En Torreón sólo hubo dos protagonistas: Santos y el arbitraje.
Las Semifinales de vuelta de la Liguilla del Clausura 2014 nos dejaron tres cosas: el protagonismo de "Chiquimarco", el inminente Bicampeonato del León y el nulo futbol mostrado por la mayoría de los equipos.
Como era de esperarse, el futbol mexicano continúa premiando la mediocridad, y de ésta manera podríamos tener a un Campeón o Bicampeón. Santos quedó eliminado de milagro, sí, fue un milagro que Pachuca avanzará a la Final, que nunca estuvo presente en éste partido de vuelta. Mientras tanto, León avanzó a su segunda Final consecutiva, y tiene todo, absolutamente todo para ganar su segundo torneo. Pero el tema aquí es Santos y la ayuda que recibió de "Chiquimarco", y ni así avanzó.
"Chiquimarco" y 22 más
Era hasta obvio que Santos iba a jugar como lo hizo; ya se veía venir, Pachuca iba a salir a cuidar el resultado, aún sabiendo que Santos juega sin defensa, y al más puro estilo del futbol mexicano, Pachuca fue un auténtico títere de Santos, quien hizo lo que quiso con unos tuzos incompetentes.
Por supuesto, parte importante del resultado, y del hecho de que Pachuca esté en la Final, es la pésima actuación de Marco Antonio Rodríguez, quien nuevamente se robó los reflectores e hizo parir de coraje a varios en el campo. Pero esperen, que en realidad Marco no influyó en el resultado, más bien Marco marcó lo que tenía que marcar, y de hecho, hasta evitó que Santos sucumbiera por goleada.
Desde un inicio, Pachuca estaba completamente desconcentrado y no se metía al partido, mientras que Santos ya sabía lo que tenía que hacer: atacar sin piedad sabiendo que tienen un buen ataque, pero con un ojo al gato y otro al garabato, pues atrás son un completo desastre, aunque esta vez Pachuca no quiso exhibir el aparato defensivo de Santos.
Antes de los 15 minutos, Santos ya ganaba 1-0, y se acercaba al marcador sigilosamente. Todo iba bien, al partido no le pasaba nada, Santos tenía el juego en sus manos; la remontada era inminente. Santos hubiera remontado y goleado al Pachuca, pero la calentura de sus jugadores hicieron que Santos se pusiera la soga al cuello. Cuando todo era miel sobre hojuelas, Oswaldo Sánchez es expulsado por una patada sobre el actor Enner Valencia. Una clara agresión.
Desde mi punto de vista, la roja está bien sacada, aunque Valencia también se merecía la amarilla por alzar demasiado la pierna. Oswaldo se equivocó, un portero con tanta experiencia no podía cometer tremenda tontería, y ésta falta de inteligencia en Oswaldo hizo que el Santos se viniera abajo en todos los aspectos.
Santos dejó de ir al frente por un bajón anímico y futbolístico, y la cosa empeoró cuando el arquero suplente Julio González terminó por sentencir el partido, cuando quiso hacerle una finta a Valencia, un delantero que es una piraña en el área. Y Santos estaba eliminado gracias a Oswaldo y al suplente Julio González.
Entonces la desesperación se apoderó del cuadro santista; un penal de Figueroa sobre un jugador de Pachuca que no se marca. Una barrida artera de Oribe Peralta que era de roja; patadas y más patadas que hubieran significado varias amarillas, pero que Marco Rodríguez nunca marcó. Es decir, Pachuca fue el perjudicado, y Santos todavía se puso a reclamar.
A Marco Rodríguez le encanta el protagonismo, eso es un hecho (y en Torreón se llevó todas las luces), pero no influyó en el partido, quizás en el marcador, pero no en el pase de Pachuca, donde si hubiera influido es en el pase de Santos, pues los de la Comarca estuvieron a punto de lograr el pase a la Final, todo porque Marco no marcó varias rojas y un penal, y ahí sí Marco hubiera estado en serios problemas.
Y ni qué decir de Pedro Caixinha, que es un peleonero e irrespetuoso de primera categoría, quien se fue expulsado merecidamente. Se supone que el entrenador es quien debe poner el ejemplo, pero aquí la cosa es al revés.
En realidad Santos pudo haber avanzando a la Final gracias al arbitraje, y Pachuca fue apaleado gracias al arbitraje; "Chiquimarco" influyó en el marcador, pero nada más. Lo que sí es cierto es que algo se tiene que hacer con este árbitro que le encanta la actuación y ser el único en el terreno de juego.
Apesar de todo, Pachuca mostró que no está para ser Campeón. Se ve muy complicado que puedan competir con un futbol tan gris y tan endeble. A menos que en la Final el arbitraje vuelva a ser protagonista.
Foto | Mexsport
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