Tigres buscará el primer título de Copa Libertadores para el futbol mexicano.
Por tercera ocasión, un equipo mexicano se mete a una Final de Copa Libertadores. Cruz Azul y Chivas lo habían hecho, y esta vez es Tigres, quien de manera clara y contundente, derrotó 3-1 al Internacional de Brasil. Ampliamente superior, de principio a fin, Tigres dio su mejor partido del torneo, dejando claro que tiene con qué para competir en la Final, y con muchas posibilidades para ganarla.
Gran partido, enorme desempeño de Tigres en el juego de vuelta de la Semifinal de la Copa Libertadores 2015. Sólo hubo un equipo en la cancha, quien apretó y quien tomó la iniciativa y el único quien desplegó un futbol realmente competitivo y de calidad. El dominio felino fue tal, que el marcador tuvo que haber sido mucho más grande. Inter nunca llegó a Monterrey; el Inter que vimos en Porto Alegre se quedó allá. Nada que ver este Inter con el del partido de ida; perdido y futbolísticamente desenchufado.
Tigres fue agresivo y tremendamente ambicioso, buscó ganar el partido y lo hizo mostrando un gran nivel colectivo, pero sobre todo individual. Javier Aquino y Jürgen Damm sobresalieron de gran manera. Se defendieron bien, aunque también hay que tomar en cuenta que Inter tampoco fue un equipo que haya puesto en predicamentos a Tigres. Por las bandas, Tigres demolió a los brasileños, quienes no metían ni las uñas.
Apenas al minuto 18', el francés (próximamente naturalizado mexicano) André Gignac abriría el marcador con un cabezazo --el volcán hacía erupción--. Al 40', un autogol de Gefferson sepultaría al Inter, y al 57', Arévalo Ríos pondría el último clavo en el ataúd marcando el 3-0 (previamente, Rafael Sobis había fallado un penal). Las cosas se complicarían para Tigres al final del partido, y es algo en lo cual el equipo tiene que poner atención: cuando Tigres tuvo que haber buscado más goles, le bajó el ritmo al partido y dejó de ser más ofensivo, esperó a que el tiempo se diluyera, fue entonces cuando el Inter, sacando fuerzas de flaqueza, consiguió el 3-1, quedando a solo un gol de la Final --con eso del gol de visitante--. Fueron tres minutos eternos, y, arjoneando un poco, el tiempo parecía avanzar hacia atrás; la eliminación, el fracaso monumental estaba latente, pero para fortuna de Tigres, el Inter estaba muerto en vida.
Un triunfo categórico y meritorio, un tanto sufrido al final (porque Tigres así lo quiso, ya que pudo haber masacrado al rival), pero justo el resultado. De esta manera, Tigres es un digno finalista y con amplias posibilidades de traerse la Libertadores a casa.
La Final de ida será en Monterrey y el de vuelta en Argentina, ante el mismísimo River Plate, un equipo muy contundente y certero, que no ha enfrentado a los grandes rivales sudamericanos, pero que también es un equipo agresivo y voraz al frente. Por lo que hemos visto de Tigres hasta el momento, todo parece indicar que tendremos una Final pareja.
Las únicas ventajas que le veo a River Plate son: que juega un torneo que conoce muy bien, que el juego de vuelta será en su casa, que tiene experiencia en estos torneos y que sabe cómo jugar estos partidos. Además, Tigres no ha sido un buen visitante en esta Libertadores, algo también a considerar. Pero futbolísticamente, me parece que Tigres puede solventar éstas desventajas sin problemas. Tiene el plantel y el futbol para dar una gran Final y ganarla.
Foto | Mexsport
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