La principal excusa para que no exista una sola confederación, es la distancia. Y claro que se entiende. Un partido eliminatorio entre Canadá y Argentina sería complicado.
Tuvieron que pasar cien años para que la Copa América tuviera cierto sentido. Por única ocasión el torneo de Selecciones más importante del continente americano --hablamos de la Copa América, por si alguien se le vino a la cabeza la Copa Oro--, reune a equipos de la Conmebol y la Concacaf para hacer de la Copa América una Copa América de verdad. Es decir, la Copa América ahora tiene más sentido, al menos por ahora, porque se decidió incluir equipos de la Concacaf, y hacer valer el nombre del torneo. Ahora la Copa América puede llamársele torneo continental porque tienen participación más equipos del continente.
A pesar de que sólo seis equipos de la Concacaf son los que participaron en la edición número cien de la Copa América, el torneo por fin puede considerarse como torneo continental, ya que anteriormente, y como volverá a ser en el 2019, la Copa América era en realidad Copa Sudamérica, sólo que la Conmebol comete el absurdo de llamarlo Copa América, siendo que sólo equipos de Sudamérica pueden participar --y para colmo la Conmebol "invita" a México (y Estados Unidos) a participar al torneo, como si México no formara parte de América.
Esto sucede por la absurda existencia de dos confederaciones --CONCACAF y CONMEBOL--, quienes realizan torneos y demás como si de dos continentes se tratara. A mí siempre me parecerá ridícula que en América existan dos confederaciones, y que una de ellas (Conmebol) haga un torneo diciendo que se trata de uno continental, cuando en realidad sólo es un torneo sudamericano.
Concacaf y Conmebol deberían desaparecer para forma una sola confederación. Esto beneficiaría, primero, a México, que estaría compitiendo a un mayor nivel. No calificaría a los mundiales tan seguido como lo hace actualmente en la Concacaf, pero eso ayudaría a que el nivel futbolístico creciera. El equipo mexicano vería su sueño hecho realidad al enfrentarse más seguido a Brasil, Argentina, Chile, Colombia, y la siempre poderosa ¡Bolivia!... Lo de Bolivia es sarcasmo, como habrán podido darse cuenta. La exigencia sería mayor y el espectáculo y las expectativas aumentarían en todo el continente. Por supuesto, las demás selecciones, principalmente de Concacaf, también se verían beneficiadas al competir con rivales sudamericanos, que poseen un mejor nivel futbolístico. Y así todos salen ganando.
La principal excusa para que no exista una sola confederación, es la distancia. Y claro que se entiende. Un partido eliminatorio entre Canadá y Argentina sería complicado, pero eso se puede solucionar haciendo eliminatorias por zonas, por ejemplo, o algo que ayude a reducir los colosales viajes.
No sólo sería benéfico para los equipos de la Concacaf, que entrarían en una nueva corriente competitiva, sino que también las eliminatorias y torneos de selecciones acapararían mucho más la atención, y por supuesto, a las oficinas llegarían más arcas de dinero, que como todos sabemos es una de las principales prioridades, tanto de Concacaf como de Conmebol.
En el caso de la Copa América, al aumentar las selecciones, se tendría que hacer una eliminatoria para acceder al torneo (tal como sucede con la Euro), y así tener un torneo con los mejores equipos. Y con 16 equipos me parece suficiente, porque al aumentar el número de selecciones a 24, por ejemplo, abarataría se abarataría la competencia y el nivel se vendría abajo, y más si se trata de equipos de la Concacaf.
Lo que estamos viendo en la Copa América Centenario, es lo ideal. Es lo que debería ocurrir siempre. Esta edición de Copa América sí puede llamarse Copa América, porque tomó en cuenta al resto del continente. Y por eso hoy estamos viendo un auténtico torneo continental.
Que el continente tenga divisiones geográficas, se entiende, pero que tenga dos confederaciones es algo que nunca entenderé.
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