Cruz Azul, Campeón de la Concachampions '14

"Más allá del sufrimiento, hay un Campeonato": extracto de la nueva filosofía del Cruz Azul.

Al más puro estilo de la casa, el Cruz Azul se convirtió en el flamante Campeón de la Concachampions 2014 --también conocida como Liga de Campeones de la Concacaf--, al ¡¡empatar!! a 1 con el Toluca, equipo que salió con la puntería chueca.

De esta manera, el Cruz Azul ha ahuyentado a sus miedos más profundos, aunque no los ha erradicado por completo, para eso tendría que ganar el campeonato de la liga local, cosa que parece ser un poco más complicada, pues ahí sí tienes que ganar, porque empatando no sales Campeón, como en la ridícula Concachampions.

La verdadera y única Final
Ya lo hemos dicho muchas veces, la Final de la Concachampions tiene que ser a un solo partido, porque esta vez quedó demostrado que el partido de ida fue como de jornada 2 de la liga local, y el partido de vuelta sí fue una verdadera Final (dentro de lo que cabe, claro). Pero como aquí todo es negocio, como aquí todo es vender...

Otra Final para Cruz Azul, otra vez a enfrentar los miedos. El Cruz Azul vive una época donde la presión psicológica se encuentra omnipresente, y ésta Final no fue la excepción, donde por fin pudieron demostrar que son más fuertes que la maldición que los acompaña desde aquél 1997. Claro, la agonía, el sufrimiento y el dolor no podían quedar fuera, y así, casi al borde del infarto, "La Máquina" consigue otro título más en su historia.

En el partido de ida (que no sé qué demonios fue), nadie parecía tener un dominio claro, pero en el de vuelta la cosa sí que estuvo muy clara: Cruz Azul fue mejor, tenía más tiempo la pelota, generaba más, pero le faltó contundencia --algo que en las últimas jornadas le ha estado faltando--, y sólo fue capaz de anotar un gol. Por otro lado, el Toluca, increíblemente jugó casi al contragolpe, tratando de buscar el gol que matara.

"Los cementeros" también estaban realizando su partido en base al gol de visitante, pues sabían que si anotaban, el Toluca tenía que hacer dos --una cosa ridícula por parte de la Concacaf, pues en una Final los goles de visitante no deben contar, esto sólo alimenta la mediocridad en los equipos finalistas (si ya de por sí la Final la jugaban dos auténticos mediocres)--, y así se la llevaron, porque no podían crear más peligro y porque querían irse a la segura.

Desde el primer minuto, se veían las ganas de ganar, ahora sí parecía una Final, y creo que Cruz Azul sabía cómo jugarla, a diferencia del Toluca, que fue presa del nerviosismo.

Al 40', Mariano Pavone ponía el primero, en un juego que parecía podían ganar por más de dos goles. Pero más tarde, al 63', Edgar Benítez empataría el marcador... y los fantasmas aparecían.

Luego del empate toluqueño, Cruz Azul comenzó a poner el freno de mano, se tiró un poco atrás, y comenzó a sobornar al tiempo, esperando que éste se fuese rápido. Pero Toluca, casi al borde de la desesperación, comenzaba a ser más peligroso, y fue cuando puso en serios aprietos al Cruz Azul, quien de milagro, no perdió otra Final en los últimos segundos, y casi de la misma manera que la última.

Al 90'+3, cuando el partido estaba terminado, un impresionante disparo de Ponce desde fuera del área es detenido enormemente por Jesús Corona, pero la deja a los pies de Vázquez, quien no puede rematar la pelota y hundir al Cruz Azul. Cerca, muy cerca estuvieron los cruzazulinos de replicar el fracaso del Clausura 2013, cuando de manera inexplicable perdieron la Final ante el América. De hecho, al más puro estilo de la desgracia celeste, el disparo de Ponce es desvíado dramáticamente por Amaranto Perea, quien le mete la cabeza (de arriba) al balón, pero Corona estaba atrás, y no Allison --para fortuna de Cruz Azul--.

Los aficionados del Cruz Azul están tan traumados que ni cuenta se dieron que se fueron al Ángel a celebrar un título de la Concacaf.

Y así, tirados atrás, esperando a que los fantasmas no tocaran la puerta, el Cruz Azul se levantaba del más allá y revivía con un Campeonato (que casi vuelven a perder). Lo peor del caso es que ni siquiera ganaron el partido, simplemente lo empataron, y con el gol de visitante lograron vencer a sus demonios en su propia casa; no sé qué es más patético, la forma en que consiguieron el título o el hecho que lo hayan conseguido sin ganar en el marcador.

Y vaya que para el Cruz Azul fue un título importante, porque lo festejaron pero en serio, como si hubiesen ganado el Mundial de Clubes al derrotar 4-0 al Bayern Munich (con Hat-Trick de Rogelio Chávez). Tanto así, que por primera vez en toda la historia del futbol mexicano, aficionados se fueron a festejar al Ángel de la Independencia un Campeonato de la Concacaf, hágame usted el maldito favor, aunque se entiende cuando esos aficionados eran del Cruz Azul (!!!!!). Pero aún así, ¿tan mal estamos?

El título le da el pase al Mundial de Clubes de este año al Cruz Azul, pero más que eso, también es una especie de terapia para el mal psicológico que tanto lo acompleja. Y nada más hay que ver los festejos, las lágrimas, las palabaras de los jugadores --¡¡y sobre todo del "Chaco"!!--, que estaban más emocionados que novia en pedida de mano.

Por el doblete
Ahora que ya consiguieron ganar la Concachampions (casi de chiripa), el reto máximo es ganar el Clausura 2014, cosa que no creo que logren.

Jugando como lo han hecho hasta ahora, no veo cómo puedan ganar la liga. Y más ahora, que el 90% de los equipos pueden acceder a la Liguilla, en donde cualquier cosa puede pasar, y eso no es todo, pues también la irregularidad del Cruz Azul es notorio en las últimas fechas. Y estamos en el futbol mexicano, donde hasta los Pumas podrían eliminar al Cruz Azul, al Toluca y luego ser Campeones.

O podría suceder todo lo contrario: que Cruz Azul llegue a la Final, jugando bien (a secas) hasta los 60 minutos, y que luego tirándose atrás soportando los bombardeos del rival, consiga el Campeonato. Puede suceder. Todo puede pasar en este futbol, en esta zona concacafquiana donde los equipos salen Campeones sin ganar.

Fotos | Mexsport