La rosa de Joan Sebastian

Es una serie que termina siendo una telenovela. Con actuaciones burdas y descoloridas, Por siempre Joan Sebastian se parece más a un capítulo de tres pesos de La rosa de Guadalupe.

Luego del fallecimiento de Joan Sebastian, Televisa decidió homenajearlo con una serie de televisión --que en realidad es una forma de hacer negocio, pero ellos quieren llamarlo "homenaje"--. Se anunció con bombos y platillos el proyecto y luego se dieron a conocer a los actores y a las actrices que participarían en dicha serie.

Pues se estrenó la mentada serie, y el resultado fue una porquería. Primero, no es una serie, sino una vil telenovela. Eso sí, una telenovela con muchas pretensiones. Esta cosa se hace llamar Por siempre Joan Sebastian. Ya con el nombre tan corriente, simplista y poco imaginativo, podemos darnos cuenta que estamos ante un bodrio televisivo.

Es una serie/telenovela muy mala, muy mal dirigida, mal actuada, mal producida, mal realizada... todo está mal. Es tan mala, que tiene el mismo nivel actoral y de producción que La rosa de Guadalupe. Así de mala es. Se supone que es una biopic, pero el resultado se acerca más a un capítulo moralino de La rosa de Guadalupe o Como dice el dicho. Además, esta seudoserie pone a Joan Sebastian como el hombre más puro y noble que el país haya conocido jamás; lo colocan casi como una deidad, como la perfección hecha persona. La telenovela recorre varios aspectos de su vida, desde niño hasta sus últimos días, pero sin el más mínimo sentido de crítica y de objetividad.

Básicamente, esta "serie" es una producción familiar, no una producción que trate de analizar con escepticismo la vida de Joan Sebastian, que trate de mostrar de manera imparcial al Joan Sebastian que todos conocíamos pero también al que nadie conocía. Y es que a esta "serie" nada más le faltó decir que Joan Sebastian era tan grande como Mozart, y que Ghandi, a lado de Joan Sebastian, es Marcial Maciel. Así de mala es.

Otra cosa que no entiendo es por qué los hijos de Joan Sebastían tenían que ser necesariamente los que personificaran a su padre. Eso no es más que una forma de llamar la atención, no es más que un intento de causar morbo y venderle al público un sentimentalismo barato. Y por si no bastara, resulta que José Manuel Figueroa y el tal Julián Figueroa son malísimos actores. Julián es peor que los actores amateur de La Rosa de Guadalupe, y Figueroa es él mismo pero con bigote.

Esta "serie" tiene la misma estructura que Hasta que te conocí, la serie de Juan Gabriel (que sí parece serie), pero terriblemente mal producida. Hasta que te conocí es mil veces mejor que Por siempre Joan Sebastian --HQTC tampoco es la gran cosa, pero es un trabajo bien logrado--.

En pocas palabras, Por siempre Joan Sebastian es un desastre. Es un trabajo que sólo demuestra la poca capacidad (y ganas) de los productores y realizadores de la televisión mexicana.

Foto | Televisa