¿Quién mató al carpintero revoltoso?

"El cuento e invento de Jesús es el que más dinero nos ha reportado a la iglesia": León X, el Papa brutalmente honesto que sabía que Cristo fue un invento.

A través de National Geographic, se estrenó una serie de dos capítulos llamada Killing Jesus, que en castellano le pusieron ¿Quién mató a Jesús?. Es un intento de serie sobre una de las mitologías más famosas del mundo: el cristianismo.

Básicamente, aquí la idea es hacer un negocio redondo con el tema de la religión (en este caso la secta cristiana), generar audiencia y quizás polémica, y más con esto de la Semana Santa y la siempre redituable historia de Cristo. Nat Geo, como buenos judeocristianos, decidieron recrear la época de Chucho el carpintero para resolver la incógnita: ¿quién mató a Jesús?

Y yo que pensé que ya todos sabíamos quién había matado a Jesús: el sumo sacerdote Caifás. El gran Caifás, una persona de fe, cercana a Dios.

La historia se centra en la fábula del hechicero, mago e/o ilusionista Jesús de Nazaret, un personaje ficticio que los inventores del cristianismo se encargaron de adornar y darle superpoderes que rebasan cualquier tipo de lógica humana y que además le dieron un origen divino, o mejor dicho, extraterrestre --"Mi reino no es de este mundo", decía el carpintero alucinado, o sea, que era de otro lugar del universo--.

Pues buen, la miniserie cuenta la historia de éste metahumano de múltiples nombres, hijo bastardo de una virgen y una paloma calenturienta. Su madre, María, lo engendró sin haber tenido coito, nació de su vagina virgen, es decir, con el himen intacto, y dicen que fue abducida por ángeles, con todo e himen. ¡Válgame Dios! Estos cristianos están más locos que una cabra con retraso mental.

La serie es mediana. No es una súper producción (aunque algunos atarantados se creyeron el cuento completito). La recreacción de Judea y sus alrededores (o el lugar donde Jesús haya cometido sus fechorías) no es de gran nivel, pero cumple con su cometido --y es que nadie esperaba más--. Comenzando con las actuaciones, yo diría que llegan a ser hasta mediocres; son personajes sin profundidad y sin mucha complejidad, vendrían siendo actuaciones como de cualquier recreacción que hace Nat Geo en sus documentales. Nada interesante. Los únicos que no lo hacen tan mal son los emperadores y mi tío Pilato y su esposa. Los que representan a Jesús y los crédulos del desierto (sus seguidores) parecen cavernícolas, aunque de cierta manera, los habitantes de ésta época tenían mentes y comportamiento cavernícola, así que digamos que esta parte es creíble. Lo que sí es ridículo son las barbas postizas; no sólo es evidente que son falsas, sino que además parecen barbas de plástico, ya que luego, luego se nota que están más tiesas que sus sandalias.

Y ni qué decir del arte, la estética y el vestuario, que me pareció muy deficiente. La ambientación es regular --que por cierto por un momento creí que estaba viendo Star Wars--, nada brillante, nada monumental.

El esquizoide Jesús de Nazaret es representado como una persona hiperactiva, no es el típico hombre que todo el tiempo está reflexivo, serio, acongojado y hasta melancólico (como se le pinta en muchas películas y algunas series). De hecho, se le representa como el resto de los habitantes: crédulo, increíblemente supersticioso, acomplejado y con tremendos problemas psicológicos. Perturbado. Un fanático religioso fuera de sí, fuera de la realidad; viviendo en un mundo de fantasía, cree que el fin del mundo se aproxima y se apura a reunir adeptos para salvar a la humanidad (?). Un verdadero alucinado digno de tratamiento psiquiátrico con grandes dosis de psicofármacos.

Al ser de sólo dos episodios, la historia avanza rápido. Tan rápido que ni siquiera especulan en los famosos años perdidos de Jesús --que quién sabe qué pasó con él en todo ese tiempo, aunque lo más seguro es que los que escribieron sobre su leyenda ya no les alcanzó la imaginación, y se saltaron varios años hasta llegar a su adultez; porque de los 12 a los 30 años una persona vive muchas experiencias, ¿no? Y más si esa persona es el supuesto hijo del creador de todo--. Ni siquiera ahondan (desde la perspectiva que ustedes quieran) en las costumbres de aquella época, no sé, algo como... Las lapidaciones de mujeres, por ejemplo. La misoginia y el barbarismo, que en aquellos tiempos eran cosas de todos los días. O hacer uno que otro paréntesis e ir a otros lares del mundo para ver qué sucedía mientras Jesús intentaba convencer a una bola de campesinos analfabetos, por ejemplo, en China, donde la gente era más pensante, y no una bola de iletrados más crédulos que niños de 4 años. Entre un montonal de cosas más.

Y lo peor del caso es que ni siquiera se trata de un programa con algún tipo de crítica, por ejemplo, si existió o no nuestro amigo invencible, o la influencia negativa que éste hombre inmortal ha tenido hasta nuestros días, así como la idea de tomar de ejemplo a un hombre mitad humano y mitad alienígena de la Edad de Bronce y que ni siquiera sabemos a ciencia cierta si en verdad existió. O hacer hincapié en la absurda idea del cristianismo de querer considerar como valores actuales los valores de hace más de dos mil años, etc.

Es sólo una serie corriente que no aporta nada. De paso, alimenta la fantasiosa historia del cristianismo, una religión inventada en base a la ignorancia humana, que opaca y sigue opacando el conocimiento humano, nublando el pensamiento crítico de las personas, cuyos representantes han sido un lastre para humanidad y el avance del mismo desde que éstos mismos aparecieron.

Creo que la idea era sólo tratar de hacer una miniserie sobre un tema que siempre da de qué hablar. A menos que dicha serie pretenda cambiar la historia del cristianismo, lo cual no creo. Aunque si nos ponemos a investigar, la pregunta "¿Quién mató a Jesús?" es muy fácil de responder: probablemente nadie, porque muy probablemente Jesús no existió.