México, un muerto viviente

Una afortunada victoria ante Alemania, un mediocre resultado ante Corea del Sur, una estrepitosa derrota ante Suecia, y, más tarde, la impactante caída del vigente Campeón Alemania, vinieron a confirmar lo que ya todos sabíamos desde un principio pero que la gran mayoría se negaba a ver porque quisieron continuar alucinando con los resultados consecutivos, ya que éso era más agradable que la realidad.

Esta realidad tiene nombre: se llama "La Selección de Juan Carlos Osorio". Ante Suecia, la Selección Mexicana (de Osorio) regresó a su TRIste realidad al perder por un traumante marcador de 0-3, un marcador que el cuadro mexicano no había recibido desde el Mundial de Argentina '78 --uno de los peores mundiales que México ha tenido--, donde nuevamente vimos a la tan criticada Selección que se descompone con gran facilidad y de manera preocupante, pues cuando pierde siempre corre el riesgo de hasta ser goleada.

La espantosa inconsistencia del equipo mexicano es reflejo del mal funcionamiento futbolístico, que, como ya todo sabemos, se debe, en gran parte, a las famosas rotaciones, las cuales Juan Carlos Osorio, en un arranque de ironía, decidió prescindir de ellas en este Mundial, pues ante Surcorea sacó un cuadro similar al que venció a Alemania, y ante los suecos prácticamente no hizo ningún cambio en el once titular, ¿así o más incoherente?

La equipo azteca fue más a menos, para terminar sucumbiendo miserablemente ante Suecia, un rival limitado en muchos aspectos, que no pudo ante una de las peores selecciones alemana de la historia, pero que sí fue capaz de capitalizar la mediocridad del Tricolor. Ésta es la actual realidad de la Selección Mexicana, un equipo que puede dar grandes partidos, pero que en realidad no juega a nada.

La histórico derrota alemana vino a exhibir el verdadero nivel de la Selección mexicana. La derrota alemana deja en claro que gran parte del triunfo de México sobre Alemania se debió al pésimo nivel futbolístico de los alemanes, que ellos tampoco estaban jugando a nada, y no tanto al supuesto gran despliegue futbolístico del Tricolor --es cierto que dio un estupendo primer tiempo, pero todo le salió bien gracias a la carencia alemana--; una Alemania bien parada, sólida y competitiva no hubiera dejado vivir a México.

Luego, ante Corea del Sur salió vencedor por las enormes diferencias futbolísticas que existen entre ambos, y porque la decadencia mexicana no era tan notoria. Después, ante Suecia el equipo mexicano terminó confirmando sus carencias y debilidades; un pobre funcionamiento debido, creo yo, a las exageradas rotaciones. Esas rotaciones que no permitieron crear un un once titular sólido, y eso se consigue con la repetición constante. Pero eso a Juan Carlos Osorio lo tiene sin cuidado.

Suecia regresó a México a su realidad, y ya todos sabemos cuál es. Lo que sí debemos considerar es que el objetivo de esta Selección, la de Osorio, se cumplió, la cual era clasificar a la segunda ronda, lo demás es ganancia; triste pero cierto. Y es que no hay que olvidar que de México no se esperaba nada, pero lo que hizo en sus dos primeras apariciones fue realmente inesperado, creando expectativas por doquier. Por lo tanto, si México hubiese quedado eliminado no hubiera sido un fracaso, ya que el nivel que venía mostrando era más que deplorable, y no se le veía por donde, pero después de acceder (arrastrándose) a Octavos, ya es un triunfo.

El pase a la segunda ronda, por cierto, se lo debe a Alemania, no a Corea. Alemania hizo el ridículo de su vida; perder ante México no es tan terrible, pero, ¿caer ante ¡Corea del Sur!? Eso sí que es un fracaso de proporciones apocalípticas; yo hasta salí afuera y miré al cielo para ver si no se trataba del regreso de Jesucristo (¡hubieran visto el miedo que me dio!).

Para el siguiente partido, ya en Octavos de Final, regresamos al principio: México jugando a nada y llegando como víctima absoluta ante Brasil. ¿Tendrá esta vez México la fortuna de enfrentar a un equipo inoperante y aprovechar, por la mínima diferencia, las carencias del rival?

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