuelto a las canchas; por fin, la espera terminó.

No, Paola Longoria, no puedes provocar en los aficionados lo que el Tri sí provoca, nunca, jamás, nadie más grande como el Tricolor. Gana todo lo que quieras, Paola, a lado del Tri no eres nadie, no importa que seas la número uno del mundo y consigas un título cada semana, no eres nadie; y es por eso que nadie te hace caso, no es que sea machismo, sexismo y desconocimiento de tu deporte, es que el Tri tiene todo lo que el aficionado mexicano necesita.

Odisea tricolor 2013: México 1-1 Dinamarca
Con un empate, en un friendly match, la Selección Mexicana comienza el 2013, un año lleno de partidos --aunque sólo el 5% de ellos serán de gran nivel--, y para no variar, es un partido molero ante la Selección "C" de Dinamarca. Un juego que pudo haber terminado 0-0 sin ningún problema, pero el árbitro ya se había aburrido, y por eso decidió calentar un poco las cosas, regalándole a la afición (que no llenó el estadio) un par de penales.

Luego de un intenso 2012, México volvía a darle a la Tierra su rotación, pues cuando México no juega, la Tierra se detiene, y esta vez nuestro Planeta volvió a girar.

Partido amistoso ante los dinamarqueños, que venían con una Selección amateur, y que aún así, la Selección Mexicana sólo pudo conseguir un empate, con dos penales bastante dudosos, y así comenzaba el camino tricolor.

El partido fue una basura. Aburrido, tedioso y sin emociones; un amistoso que no sirve de nada, parecía un entrenamiento, una interescuadra. No se puede sacar nada de éste partido, sólo una leve preocupación de cara al partido contra Jamaica, en partido de eliminatoria mundialista, pues el equipo verde se mostró impreciso en muchas ocasiones, estrellando pelotas en los postes, teniendo llegadas pero sin concretarlas, pero como no es el cuadro titular, podríamos decir que se entiende. Además, sin justificar a nadie, la Selección Dinamarquense también mostró actitud y alguno que otro arranque de buen futbol. Aunque, claro está, sin sus grandes figuras.

El partido fue más aburrido que nada, sobre todo en la segunda mitad. El primer tiempo, así como la segunda parte, fue dominado por México, aunque ésto fue mucho más notorio en el primer tiempo, con muchas llegadas por la banda izquierda, con centros que sólo quedaron en remates desvíados, atajadas del portero, etc. Los mexicanos se vieron mejores a la hora de ir al frente, pero nunca pudieron anotar las que se les presentaron, aunque tampoco hubo un "bombardeo" tricolor sobre la cabaña danonense, sí se crearon varias oportunidades de gol.

Fue hasta el minuto 66' de la segunda parte cuando nos despertamos, nos asustamos y nos damos cuenta que el árbitro marca un penal a favor de México, una penal que no era penal, pero que siempre es bienvenido. El inspirado Javier Aquino es quien recibe la falta fuera del área, y el árbitro la marca.

El nuevo jugador del Villareal se vio bastante motivado en éste partido, y fue uno de los mejores, y aparentemente todo esto es porque se irá a jugar a la liga española, pero el problema es que todavía no sabe que el Villareal en realidad está en la Segunda División, y no en la Primera como él cree, pero que nadie le diga porque se nos viene abajo, además, lo necesitamos en buen momento anímico para el duelo ante Jamaica del miércoles.

El encargado de cobrar el penal fue Marco Fabián (sí, el que tiene una novia andrógina), y parecía que México podía relajarse y comenzar a anotar otros 23 goles más, pero se relajó demasiado, tanto que el árbitro volvió a marcar otro penal pero ahora en contra; y Dinamarca volvía al partido por conducto de Andreas Cornelius, quien ejecuta el penaltie sin problemas, y Cirilo Saucedo debutaba con un gol, ¿Para eso lo llamaron?

Todo esto ocurría en la segunda mitad, donde, irónicamente, no ocurrió nada; si el primer tiempo fue detestablemente aburrido, el segundo fue infumable.

Y queda claro que éste partido solamente sirvió para que el equipo tomara ritmo, nada más, no hay nada qué analizar, pues los titulares --los que se dicen llamar "europeos"-- harán que el equipo muestre su verdadera cara, que no será muy diferente a la que vimos en éste amistoso, tampoco se hay que exagerar.

Y entonces, con un empate (que pudo haber sido victoria), comienza el largo camino del equipo mexicano. Si somos radicales, es un inicio no muy esperanzador.

Rumbo al quinto partido en Brasil 2014
Y hablando de esperanzas, el equipo de todos comienza, como cada año, como cada ciclo mundialista, un arduo camino al Mundial: las Eliminatorias Mundialistas de la CONCACAF, las eliminatorias más dramáticas del mundo.

La meta se llama Brasil 2014, pero para llegar a ella se tiene que recorrer un camino tercermundista, y el equipo mexicano tal vez lo haga caminando, trotando o corriendo, no sabemos; el futbol mexicano es tan inestable que podemos esperarnos cualquier cosa. Pero eso sí, sólo esperemos no volver a arrastrar el orgullo, el nombre y otras cosas que México ya ha arrastrado en muchas ocasiones.

El primer reto (eufemismo de "trámite") se llama Jamaica, equipo caribeño que saldrá a la cancha del Azteca con un único fin: aprovechar los errores defensivos y de marca de su rival, porque está más que claro que futbol no tiene. Y si México se confía, podría llevarse un susto de aquellos. Y cuando decimos "se confía", nos referimos al "Chicharito", que es un soberbio cuando juega con el Tri; Ay sí, ay sí, sólo porque juega con el Manchester United.

Después del durísimo y dificilísimo partido ante Jamaica, el Tri se enfrentará ante el siempre orgulloso Honduras (22 de marzo), luego, cuatro días después de visitar Honduras y conseguir el apretado triunfo, el 26 de marzo, recibirá en el Azteca a su némesis la Selección Nacional de Soccer de los Estados Unidos, donde ya ni las especulaciones sirven, pues entre estos dos titanes puede suceder cualquier cosa; en junio, México irá a la tierra del raegge y del tercermundismo: Jamaica, para disputar el partido de vuelta. Y de Jamaica, el Tricolor tomará una balsa y navegará hasta Panamá, donde se enfrentarán el 7 de junio, y de Panamá, volará como Jesucristo alguna vez lo hizo y viajará hasta Costa Rica, donde desde hace mucho es una cancha que no espanta, y más si es un estadio donde existe una distancia de 40 metros entre la cancha y las tribunas.

Y después de estos mágicos encuentros, se viene un pequeño (casi nulo) descanso, para luego extender las alas y retomar el vuelo hacia Brasil... hacia la Copa Confederaciones 2013.

Como en el '99
Y la Selección Mexicana intentará por segunda ocasión repetir la heroica, triunfal y gran hazaña de la Confederaciones de 1999, donde el equipo mexicano resultó Campeón del certamen, derrotando (casi de panzazo) al emergente equipo de Brasil, por marcador de 4-3, siendo aún hasta nuestra fechas el máximo logro del futbol mexicano.

Aunque hoy en día hay algunos que dicen que la Medalla de Oro es el máximo logro del futbol nacional, lo cual es totalmente falso, ya que éstos son simples argumentos pseudofutbolísticos que los periodistas han inventado para imponer sus ideales, pero sí se analizan bien las cosas, nos daremos cuenta que la Confederaciones del '99 es lo único grande que México ha conseguido en futbol.

México se medirá ante Japón, Italia y Brasil apenas en la Fase de Grupos de la Confederaciones, mientras que en la Fase Final --si es que logra avanzar-- se mediría ante un grande como España, o tal vez Uruguay, el caso es que México no la tiene fácil, al menos en el papel, porque en el futbol puede pasar cualquier cosa.

La Confederaciones es el máximo reto antes del Mundial, porque ahí podremos darnos cuenta de qué está hecho el futbol mexicano; será la prueba de fuego, una prueba que en CONCACAF jamás se puede hacer.

Por el Tricampeonato
Lo único que sí se puede hacer en la CONCACAF es engañarnos a nosotros mismos, pues nos hacemos llamar "El Gigante de la CONCACAF", siendo que sólo somos gigantes en la CONCACAF, la confederación donde todo es posible, hasta un Tricampeonano de Copa Oro, algo que México estará buscando en ésta edición de la Copa Oro 2013, torneo que comenzará justo después de que la Selección Mexicana haya conseguido ganar la Confederaciones.

Los rivales de siempre; la final de siempre: Estados Unidos vs. México. El único torneo del mundo donde ya sabemos cuál será la Final. Sí, esta es la CONCACAF.

Pero, ¿cuántas posibilidades hay de que México gane la Copa Oro por tercera vez consecutiva? Las posibilidades son muchas, tanto, que México ya es favorito para llevarse dicho torneo. Si mantiene un buen nivel de juego y el "Chepo" trae buenos jugadores (entre ellos Javier Hernández), todo parece indicar que México podría estar consiguiendo otro florero para la FMF, porque sólo para eso servirá ésta Copa Oro.

Y si se gana ésta Copa Oro, seguramente se la darán a Decio de María para que la utilice como maseta en las oficinas de la Liga MX, porque en la FMF ya no caben.

La afición opina
Como la voz de la fición es la única que importa (y no la de José Ramón), salimos a las calles de todo el país para realizar una delicada, exhaustiva y profesional encuesta acerca de los próxmos compromisos del Tricolor en este 2013, y estos fueron los resultados, realizados por la encuestadora Mentirofsky:

Y entonces así inicia, pues, el largo camino del Tricolor, en busca del crecimiento futbolístico, el mismo que cada cuatro años dejamos ir para volver a empezar.

Foto | Mexsport