¿Favorito? ¿Favorito para qué? Hoy, Argentina mostró las mismas debilidades de siempre; muy lejos de un gran nivel futbolístico y más cerca de la versión del 2011.
Llegó el esperado debut de la Selección de Argentina en la Copa América de Chile 2015, así como la esperada presencia de Lionel Messi, que como siempre, tanto Argentina como Messi, fueron mucha cáscara y pocas nueces.
Si Argentina pretende ganar esta Copa América, está clarísimo que tiene que mejorar en muchos aspectos, pero donde más necesita un arreglo, y lo más rápido posible, es en medio campo y en la parte defensiva, donde un equipo tan chato como Paraguay le pintó la cara para sacarle el empate.
El primer tiempo fue totalmente dominado por Argentina; Lionel Messi fue factor para que el futbol de los argentos funcionara; estuvo participativo y todo parecía ir bien. Los goles, a mi parecer, se dan más por errores defensivos de los paraguayos --que entraron fuera de tono, desconcentrados, sobre todo su defensiva--; el segundo gol viene de un penal dudoso.
Después de los dos goles, quedó claro que a Argentina le cuesta concretar las llegadas al área grande, y le cuesta mantener la ventaja futbolística; no es constante y no puede crearse jugadas elaboradas producto de su futbol; depende más de lo que deja de hacer el rival. En otras palabras, Argentina no iba ganando por méritos propios.
Para la segunda mitad, Messi fue de menos a más, y entonces Argentina le siguió los pasos a su estrella y terminó dejándole la pelota a los paraguayos quienes fueron adquiriendo mejor ritmo. Los paraguayos tuvieron muchas llegadas pero no pudieron definirlas. Argentina dejó de atacar y Paraguay se fue al frente. Fue así que, en base al contragolpe y al buen trabajo defensivo, Paraguay logró empatar ante una Argentina sin respuesta, sin reacción y que le costó marcar a un equipo sin tantas virtudes como los es Paraguay.
Lionel Messi se perdió en la segunda parte. Comenzó bien el segundo tiempo, pero se fue cayendo hasta el pundo de desaparecer por completo. Y la historia se repite: en el Barcelona es Jesucristo, pero en la Selección albiceleste es un simple mortal; no destaca y no hace reaccionar a su equipo cuando más se le necesita, ¿en serio estamos hablando del mejor jugador del mundo? Dicen que el tigre donde quiera es pintito, pero al parecer este tigre argentino sólo es tigre cuando está rodeado de otros tigres, es decir, Messi no es nadie sin los jugadores del Barcelona. Entonces, ¿es Messi el mejor del mundo?
Cristiano Ronaldo marca diferencia en Portugal, Messi no. Entonces deberíamos dejarlo claro: Messi es el mejor del mundo pero a nivel de clubes, ¿o no?
Este Messi es el mismo que la versión del 2011, al igual que Argentina de ese año. Un debut flojo, y a veces hasta gris, dejan muchas dudas con respecto a si puede ganar esta Copa América. No es que haya mejores equipos que Argentina, pero con este rendimiento, cualquiera de las Selecciones candidatas pueden dejarlo fuera.
A pesar de tener tantas figuras, a pesar de contar con el supuesto mejor jugador del mundo, el equipo argentino no termina de desarrollar ese futbol que todos quieren. Un equipo de esta categoría, con eso jugadores, debería jugar mejor. Ya lo comprobamos, Argentina no es invencible como muchos andaban diciendo.
Foto | AP
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