Nació en Bedum, Holanda, el 23 de enero de 1984. Debutó en la Eredivisie con la camiseta del Groningen, apenas a los 16 años de edad. Mediocampista; un gran desborde y una talentosa pierna izquieda lo hicieron destacar, convertiéndose en una estrella mundial.
El PSV Eindhoven lo fichó por 3.9 millones de euros en 2001, pero se mantuvo como cedido en el Groningen un año más. En su primera temporada con el PSV, anotó 12 goles en 33 partidos y se proclamó Campeón de la Eredivisie. Cuando comenzó a sobresalir, le echaron el ojo y debutó con la Selección holandesa en abril de 2003; un año después llegaría hasta las Semifinales de la Eurocopa, donde caería ante Portugal.
El Chelsea, del estrafalario Román Abramóvich, lo ficharía por 18 millones de euros, esto en la temporada 2004-05. Las lesiones marcaron sus inicios con el equipo inglés, hasta que debutó en noviembre. Con los Blues marcó 15 goles en 67 partidos; ganó dos Premier League y tres FA Cup. Con su Selección, asistió al Mundial de Alemania 2006, en donde quedó eliminado en Octavos de Final, nuevamente ante Portugal.
En el 2007, el Real Madrid lo adquirió por 35 millones de euros. Con el sobrevalorado club blanco comenzaría a llenar su vitrina de títulos, con una Liga y una Supercopa de España.
Para el 2009, una oferta de 25 millones de euros lo llevaría al Bayern Munich, y en su temporada de debut consiguiría el doblete, al salir Campeón de la Bundesliga y de la Copa de Alemania, pero después, en una estupenda temporada con el equipo bávaro, una maldición comenzaría a perseguirle hasta el día de hoy, ya que desde el 2010 iniciaría con una horrible racha perdedora en finales, comenzando con la Final de la Champions League del mismo año.
Se trata de Arjen Robben, el jugador que vive una verdadera pesadilla; un sueño macabro del cual no puede despertar.
El holandés, hasta la fecha, ha perdido cuatro finales; la mala suerte daría inicio en la temporada 2009-10 de la Champions League, cuando el Bayern Munich llegó a la Final en el Santiago Bernabéu, en donde cayó por marcador de 2-0 ante el Inter de Milán. El destino cruel aún iniciaba para el calvo prematuro.
Ese mismo año, pero ahora con la Selección Holandesa, perdería la Final del Mundial de Sudáfrica 2010, ante España, quizás la más dolorosa de todas, no sólo para Robben, sino para cualquier futbolista.
Pero la malaria continuaría extendiéndose. En el 2012, perdería la Final de la Copa alemana ante el Borussia Dortmund, con una goleada de 5-2. Cabe destacar que antes de que comenzara a perder finales, lo había ganado casi todo con el Bayern Munich --Copa alemana, Bundelisga, etc.--.
Unos días después, una nueva revancha se le presentaría a Arjen, cuando por segunda vez llega a la Final de la Champions League 2011-12, en esta ocasión ante un limitado Chelsea.
Pero el futbol volvería a jugarle una cruel broma, pues el Bayern Munich increíblemente caía, perdía la Final en casa ante los londinenses en tanda de penales, y Robben veía como la Champions League se le volvía a ir.
Arjen Robben volvía a llevarse las manos a la cabeza por cuarta vez. Las cosas no cambiaban, seguía perdiendo finales sin poder hacer nada.
Y por si esto no bastara, en casi todas las finales, el holandés pudo haber marcado la diferencia, pero la desgracia se empeñó de hacerle la vida de cuadritos a Robben; en Sudáfrica 2010, tuvo un mano a mano con Casillas, Robben saca un gran disparo, pero es desvíado por el meta español. Era el gol del Campeonato para holanda. En la Final de la Champions del 2012, falla un penal al minuto 93', en tiempos extras, el gol que hubiera coronado al Bayern Munich, pero Robben erró el penal, y fue lo que le dio vida al Chelsea, y a la postre, el Campeonato.
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| Arjen Robben falla un penal en tiempo extras en la Final de la Champions 2012. |
Por supuesto, Arjen Robben no es el único que busca romper el maleficio, su compañero de equipo, Bastian Schweinsteiger, también tiene el mismo número de finales perdidas (Eurocopa 2008, Copa alemana 2010, UCL 2010 y 2012), pero lo de Robben ha llamado más la atención.
Ahora, una nueva revancha se le presenta a Arjen Robben; el 25 de mayo, en Londres, volverá a jugar una Final, otra oportunidad de salir del abismo y ver la luz.
El Bayern Munich de Arjen Robben llega de manera consecutiva a la Final de la Champions League, ante un rival complicado y que conoce muy bien. Robben, por quinta ocasión, tendrá en sus pies la traumante e interminable misión de acabar con sus demonios, los demonios que no dejan de atormentarlo en las finales.
Robben regresa a una Final por otra revancha, una revancha eterna que hoy quiere dar por terminado.
Fotos | Getty Images
Reviewed by José L. Bravo
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9:00 p.m.
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