El logo es un chiste y sus nuevos programas no tienen nada de nuevos. Es la misma Televisa de siempre demostrando su incapacidad para hacer televisión de calidad.
El pasado 22 de agosto, Televisa hizo varios movimientos, según ellos, "arriesgados": realizaron cambios de programación e imagen, principalmente en el Canal de las Estrellas, que ahora pasó a llamarse Las Estrellas. ¿Cuál es la intención de estos impactantes cambios? Al parecer, engañar a sus asilvestrados televidentes (y atraer a más ingenuos), porque a pesar de los "cambios", la programación sigue siendo igual de pobre y mediocre que antes. Las pésimas producciones y los programas mal realizados se siguen haciendo.
Comenzando con el nuevo logotipo del canal, Televisa está demostrando que no sabe más que hacer negocios con el pobre intelecto de su audiencia, quien consume las marranadas que dicha empresa produce día con día.
El nuevo logo parece logotipo de mes patrio; de esos logos que Televisa a veces saca para festejar el 16 de septiembre. Es un híbrido entre piñata y estrella --que además se asemeja al logo de Volaris o al del canal María Visión--; otro logo más festivo, no puede haber. Supuestamente éste nuevo emblema representa distintas emociones, como lo son: alegría, paz, armonía y unión. Exctamente, todo lo que Televisa no logra proyectar en sus producciones, es lo que el nuevo logotipo de Las Estrellas intenta representar.
Nada más para aclarar, porque seguramente habrá varios consumidores de Televisa que creerán que con el simple hecho de cambiar de imagen y conductores, la calidad de su contenido también mejorará, Televisa sigue siendo la misma empresa líder en producción de telebasura; si quería cambiar de verdad, debió de haber empezado con sacar del aire varios programas que no hacen más que denigrar y volver más idiota al televidente.
10 en punto con Denise Maerker
Uno de los cambios más anunciados fue la salida de Jaoquín López-Dóriga, quien dejó el noticiero de las 10:30 de la noche, para dejarle su lugar a Denise Maerker, quien tomó las riendas del noticiero que ya no es un noticiero.
10 en punto es la versión de Punto de partida (sí, lo sé, la originalidad de éstas personas es asombrosa). Es un programa aburridísimo y muy difícil de seguir; no sabemos si es un noticiero informativo (es decir, un noticiero que te informe de lo ocurrido en el día o la semana) o un programa de investigación (como en Punto de partida, donde había reportajes sobre temas específicos). Al final, es una mezcolanza rara que no va a ninguna parte. Esto hace que Televisa se quede sin un noticiero estelar y le deje todo el mandado a TV Azteca, quien su noticiero, Hechos, es más bien un programa de revista nocturno, con esta actitud jovial que Javier Alatorre ha adoptado de un tiempo a la fecha.
Denise no es mala conductora, el programa es el que está totalmente fuera de foco. Nadie se esperaba que el noticiero desapareciera y que fuera reemplazado por un programa gris, sin originalidad y que no aporta absolutamente nada.
Telenovelas con amplio presupuesto
Antes del seudonoticiero de Denise, se estrenaron dos telenovelas (que muchos se atreven a llamar series): Tres veces Ana y Mujeres de negro. Una peor que la otra. Básicamente, estamos ante el mismo producto telenovelero donde abundan las malas actuaciones, las malas direcciones, los malos argumentos y las nefastas narrativas.
La trama de ambas telenovelas son tan burdas como cualquier otra telenovela barata. No hay un cambio, no hay nada nuevo o algo diferente --quizá lo único diferente sea la iluminación (que al parecer ya están aprendiendo a usarla), pero nada más--.
Ambas producciones siguen manteniendo la esencia de las telenovelas mal producidas.
Chapultepec 18
Antes de que López-Dóriga tomara las riendas del noticiero en el año 2000, tenía un programa llamado Chapultepec 18, era un programa de entrevistas y reportajes, donde se tocaban temas de política y sociedad.
Pues resulta que, en un arranque de creatividad y originalidad, los brillantes productores decidieron revivir ese programa y lanzarlo como un producto más de la nueva imagen del canal. ¿Para qué hacer tal cosa? ¿Para homenajear/agradecer a Joaquín? ¿Quizás porque Chapultepec 18 era un programa tan único que merecía regresar a las pantallas? ¿O porque simplemente su creatividad no les dio para más y decidieron irse por la fácil y y regresar al pasado, aplicar la fórmula del refrito, y volver a hacer un programa irrelevante (al fina y al cabo la gente se traga cualquier porquería)?
Quiero cambiar de imagen, ofrecer contenido de calidad, único y original, y darle una mejor oferta a la audiencia mexicana, ¿y qué hago? ¡Un refrito! Esto es Televisa; una empresa 100% idiotizadora.
El programa está producido con calzador; está en la barra a fuerzas y nomás para generar morbo y comentarios efímeros entre la gente, pero no aporta nada. No es polémico, no es crítico, no es novedoso; su conducción no es diferente, no es nada. Es un programa intrascendente. Y al parecer creo que sólo se hizo para salvar la sección Las mangas del chaleco.
Además, Joaquín López-Dóriga sigue demostrando que no sabe entrevistar; si revisamos todas sus entrevistas (en su antiguo noticiero o cualquier otro programa), notaremos que se la pasa haciendo preguntas sinsentido, cosas que él piensa son intelectuales o interesantes, cuando no son más que retóricas ridículas.
Esta es Televisa queriendo vender gato por liebre. Es la misma gata pero revolcada; los cambios sólo se dieron en cuanto a imagen, pero no en contenidos.
Fotos | Televisa
Parece piñata de navidad.
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