"Es un sentimiento que no puedo explicar. Empieza mi era."
El mexicano lanzó más golpes y fue más efectivo. Conectó con mayor solidez. El boricua no fue al frente como se esperaba y sus golpes ni siquiera fueron los mejores... De esta manera podríamos explicar la decisión final de la pelea entre Miguel Ángel Cotto y Saúl "Canelo" Álvarez, donde la supuesta polémica no fue más que el reflejo de un combate cerrado y que se caracterizó por ser un duelo de estrategias.
Hay que ser sinceros y realistas, "Canelo", desde que es boxeador profesional, no le había ganado a nadie. Y hoy no sólo le ganó a un contrincante hecho y derecho, sino que lo hizo con justicia, demostrando en el ring su capacidad boxística. Ha aprendido, a mejorado y podría ser la nueva figura del boxeo internacional.
Por supuesto, hay que ser mesurados y tomar en cuenta que el "Canelo" se midió ante un irreconocible Miguel Ángel Cotto; ¿alguien se esperaba a un Cotto pasmado y respetando al rival? Se esperaba mucho más del puertorriqueño, de quien podríamos decir que su época ha terminado; sus condiciones ya no son las mismas, el ser derrotado de manera clara, pero no contundente, por Álvarez, es muestra de ello. La edad le está pasando factura; su adiós se aproxima.
Sin duda, Cotto era el rival más importante en la carrera de Álvarez, y lo sobrellevó muy bien. En retrospectiva, "Canelo" dio un buen combate, pues en lugar de lanzarse al frente y buscar a Cotto desde el primer round, esperó y, poco a poco, fue conectando golpes certeros que iban contando en las tarjetas. Cotto lanzó golpes, pero sólo unos cuantos conectaron en el rostro del tapatío.
Así sería el resto de la pelea. "Canelo" administrando sus golpes y lanzando adecuadamente, cuando era necesario. Sí, Cotto no fue el mismo, no fue ese guerrero que sube a matarse al ring, en lugar de eso, vimos a un boxeador cauteloso y que le dedicó demasiado timpo en estudiar al rival, y durante el proceso fue derrotado, en lugar de hacer uso de su experiencia y la potencia de sus puños.
Los puntos del "Canelo" subieron en el octavo episodio, cuando salió inspirado y comenzó a lanzar una ráfaga de golpes, algunos de ellos entraron en la humanidad del boricua, al mismo tiempo que éste respondía, pero los golpes del "Canelo" estaban mejor dirigidos. Al final, teníamos una pelea cerrada; ambos se hicieron daño, pero fue el "Canelo" quien mejor usó los guantes.
Hay opiniones divididas, pero si vemos nuevamente la pelea, nos daremos cuenta que no hubo polémica. No hubo robo, pues "Canelo" ganó de manera clara, no fue un triunfo contundente y con grandes diferencias, pero el jaliciense fue mejor en cuanto a golpes conectados. Tampoco fue una victoria tan holgada como para darle una tarjeta de 119-109, pero el resultado final sí da como ganador a un "Canelo" que dio su mejor pelea de los últimos años.
Y ahora que le pongan a quien sea. Dice que no tiene miedo. Y al parecer, el próximo rival será alguien de su altura y de su nivel: Gennady Golovkin. A diferencia de Cotto, el kazajo se encuentra en su mejor momento, justo lo que "Canelo" necesita para demostrar sí el triunfo ante Cotto fue de verdad.
Ahora, ¿estamos ante un boxeador con las cualidades necesarias como para pertenecer a las grandes ligas del boxeo? La noche del 21 de noviembre, "Canelo" ingresó al salón de los grandes pugilistas, donde sólo asisten los mejores, donde la exigencia se encuentra en cada golpe, y donde el rendimiento es más una cualidad que una necesidad, y el reto de Álvarez es quedarse allí, pelear allí y hacerse de un nombre, justo allí donde derrotó a Cotto, y eso sólo se logra con talento y calidad.
¿Tiene el "Canelo" calidad y talento? Después de disputar peleas ante auténticos bultos, hoy podríamos decir que Saúl Álvarez tiene potencial, que tiene con qué para brillar en lo más alto. La clave es demostrar que la victoria ante Miguel Ángel Cotto no fue una casualidad, sino un síntoma de crecimiento.
Foto | Getty Images
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