Rusia inaugura un sueño

Rusia iba por un triunfo y terminó sacando una goleada espectacular. Arabia Saudita iba por una oportunidad, y la perdió.

Futbolísticamente no había muchas expectativas entre Rusia y Arabia Saudita, el partido inaugural del Mundial de Rusia 2018, pero en cuanto a espectáculo y goles, sí que se rompieron todas las expectativas habidas y por haber.

Era bastante probable el triunfo ruso en el primer partido mundialista, lo que no era para nada probable fue la manera en que el Escuadrón rojo sacó la victoria; nadie esperaba tanto de Rusia, y, a la vez, no se esperaba tan poco de los árabes.

Son dos selecciones muy limitadas, y a pesar del 5-0, ambos equipos terminaron exhibiendo sus carencias. Sin figuras, sin nivel competitivo y sin posibilidades, me parece que cumplieron en el juego inaugural, y además Rusia lo hizo sorprendiendo a propios y extraños.

Vampos por partes. La inauguración estuvo encabezada por Robbie Williams, quien tuvo, a mi humilde e insignificante parecer, una aburrida presentación. Si ya de por sí el público tenía una cara de aburrimiento, ya se imaginarán el showcito que se aventó el británico. Además de lo que queda de Robbie Williams, también hubo coreografías de personas vestidas con trajes con formas de balón, de canchas de futbol y otros diseños horribles, ridículos y visualmente pobres.

La FIFA no suele invertir esfuerzo, producción y creatividad en esta parte de la inauguración, y por eso vemos espectáculos desabridos como el de Rusia 2018.

Ya iniciado el partido, lo más sobresaliente fueron los goles, sobre todo el de Denis Cheryshev, el cual ya forma parte de la lista de los mejores goles de esta justa mundialista. Y por ser el partido que daba inicio a la Copa Mundial, ambos equipos trataron de jugar con mucha intensidad, y aunque sólo Rusia fue quien obtuvo mejores resultados, esto le inyectó emoción al encuentro, el cual podríamos describir como agradable; no hubo futbol, porque Rusia y Arabia Saudita no son capaces de producirlo, pero sí vimos un espectáculos entretenido.

Ahora, si en el próximo Mundial de Qatar 2022 a la FIFA se le ocurre que participen 48 selecciones, no me quiero imaginar el partido inaugural. En una de esas y el primer partido será Qatar vs. Taiwán.

Notas breves mundialistas
Hablando de mundiales futuros, resulta que México, Estados Unidos y Canadá fueron elegidos para organizar el Mundial del 2026. A mí en lo personal no me emociona y entusiasma tanto por el hecho de tratarse de un Mundial en conjunto, y viendo cuántos partido se jugarán en suelo mexicano, parece más bien un acto de caridad que dicho Mundial se juegue en México.

México ya ha organizado dos Copas del Mundo, y aunque el país no está para andar realizando mundiales, no sabe igual ser anfitrión de un Mundial en conjunto que en solitario.

Lo más notable de la designación es que el partido inaugural (a ver si no es entre México y Bangladesh) se llevará a cabo en el Estadio Azteca, de ahí en fuera, la noticia me parece agradable a secas; pero no es para echar las campanas al vuelo.

Y la nota de Rusia 2018, que se ha convertido en un culebrón, lo está protagonizando España, que a tres días de debutar, decidió correr a su técnico Julien Lopetegui, porque dizque se puso a negociar en lo oscurito con Florentino Pérez, alma y esencia del Real Madrid. Si creían que sólo Jorge Vergara era capaz de hacer este tipo de proezas, pues no, en Europa de vez en cuando también tercermundean.

La decisión es por demás errónea, terrible y sin sentido, y evidentemente responde a una cuestión de ego y protagonismo de Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Futbol. No hay razón futbolística ni disciplinaria por la cual pudieran echar a Lopetegui, todo se debe a una cuestión de "ética", según las explicaciones del propio Rubiales, claro, según la ética de Rubiales. El caso es que le dieron en la madre a la selección española.

Si España fracasa y se queda en el abismo de Fase Grupos, van a colgar a Rubiales en la Plaza de Cibeles.

Apenas está iniciando el Mundial y ya tenemos dos chismazos de primer nivel; algo me dice que esto se va a poner bueno.

Foto | Getty Images