Como la lógica lo indicaba, América cayó ante el Real Madrid (0-2) en el Mundial de Clubes 2016. Era de esperarse; era lo obvio, lo normal. Y aunque algunos perdieron por completo la razón al afirmar (de manera subliminal) que América tenía chance de ganarle al Real Madrid, la diferencia futbolística entre ambos clubes terminó por imponerse.
Me parece que lo único que hay que resaltar es que América no fue goleado ni humillado (como otros equipos mexicanos). De ahí en fuera, no hay más que decir; América y Real Madrid cumplieron con el trámite.
Hay poco que analizar, pues hablar de algo tan obvio como las diferencias entre el América y el Real Madrid me parece terriblemente aburrido; que si Sambueza jugó, que si La Volpe modificó su parado y esas cosas son irrelevantes por las diferencias entre ambos equipos. Lo que sí hay que comentar es sobre la realidad del futbol mexicano.
El futbol mexicano, en esta ocasión representado por el América, demostró una vez más que se encuentra muy alejado de las grandes ligas. La realidad del futbol mexicano es pelear como gatos boca arriba ante equipos asiáticos y evitar goleadas ante conjuntos europeos.
A diferencia de otras ediciones, el América salió bien librado, ya que anteriormente los equipos mexicanos han quedado eliminados en la primera fase o siendo goleados por el Campeón de Europa. Esta vez podríamos decir que el saldo fue blanco.
Los que esperaban otra cosa, déjenme decirles que perdieron la razón. No se puede esperar un resultado positivo ante uno de los mejores equipos del mundo. Se vale soñar, sí, pero no se puede ignorar la realidad del futbol mexicano.
El futbol mexicano podría competir en este tipo de torneos --como lo hacen los brasileños o argentinos-- y no sólo participar, pero para que eso suceda tendrían que cambiar muchas cosas, comenzando con darle prioridad al deporte y no al negocio.
Hace poco se anunció la salida de México de la Copa Libertadores, entre confusiones y excusas, claro está. Tiempos después, la liga anuncia con bombos, platillos, cohetes y mucho confeti, que realizará un "torneo binacional" con equipos de la MLS... Así no se puede; así el futbol mexicano no irá a ninguna parte.
La siguiente ecuación lo explica todo: futbol mexicano + MLS (Estados Unidos) = dinero, dinero, dinero.
El futbol mexicano ya no puede participar en la Libertadores, pero sí podrá hacer un All-Star Game. ¿Y así quieren que un equipo mexicano avance a la Final del Mundial de Clubes y además la gane?
Queda más que claro que en México las cosas se hacen al revés.
Reviewed by José L. Bravo
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7:16 p.m.
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