Más cerca del fracaso que de la décima

Si no hubiera sido por Casillas, la delantera del Dortmund y el árbitro, ahorita estuviéramos hablando de "La hazaña de Dortmund" y de "El fracaso madridista de la década".

Cuando suponían, cuando pensaban, cuando creían que lo tenían todo resuelto... van a Alemanía --donde las estadísticas en contra son contudentes--, se tirán a esperar al rival, se escudan en el resultado del partido de ida, y no quedan eliminados, pero sí muy preocupados --o deberían de estarlo, porque se veían muy felices--. El Real Madrid es un desastre, en Alemania lo demostró, y nada pueden hacer para solventarlo.

La UEFA Champions League nos ha vuelto a regalar uno de esos partidos para el recuerdo. Ahora los protagonistas son el Borussia Dortmund (el héroe de la historia) y el Real Madrid (los mediocres), éstos últimos que fueron exhibidos como nunca antes.

Sin lugar a dudas, el Real Madrid dio su peor partido desde que el cejas Carlo Ancelotti tomó al equipo. La última vez que vimos algo parecido Mourinho todavía estaba en el baquillo merengue. Y es que luego del partidito que se aventaron los madridistas allá en Alemania, el equipo deja más dudas que certezas.

Fueron exhibidos durante 90 minutos, sobre todo en la segunda parte, donde por distintas circunstancias, el partido no acabó 5-0; el pobre/nulo rendimiento ofensivo fue sobresaliente por parte del Madrid. Ni atacaban ni defendían, y los intentos de reacción eran para el olvido.

Iker Casillas nuevamente fue el héroe del partido, quien evitó, sin más ni más, la eliminación del Madrid, que hubiera sido una de las más escandalosas de los últimos tiempos. Aunado al gran trabajo del veterano guardameta madrileño, las impresiciones y la poca contundencia de la delantera del Dortmund hicieron que el equipo alemán no diera la sorpresa del torneo.

La dinámica del Borussia Dortmund sí es para destacar; el baile que le pusieron al Madrid no lo vemos todos los días, lastimosamente les faltó definir en la última instancia, pero sin duda, es un equipo realmente competitivo. Además, en el partido de ida se merecían más, quizás un gol. Pero de la misma manera, el Real Madrid pudo haber resuelto el partido en Madrid, pero los excesos de confianza aparecieron, al igual que en el partido de vuelta.

Lo más precupante --que me imagino, el equipo debe estar preocupado-- es éste rendimiento mostrado en todos los 90 minutos. Primero, está claro que dependen pero en serio de Cristiano Ronaldo, pero aún así, uno esperaría más de Bale, más de Benzema y compañía. Lo mismo de la defensa, que como locales todos son unas máquinas, pero de visitante y con ventaja en el global son un desastre. Y no es la primera vez, en la temporada pasada, el Galatasaray le estaba haciendo lo mismo, hasta que CR7 apareció para calmar las cosas --y si nos vamos más pa' atrás encontraremos situaciones similares--.

Pero aquí lo más preocupante es la pobre respuesta, el nulo manejo de partido, así como de la ventaja. Madrid salió al campo, primero, con grandes excesos de confianza, y segundo, jugando en base al marcador global, y cuando se dieron cuenta, el partido estaba 2-0 y con el rival encima a punto de empatar.

La realidad es que este Real Madrid poco tiene que hacer en la Champions si continúa mostrando tremendas irregularidades, y más si en Semifinales habrán equipos mucho más capaces que el Borussia Dortmund (no tan dinámicos, pero quizás más certeros, más contudentes).

El Real Madrid exhibió sus carencias, y demostró que candidato al título no es, pues un equipo, con ese plantel, sabe resolver, sabe manejar un partido como el de vuelta de los Cuartos de Final, donde por poco y casi es goleado.

Ahora, otra cosa que llama la atención es que al final del partido, los jugadores y demás madridistas salieron a la cancha a correr, reír, gritar y festejar airadamente el pase a las Semifinales, ¿y qué no se diero cuenta cómo avanzaron? Los jugadores parecían que habían dado un partidazo. Preocupados deberían de estar, porque jugando así, de las Semifinales no pasan.

El efecto Mourinho
Otros que vivieron momentos de tensión y sentimientos encontrados, fueron Mourinho y el Chelsea. Efectivamente, José Mourinho y otros más, avanzaron a la Semifinal de la Champions League, al vencer 2-0 (3-3 global) al PSG, quien se murió de nada en Stamford Bridge.

Corro, vuelo, me acelero para estar contigo...

A diferencia de lo que medio mundo anda parloteando, a mí no me pareció una hazaña y ni mucho menos un triundo heroico, pues Chelsea era favorito sobre el PSG, ¿cuál es la novedad? Es normal que el Chelsea haya ganado, era lo natural, lo lógico. ¿Quién es el PSG? Nadie. El PSG llegó hasta donde tenía que llegar, y los Cuartos de Final ya es una instancia bastante desconocida para el equipo parisino. Un equipo francés competitivo pero sin las credenciales para eliminar a un equipo como Chelsea. PSG todavía sigue siendo un plebeyo en esta competitición, y no, el dinero no compra la felicidad deportiva.

De que fue dramático y cardiaro el triunfo, sí, lo fue, pero tampoco fue la sorpresa del siglo o la victoria más grande del Chelsea en torneos europeos. A mi parecer, lo que Londres vivió fue una noche como cualquier otra, donde las pasiones se desbordaron por lo dramático y cerrado del partido, pero nada más. El gol al 86' le puso sabor al partido, pero no hubo nada del otro mundo. No exageremos.

La primera parte fue un tanto parejo, PSG podía anotar pero Chelsea tenía más oportunidades pero que tampoco pudo concretar. En la segunda parte, Los Blues fueron mucho mejor, y terminaron por anotar los dos tantos que necesitaban. Es cierto, minimo tenían que anotar dos y que no les hicieran ninguno, pero tampoco era complicado ¿o sí? Admeás, el Paris Saint-Germain no contaba con su goleador Zlatan Ibrahimovic, y jugaban de visitante, en una Fase donde se necesita experiencia (en la cancha y en la direcicón técnica), y Chelsea demostró que tiene eso y más, cosa que era de esperarse.

Es más, el resultado del partido de ida es engañoso. Chelsea merecía mucho más, y los tres goles del PSG fueron demasiado; quizás un empate hubiera sido el resultado más real. Un autogol de David Luiz y la poca contundencia hicieron ver mal al Chelsea en un partido que hasta pudo ganar. Y en el de vuelta, la cosa se puso complicada, pero supieron resolverlo como equipo grande. Claro, jugando así, pensar en una Final es sólo una utopía.

Y no, el dinero no compra lo futbolístico, eso se gana y se trabaja --con eso de los millones que los jugadores se iban a embolsar si avanzaban a Semis, de seguro ni enterados estaban, porque si no...--. Y si no pregúntenle a Mourinho, quien perdió el estilo (¿cuál?) al explotar de felicidad y salir corriendo cual Josep Guardiola (en el mismo Stamford Bridge) hacia donde se encotraba Ba y compañía.

El portugués se vuelve a meter a una Semifinal, demostrando su capacidad y su experiencia, no creo que le alcance, pero sin duda será un equipo que dará mucho de qué hablar.

Un partido emocionante, con dos equipos que luchaban con uñas y dientes, pero con un resultado normal.

Y sí, este tipo de partidos, con este nivel... sólo en la Champions League.

Fotos | Getty Images, YouTube