El cristianismo es un mundo imaginario habitado por personas incapaces de pensar racionalmente.
Después de ver el estreno de la miniserie ¿Quién mató a Jesús?, producida por Nat Geo, llegué a la misma conclusión de siempre: el cristianismo es una auténtica paja mental. Un vómito fantasioso creado por habitantes del desierto que vivían su vida según las normas primitivas de su época, lo que los llevó a crear tremendas fábulas como la historia del metahumano Cristo, aderezado con la sicodélica idea de que ellos habían sido "elegidos" por un dios invisible, pero que sólo existía ¡y aún existe! pero en sus cabezas.
El cristianismo no es más que un montón de supercherías, engaños, incoherencias, y poseedora de disparates tras disparates. Es producto de la burda imaginación de unos iletrados, analfabetas y supersticiosos criadores de cabras, todos ellos con vidas miserables; víctimas de su propia ignorancia. Una bola de crédulos e ingenuos que se creían todo tipo de idioteces que salían de la boca de otro demente llamado Jesús de Nazaret.
Básicamente, la vida de los cristianos era dominada por el pensamiento mágico, el cual los hacía mentalmente frágiles e increíblemente débiles. Si les hubieran dicho que sus sombras eran parte del pecado original, quizás se lo hubieran creído.
Cualquier secta, religión creada por éstas personas debió de haber sido olvidada y hasta erradicada inmediatamente, pero sucedió todo lo contrario: el cristianismo, inventado por mentes primitivas, aún continúa causando estragos hasta nuestros días.
Cristo, el supuesto hijo de Dios --aunque algunos dicen que en realidad era el mismísimo Dios que se hizo humano y vino a la Tierra (?)--, les vendió el cuento de que venía de otro lugar del universo, y los crédulos temerosos se la creyeron. Para creerse la historia de Jesucristo, hay que tener la capacidad de abandonar todo tipo de razonamiento, de lógica y de sentido común --algunos llaman fe a esta forma irracional de ver la realidad--, y luego comenzar a creer que un hippie fue capaz de multiplicar los panes, pescar enormes cantidades de peces, convertir el agua en vino, curar enfermos, revivir muertos, caminar sobre el agua, levitar y hasta resucitar.
Lo curioso del caso, es que Jesús era capaz de todo lo anterior (y hasta más), pero no era capaz de desamarrarse y quitarse las cadenas cuando fue arrestado, lo cual indica que o sufría de amnesia o era un sadomasoquista. A todo esto, tendríamos que sumarle muchas dudas sobre su honestidad; ¿sabía Jesús que iba a resucitar? Y si lo sabía ¿por qué no dijo nada? ¿Y por qué Jesús no dejó nada escrito? ¿Acaso era analfabeta?
Está claro que Jesús nació con problemas mentales. Era raro. Despreció a su propia familia, con lo que podríamos decir que el carpintero, además de racista y xenófobo, era un psicópata. Un suicida que invitaba a no pensar en el futuro, a no planear y a no progresar. Estaba loco.
Y ni qué decir de la Biblia, un libraco absurdo, de fantasía, plagado de fábulas que es un insulto permanente al intelecto humano. De principio a fin, uno sólo encuentra salvajismo, misoginia, sed de venganza e historias infantiles con una incoherencia e irracionalidad espeluznante. Escrito y basado en la Edad de Bronce, donde el barbarismo era cosa de todos los días. Por supuesto, lo que más resalta son las contradicciones, que son tantas que la Biblia debería llamarse "Las Santas Contradicciones".
Y lo más chistoso de todo este cuento, es que ahora el cristianismo pasó a convertirse en todo aquello contra lo que su personaje Jesús luchó hasta ser linchado: una secta organizada, un imperio que no hace más que lucrar.
Es por eso que el cristianismo es y seguirá siendo uno de los peores inventos de la humanidad.
Foto | Ximinia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cada mensaje que nos llega de ustedes, cada mensaje que se publica en Ximinia, lo leemos y (en el 99% de los casos) lo respondemos. Por favor, sigan escribiendo, solo pedimos buen criterio. Aquí hay lugar para casi todo: réplicas y contrarréplicas, críticas y datos duros, sugerencias de lecturas, humor, muestras de inconformidad y de indignación y, por supuesto, bromas. Solo pedimos civilidad y respeto. Más información.