Estados Unidos salió a ganar el partido... y lo ganó. Japón nunca se metió al juego, y cuando se dieron cuenta de que estaban jugando la Final del Mundial, ya les habían ensartado cuatro goles.
En una Final inesperada, Estados Unidos obtuvo su tercera Copa del Mundo, al vencer por 5 goles a 2 a unas japonesas que fueron rebasadas en todos los sectores de la cancha. Estados Unidos fue contundente, certero y superó física, mental y futbolísticamente a las niponas.
De siete Copas del Mundo que se han realizado, Estados Unidos ha ganado tres; es el máximo ganador y en Canadá 2015 demostraron por qué lo han ganado casi todo.
Japón había llegado a la Final de manera un tanto circunstancial, pues habían eliminado a Inglaterra en semifinales con un autogol de las británicas. A pesar de que las inglesas no pudieron ganar el partido de semifinales, muy posiblemente hubieran dado un mejor partido que Japón en la Final, o por lo mejos hubieran impuesto mucha mayor resistencia.
Las estadounidenses salieron a ganar el partido desde el primer momento. No se guardaron nada; estaban seguras de sí mismas, sabían que eran mejores y lo demostraron durante gran parte del juego. Físicamente, Estados Unidos lucía mejor, siendo Japón más fuerte en la parte táctica, pero ni eso les funcionó a las asiáticas, quienes sucumbieron ante la verticalidad y el talento de las gringas, sobre todo en la parte ofensiva, quienes tomaron la posesión de la pelota y manejaron el partido a su manera, anotando así 4 tantos en la primera parte, finiquitando la Final.
En el primer tiempo no hubo otro equipo en la cancha. Con una aplastante convicción y ambición, las estadounidenses masacraron a las japonesas con una ofensiva letal. Al final de la primera parte, Japón anotaría el 4-1, y cuando parecía que era el despertar de Las Iguanas, la tónica del partido en la segunda parte sería casi la misma. Estados Unidos le bajó a las revoluciones y dejó que Japón se acercara al área, y anotaría el segundo, pero a Japón le faltó mucha más reacción y orden en medio campo, donde eran un cheque al portador. Japón no reaccionó como era de esperarse, y Estados Unidos marcaría el quinto y definitivo.
Y de esta forma Estados Unidos se alzaba como Campeón del Mundo. Más que merecido. Fue el mejor equipo durante todo el torneo, y aunque en la Final no tuvo rival, no especuló en ningún momento.
Reviewed by José L. Bravo
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9:55 p.m.
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