Contundente y letal. Dinámico y espectacular. América extendió las alas y demostró por qué el futbol mexicano es el más grande de la zona.
Una vez más, el americanismo ha salvado al futbol mexicano. Y es que el América fue el único equipo que accedió a la fase final y el que, sufriendo y toda la cosa, sacó las papas del fuego y se impuso ante los canadienses y así dejar en claro quien es el gigante del área. Y el América hizo todo ésto jugando casi a nada. Esto es la Concacaf.
Y sí, si el América hubiese perdido, el América y el futbol mexicano hubiesen hecho un ridículo monumental. Estamos hablando de que el América hubiera perdido ante un equipo de Canadá, un país donde no tienen idea de lo que es el futbol y ni de quién demonios es el América, y entonces todos en estos momentos estarían diciendo que México ya no es el gigante de la Concacaf --un título merecido, que se ha conseguido en la cancha, con triunfos y campeonatos y con participaciones internacionales; el único equipo que históricamente ha representado dignamente a la Concacaf en Mundiales y otros torneos de la FIFA-- y que el futbol mexicano ya no es el mejor y que deben respetar a las demás ligas... ¡Por favor! No me hagan reír (equisdé, equisdé, equisdé,...). Es por eso que el América levantó en todo lo alto la bandera del futbol mexicano y la clavó en la cima de la Concacaf, ahí donde siempre debe de estar.
Bien por el América. Bien por el futbol mexicano; la mejor liga de la Concacaf.
Final
40 minutos fueron suficientes para demostrar quien manda en la Concacaf. 40 minutos donde América devoró a su rival y terminó con un sufrimiento innecesario. Ampliamente superior, así terminó el equipo americanista en la Final de vuelta de la Concachampions 2015, donde venció por 2-4 (3-5 en el global) al Montreal Impact, un equipo que intentó esperar pero que no resistió los embates de los cremas, y al final sucumbió para darle el triunfo al América y el pase al Mundial de clubes 2015.
América impact-ó en la segunda mitad, donde fue gran dominador del encuentro, para así conseguir cuatro goles que le dieron la victoria en un partido con un primer tiempo sufrido, donde a punto estuvo de ser lapidado y hacer el ridículo del año. Pero para fortuna del América y del futbol mexicano, el Impact de Montreal, aún con el nivel del América, no tuvo la capacidad y ni la experiencia para ganar un partido así.
Primer tiempo de terror
Después del empate en el Azteca, donde América tuvo que haber ganado por goleada, pero que gracias a la ineficacia de su ofensiva no pudieron hacer más que empatar a 1 gol, América no llegaba como amplio favorito, más bien el América llegaba como un manojo de nervios.
Y así arrancó el partido, con un América demasiado precabido y muy pero muy tenso. El nerviosismo se podía percibir hasta por la televisión.
Con un gran lleno y una afición que trataba de intimidar, el Impact de Montreal fue quien tomó la iniciativa. No, no se tiró atrás, sino que buscó ir al frente y encarar al rival, sabiendo que no tenían los mismos recursos que los mexicanos. Mientras tanto, América, que había sido acorralado, intentaba salir pero no lo conseguía, y para colmo el Impact anotaría primero.
Al minuto 7', el talento del Montreal Ignacio Piatti haría gala de su calidad creándose una jugada de primer nivel; se quitó a media defensa americanista y le filtró un pase a Andrés Moreno, que a su vez conduciría la pelota con gran maestría casi hasta el punto penal y anotaría el primero. Montreal Impact dejaba helado al América. Ganaba 1-0. Y América se hundía aún más en la incertidumbre.
El Impact había conseguido el gol porque había buscado el arco rival. El gol no se dio por un contragolpe como tal, ya que la jugada previa al gol se desprendió de un evidente dominio del local. Pero a pesar de que Impact pudo haber rematado al América con el mismo método ofensivo, comenzó a tirarse atrás y ahora sí a esperar al rival y a contragolpear.
Fue así que, más o menos al minuto 15', el América consigue equilibrar el partido y empieza a llegar al área rival, pero cometía muchos errores, en la salida y a la hora de trasladar la pelota hasta el campo del Impact, sobre todo en la última zona donde le costó definir. Al minuto 12', llegaba la más clara para el América, cuando Darío Benedetto estrella un remate en el palo superior. De manera increíble, América dejaba ir el empate.
Luego de las llegadas del América, cuando perdía la pelota o definía mal las jugadas o no podía rematar los centros, el Impact contragolpeaba pero con gran velocidad, algo que al América lo hacía quedar mal, pues eran rebasados y los tomaban mal parados. En una de estas descolgadas, nuevamente Ignacio Piatti (que debería estar en el futbol mexicano) llega casi solo al área americanista, se quita a la defensa, encara al portero y dispara, pero Moisés Muñoz ataja el disparo. Cerca, muy cerca estuvo el América de ser noqueado en la primera parte.
Aún así, con los peligrosos contragolpes del local y con todo y que no sabemos muy bien a qué está jugando, el América pudo haber definido la Final en el primer tiempo, pero no fue certero, porque tuvo varias llegadas en la primera mitad que pudieron haber matado al rival en un dos por tres.
Hubo fallas defensivas por parte del América que se dieron durante todo la primera mitad. Está claro que la parte defensiva del América sufre pero en serio. Hay grandes problemas atrás y en el medio campo, pero como no estaban enfrentando a un rival tan competitivo, no fueron masacrados en 45 minutos. Aunque el propio América estaba haciendo lo necesario para perder, ya que el minuto 38', Guerrero, que ya estaba amonestado, comete una falta que ameritaba la tarjeta amarilla, pero el árbitro no quiso meterse en problemas y no le mostró la segunda amarilla. No sólo el nivel del rival sino también el arbitraje estaban ayudando al América.
Para fortuna de los Millonetas el primer tiempo terminaba, y se venía un segundo tiempo crucial, que al final América terminaría manejando mejor.
Ame fénix
Todo era incierto para el América. En el primer tiempo no había sido contundente, le costaba definir las pocas jugadas que tuvo, pero sobre todo era un desastre con los contragolpes. Pero algo pasó, y el América fue más dominador y el Impact se tiró más atrás, y entonces las Águilas volaron alto.
A diferencia de la primera parte, el local ya no iba a atacar, y fue así que el América comenzó a tener más la pelota y a llegar más por las bandas, sobre todo por la derecha. Y al minuto 49', un gran centro de Oswaldo Martínez termina en los pies de Darío Benedetto, quien con una especie de media tijera, remata el centro y marca el del empate. América empataba y era el comienzo de otro final feliz para el americanismo. En el gol el portero colabora, pues la pelota le pega en las manos, pero ni la rechaza ni intenta atraparla.
América había conseguido la inspiración que necesitaba. Sólo eso necesitaba, ánimos e inspiración, porque tenía llegadas pero le faltaba concretar las jugadas. Al 64', todos los americanistas del país salían de las alcantarillas para festejar el segundo del partido. Horrible Peralta marcaba el 1-2, y América ya era superior; ya no tenía rival, ahora sólo era cuestión de manejar el partido.
Al 65', ya con el Impact de Montreal en estado de shock, nuevamente Darío Benedetto marcaría el tercero. El gol que mataba. El gol del campeonato. Y faltaba más.
Al 81', otra vez Darío Benedetto se hacía presente en el marcador para marcar el cuarto, y un 'hat-trick' para su cuenta personal. El cuarto es un golazo, por la forma de quitarse la marca y la forma de definirla. América, sin piedad, estaba masacrando al rival, y el estadio estaba Impact-ado por el poderío futbolístico del América.
Montreal Impact estaba deshecho. Ya no defendía bien y ni siquiera salía como antes. América, después de cuatro goles fulminantes, dejó de ponerle crema a sus tacos y se dedicó a esperar para que el tiempo consumiera la Final que ya estaba ganada. Pero no sin antes recibir el segundo del Impact, aunque de nada sirvió; al 88', Jack McInerney marcaba un gol para la honra.
América, Campeón
Innecesario fue el sufrido partido de ida, pues si América podía jugar así como en el partido de vuelta, ¿por qué no lo hizo en el Azteca? La respuesta es que este América no tiene un buen funcionamiento, porque no ha logrado engranar el futbol que Matosas busca. No ha logrado un equilibro y no ha podido imponer su estilo po completo. América no es contundente, no tiene un buen medio campo, pero sobre todo se defiende muy mal, y sí ganó un campeonato como la Liga de Campeones de la Concacaf, fue porque el rival tampoco impuso mucha resistencia y ni mucho menos mostró un gran futbol; el Montreal está lejos del nivel del América y del futbol mexicano.
América hizo bien su trabajo. Dominó en la segunda parte, generó una gran cantidad de llegadas, pero ante un equipo de mayor nivel, ¿hubiese logrado el triunfo? Supongamos que la Final hubiera sido ante Tigres... Al América lo barren y quizás no logra anotar ni un solo gol.
El Campeonato le salva, al menos por ahora, el puesto a Gustavo Matosas. El título le sirve al equipo como alisiente para continuar peleando en la liga local, pero es evidente que este equipo tiene mucho que mejorar. Si sufres ante un mediocre equipo de la MLS en tu casa, donde ni siquiera puedes sacar el triunfo, entonces tienes muchos problemas. Aunque despedir al técnico no creo que sea la solución; no puedes cortar un proyecto (si es que en verdad hay un proyecto) porque en el primer torneo no se dieron las cosas. Mínimo un torneo más para Matosas, eso sería lo ideal.
América tiene mucho que replantearse para la próxima temporada, en cuanto al técnico y jugadores, porque en diciembre se tendrá que ir al Mundial de clubes a representar al futbol mexicano.
Fotos | Mexsport
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