Un equipo que consigue el Campeonato como ningún otro equipo lo había hecho en toda la historia del futbol mexicano, merece el reconocimiento de todos.
Esta vez no hubo un equipo que le hiciera el milagro al América. Esta vez tuvo al mejor equipo de la Liguilla, y así lo hizo valer en la cancha. En la casa del América, el estadio Azteca, el León se coronó Campeón del Apertura 2013, despedazando a las Águilas, quienes se quedaron con la miel en los labios; cerca, muy cerca del Bicampeonato.
Desde la despedida de Bronco en 1997, la gente no salía tan triste del estadio Azteca, que se pintó completamente de amarillo, pues las Águilas del América no pudieron conseguir el tan añorado, soñado y deseado Bicampeonato; León fue quien los regresó a su realidad. Una realidad donde no hay mediocres a quien ganarle, ya que el León fue mucho más equipo que los azulcremas.
Luego de un auténtico milagro, hace apenas unos meses en la Final del Clausura 2013, los americanistas no pudieron refrendar el título conseguido en aquel torneo, ya que ahora sí se midieron ante un equipo de verdad, y no a un zombie como el Cruz Azul.
Y ni las manos metieron; la manera en que cayeron los tres goles del León, reflejan claramente el declive que el equipo americanista estaba sufriendo desde hace ya un tiempo. Desde el partido de ida, León fue mucho mejor, no tuvo tanto tiempo la pelota como en anteriores ocasiones, pero fue contundente, fue inteligente para manejar ambos encuentros, y fue así que salió victorioso ante un América incapaz de concretar las grandes oportunidades que se les presentaron.
En el partido de ida, el León, al igual que el América, se fue al frente a buscar el resultado, sin especular y sin pensarla dos veces, y le dio resultado: 2 goles fueron más que suficiente para sentenciar la Final y resolverla en el Azteca, donde el León manejó magistralmente los tiempos, supo administrar los contragolpes y su impresionante efectividad. América, con una idea clara pero con una pésima contundencia, nada pudo hacer, mas que observar el futbol leonés.
León se devoró al América
Las ceremonias protocolarias sin chiste y sin sentido se hicieron presentes en la Final de vuelta, la tan esperadísima Final en el Azteca, que dizque ahora sí iba a ser vista por todo México --menos en Baja California, donde los canales de Televisa sólo pueden ser vistos por cable (?)--.
Sólo el ganador se llevaría el trofeo, el perdedor no. |
Para amenizar el encuentro, se entonó el Himno Bélico Nacional Mexicano, que le dio rienda suelta a la hipocresía del mexicano, pues mientras la obra patriótica sonaba a todo volúmen, el público que llenó el Azteca, cantaba pero los himnos del América. Una tontería, por parte de los aficionados y por parte de la liga que se empeña en llevar el futbol más allá --como la FIFA, que pone los himnos antes de cada partido--.
Luego de tanta parafernalia, daba comienzo el partido. La afición americanista hizo un lleno en el Azteca, inmueble que lucía majestuoso, completamente pintado de amarillo. Incluso se llenó más que en la Final anterior. Nada más que ahora la gente no abandonó el estadio 20 minutos antes del final.
América tenía que anotar 3 goles para ser Bicampeón del futbol mexicano --una hazaña de proporciones casi mitológicas, algo que sólo Pumas ha logrado en toda la historia de los torneos cortos--, y anotar 2 si quería empatar el marcador global y enviar el juego a tiempos extras, para que luego Rafa Márquez desviara un cabezazo de Muñoz en tiro de esquina, y de esta manera ser Campeón del futbol mexicano por segunda vez consecutiva, ahora en tiempos extras, no en penales.
Pero esto no sucedió, pues el León no es el Cruz Azul. León es un equipo hecho y derecho, sólido y letal. Y así lo demostró desde un inicio. Además, la estrategia de Herrera no ayudó mucho que digamos; ¿En qué estaba pensado Miguel Herrera cuando puso a Narciso Mina como titular? Mina nunca juega, y por ende, no está en ritmo, pero aún si lo pones como titular en una Final, en un partido importantísimo donde se necesita mucha concentración y gran ritmo, ¿acaso Herrera habrá pensando que, como por arte de magia, Mina iba a responder con goles e iba a dar un gran partido, así, de la nada?
Es cierto que Rey no dio un buen partido en León, pero es más que evidente que se encontraba en mucho pero mucho mejor nivel y estado físico que Mina. Fue un error que le costaría muy caro a Herrera, pues el ecuatoriano falló cuatro oportunidades claras de gol, algo que hubiera cambiado mucho las cosas, y posiblemente el resultado final.
Primero, América comenzó con la posesión de la pelota --en el primer tiempo América fue mejor que el León--, pero el problema es que no sabía cómo capitalizar dicho dominio. América se movía más en el terreno de juego, pero sin resultados positivos.
Llegaba al área rival, generaba una gran cantidad de jugadas, pero no concretaba ninguna. Eso sí, estuvo muy cerca, pero fue una noche en que la fortuna no estaría de su lado; apenas al minuto 8', un disparo de Mendoza se estrella en el poste derecho del arquero seudomexicano William Yarbrough, y América se quedaba a nada de cambiar el curso de la historia, pues si ese disparo entra, el partido toma otro rumbo.
Al minuto 10', el tronco Mina falla un cabezazo frente a la portería, y nuevamente América tuvo la oprtunidad de cambiar su destino, pero la volvía a desaprovechar, y no sería la última vez. Narciso, desde que llegó al América, nunca se ha mostrado comprometido con el equipo, pareciera que está en el América a fuerzas, y aún así Miguel Herrera lo pone como titular en la Final, cuando ni siquiera ha mostrado argumentos mínimos como para ponerlo a iniciar un partido tan importante.
Boselli cashaba al Azteca. |
A diferencia del partido de ida, León no fue tan ofensivo y proponedor, pero sabía lo que estaba haciendo, fue así que, defendiéndose extraordinariamente bien, y haciendo uso de su gran medio campo, utilizó el contragolpe de gran manera, y al 13', Mauro Boselli ponía el primer clavo en el ataúd de las Águilas; una gran definición por parte del argentino que es un matón dentro del área. El mejor jugador, después de Yarbrough, en esta Final de vuelta, sin duda alguna.
Ahora, remarco algo que noté del América en esta Final, y fue su hambre de regresar al partido desde un principio, pero no fue tan ambicioso y tirado completamente al frente, arriesgando todo de una vez por todas al 100%, ¿por qué digo esto? Porque hace un año, en la Semifinal de vuelta ante el Toluca, el América jugó como antes lo había hecho, y desde el primer minuto en aquel partido, se lanzó al frente con un frenesí impresionante, dejando en shock a medio mundo. Fallaron muchos goles, pero anotaron dos, y se quedaron a uno solo de darle vuelta al marcador (luego de haber perdido 0-2 en el partido de ida en el Azteca).
Ése América del año pasado, yo no lo vi en esta Final del Apertura 2013, en cambio, vi a un América sin la intensidad y el corazón que se necesitaba; el año pasado fue más decidido, esta vez no. Seguramente a Miguel Herrera se le olvidó ese partido del año pasado.
Ahora América necesitaba 4 goles, pero antes, las desesperación y el pésimo manejo emocional y futbolístico comenzó a aparecer en los amarillos; al 23', el árbitro amonesta a Rubens Sambueza, y de paso a Aquivaldo Mosquera. Para no variar, al 36', otra vez Narciso Mina vuelve a fallar frente al arco. Y América de veras estaba esperando un milagro, porque en la cancha no se le estaba dando nada.
León estaba cómodo en el partido, no estaba cuidando el resultado, estaba manejando el partido casi a su gusto, pero un error le daría un susto tremendo, cuando Ignacio González, al 42', desvía un disparo de Sambuenza, para poner el del empate, y América despertaba, al igual que su afición, quien rápidamente despertó del shock del primer gol. Pero a diferencia de otros equipos, el León, en lugar de mermarse, rápidamente se recuperó y regresó al partido. Como si nada hubiera pasado.
Efectivamente, América ni siquiera anotó en la Final, anotaron por ellos; no fue capaz de concretar sus propias jugadas, tuvo que aparecer un autogol para hacer más decoroso el baile de la fiera sobre las Águilas. Pero poco les duraría el gusto a los millonetas, pues al 51', ya en la segunda mitad, Nacho González lava su error y anota el segundo de los panzas verdes. América, de manera dramática, sucumbía ante un León que era un asesino dentro del área.
Pero, lo que soprendió no fue el segundo gol, sino que Mina aún continuara en el campo; resulta que Herrera estaba viendo otro partido, pues después del espectáculo de Mina en la primera parte, todavía se atrevió a dejarlo varios minutos más en la cancha, cuando todo el país daba por hecho que ya no iniciaría. Y sí, Miguel Herrera se daría cuenta de que su equipo estaba jugando con 10 jugadores y un tronco que se arrastraba por el campo.
Pero Mina, que ha sido buleado por todos los aficionados por su desempeño en la Final, no fue el único que la cajeteó. Ahí está Raúl Jiménez, o mejor dicho, ¿dónde estaba Jiménez? Ni siquiera apareció, ni en el de ida ni en el de vuelta. Desapareció en toda la Liguilla. Al igual que Layún, que lo intentaba pero no pesó en el partido. El único que se veía comprometido y con ganas de darle la vuelta al asunto, era Sambueza, y eso que jugó con la calentura, en lugar de usar la cabeza y su talento.
Al 53', cuando el partido estaba medio parejo, una falta sobre Sambueza enciende los ánimos. Es una falta que, a mi parecer, es muy complicada, pudo haber sido penal, pero también el jugador del León va a la pelota, además, Sambuenza se la pasa fingiendo y exagerando todas las faltas, así que eso influyó en el árbitro para que no marcara nada. Y de ésta jugada se deriva la expulsión de Rodríguez, ya cuando Britos se iba solo frente a Muñoz para marcar el segundo. Al "Maza" le sacan la roja, y el éste se enoja y le tira la pelota al cuerpo del árbitro, y al parecer el árbitro es masoquista, pues ni se inmutó con la agresión (creo que le gusta que lo humillen).
Si con 11, América apenas podía crear jugadas de peligro, pues con 10 no iban a hacer mucho que digamos. Y así fue, pero lo que pesó más fue el golpe anímico; ya sabían que tenían que anotar cuatro, y les fue imposible organizarse y buscar derrotar al León que estaba crecido en cancha ajena.
Al 68', Mina ¡por fin saldría de cambio! Pero sin antes hacer su última pifia del partido, al mandar otro cabezazo por arriba del marco del León. Y en medio de un abucheo generalizado (como era de esperarse), sale el pobre Mina con la cabeza agachada --no sabemos si se sentía apenado o avergonzado, pues con el dinero que gana por cometer tremendas burradas, no creo que sienta culpas ni remordimientos (el dinero lo cura todo)--. En su lugar entraba Rey, que poco/nada pudo hacer, pues ya todo estaba terminado. Además, el mismo Rey tampoco fue el gran refuerzo que el América esperaba, dicho sea de paso.
El arbitraje no permitió que el América consiguiera el Bicampeonato (según Miguel Herrera). |
Y el partido llegaría a su fin al minuto 72', cuando Edwin Hernández, en una de las tantas descolgadas del León, marcaba el tercer tanto del partido, y León era Campeón del futbol mexicano, sin milagros y sin ayuda de su rival, sino por méritos propios, tal vez ligeramente beneficiado por el mal trabajo arbitral, pero justo ganador, justo vencedor; nadie más se merecía ser Campeón que el Léon.
Ganó el partido 1-3, en el global goleó 1-5, pero pudieron haber sido mucho más. También es cierto que la defensa del León no fue la gran cosa, pues su portero William fue la figura del encuentro, pero eso no le quita que sea un digno Campeón. Además, América fue el que falló todas, no el León, que nuevamente fue contundente.
Pero faltaba más, pues la historia de terror del América terminaría con la expulsión de Miguel Herrera, por supuesto, una expulsión de manera injusta, según él. Cuando es retirado del partido, se fue diciendo hasta de lo que se iban a morir los árbitros y demás gente que había conspirado en su contra en esta Final.
Las cosas del futbol; parece que fue ayer cuando Herrera quería besar a todo mundo en la Final del Clausura 2013, y ahora parecía que se quería comer al primero que se le pusiera enfrente. Claro, estos berrinches, cuando fue echado del partido, no se compara con la actitud que mostró después del mismo.
De aquí en adelante no pasó más. León cerró las puertas y América estaba muerto en vida. Pitaba el árbitro --que no agregó nada--, y el León era Campeón del Apertura 2013, 21 años después. El sexto título en su historia, acercándose lentamente a los demás (¿escuchaste eso, Cruz Azul?).
El árbitro pita el final... Los jugadores saltan de sus asientos, brincan, gritan y corren al campo. Márquez se abraza con todos, Elías Hernández celebra como si él hubiese sido fundamental en el equipo. Yarbrough grita como loca, el cuerpo técnico corre por doquier; Matosas no sabe si reír, llorar o gritar. Los reporteros de Telerrisa preguntan las mismas trivialidades de siempre, y los jugadores también responden como siempre.
Esta vez la transmisión de los festejos no se alargó tres horas --como en la Final pasada--, y mucho menos apareció Azcárraga para robar cámara y promocionar su persona en la cancha (claro, esta asquerosa persona sólo parece cuando le conviene). Y ni mucho menos se hizo presente Carlos Slim (dueño del León), pues ni siquiera hubo tomas a los palcos donde él se encontraba, y quien sabe si acudió al estadio; ¿O acaso Televisa habrá vetado en la transmisión al señor Slim?
Subcampeón
El problema del América no fue el arbitraje, como Miguel Herrera jura y perjura, pues terminaron en primer lugar de la tabla general, fue el mejor equipo y llegó hasta la Final, donde cayeron ante el mejor equipo de la Liguilla. Entonces, que nos diga Herrera cómo es que un equipo perseguido por el arbitraje consigue tanto y llega tan lejos.
El problema real de éste América es que comenzó de manera extraordinaria el torneo, inclusive llegó a jugar mejor que el torneo pasado, pero este nivel sólo le duró no más de 10 jornadas, de ahí en adelante el equipo se fue cayendo notoriamente hasta llegar a la Liguilla, donde pudo avanzar hasta la Final gracias al patético desempeño de sus rivales.
Lo peor que te puede pasar en el futbol mexicano, es comenzar bien y terminar mal. No, en el futbol mexicano las cosas funcionan al revés: tienes que comenzar, si no mal, más o menos bien (en realidad no importa cómo inicies), pero cerrar en óptimas condiciones el torneo regular, para entrar de lleno a la Liguilla en un nivel competitivo. De nada te sirve ser el mejor del torneo, terminar en la cima de la tabla, si vas a llegar a la Liguilla en un 20% de tu nivel real.
América no pudo mantener el ritmo, el nivel y la inercia que traía, por muchas cosas, por la inconsistencia del futbol mexicano y por hacerla de bombero en la Eliminatoria mundialista. En el balompié mexicano es muy común estos casos, y América tuvo la mala fortuna de caer en la irregularidad.
Además, América --si ustedes recuerdan-- tuvo también la ventaja de enfrentar a rivales de medio pelo, equipos que no le competían para nada; América se rodeó de una mediocridad en la cual lucía como grande, pero ante la mediocridad cualquiera que juegue bien se ve grande.
Hasta la jornada 10/12, América jugaba bien, después todo comenzó a deteriorarse, y el resultado final lo vimos en la Final de ida y de vuelta; el América del arranque del torneo regular, probablemente hubiera podido hacer algo más. De hecho, el León es la prueba más clara de éste mal del futbol mexicano, pues la fiera no inició el torneo como lo terminó; fue de menos a más, fue perfeccionando su estilo y su nivel, y miren lo que consiguió y cómo terminó. Sin duda, el mejor equipo de la Liguilla --los ¡17! goles anotados lo respaldan--.
Revolucionando el futbol mexicano
Acerca del León, pues las palabras salen sobrando. Basta con ver uno de sus partidos para darnos cuenta del pedazo de equipo que es, y por eso es justo Campeón. El estilo, la idea, la propuesta, la ambición, etc., es algo que a mí me sorprende, ¿hace cuánto que no veíamos a un equipo así? Ni el América del 2005, el Pachuca del 2007 y ni el Necaxa multicampeón jugaban así.
Un equipo realmente espectacular, que proponía de principio a fin, y esto es lo que a mí me deja con la boca abierta: un equipo de la liga mexicana jugando los 90 minutos ofensivamente, sin detenerse y sin especular. Increíble, simplemente increíble. Es algo que no se ve todos los días en el futbol mexicano. Generalmente los equipos mexicanos, cuando consiguien un gol, con eso tienen y con eso se conforman, el León no, el León busca una y otra vez hacer más goles; va por más sin importarle que el partido ya esté resuelto.
Además, este León del Apertura 2013, es mucho mejor que el del año pasado, cuando llegaron hasta Semifinales --donde fueron eliminados por los Xolos--, se desenvuelve más y es mucho más contundente, y el título conseguido lo demuestra perfectamente.
El Campeón más grande de toda la historia del futbol mexicano. |
Un equipo como el León hay que ponerlo en lo más alto de la historia del futbol mexicano, porque jugar así, con esa propuesta, no es fácil, algo que nunca se había visto en el futbol mexicano. Por eso, además de ovacionarlo, habría que agradecerle por darnos tremendo espectáculo (apesar de que sus partidos se transmitían por cable). Ningún equipo había jugado (y mucho menos había salido Campeón) como el León lo hizo hoy, y me atrevo a decir que ni las Chivas ni el América en sus épocas doradas jugaron y lograron lo que el León logró --era otro futbol, pero la idea de jugar así, es algo nunca antes visto--.
Al León hay que reconocerle esta parte, porque casi nadie lo está haciendo, la mayoría está hablando de la derrota del América, cómo perdió el América, y de Miguel Herrera. Hay que hablar del Campeón, que es un histórico, por su futbol y su propuesta. Muy difícilmente volveremos a ver otro equipo así. León es simplemente uno de los mejores Campeones que ha habido en el futbol mexicano, en toda la historia; nunca antes un Campeón tan completo como el León. Y ojalá, por el bien del futbol mexicano, que siga con este nivel, con esta propuesta, y que consiga un Bicampeonato y más, pues jugando así, lo puede ganar todo.
Insistimos, este León es el Campéon más grande en toda la historia del futbol mexicano. Para que vean el tamaño de que equipo que estamos viendo.
Y no podemos dejar fuera a Matosas, quien es el orquestador de todo esto, una de las piezas fundamentales del equipo. Que en el torneo pasado estuvo a punto de irse del equipo, luego de haber tenido un torneo para el olvido --para sorpresa de muchos-- en el Clausura 2013, esta vez recompuso al equipo e hizo del mismo toda una máquina de matar.
Acerca del partido de vuelta, sin duda alguna, el jugador fue William Yarbrough, que apesar de no tener experiencia alguna en Finales, dio un partidazo, no sólo evitó la caída de su marco en varias ocasiones, sino que supo manejar la presión que una Final es capaz de ejercer. Y junto con el grigo-mexicano, Boselli también sobresale en esta Final, un jugador letal que no perdona en el área, y que todo el tiempo estuvo presente para marca todos los goles que fueran necesarios.
Asimismo, Britos, Peña, Montes y Márquez fueron claves para conseguir el Campeonato. Qué decir de Márquez, que se le cumple el sueño de ser Campeón en el futbol mexicano, después de ser Campeón en Francia, en España --con el Barcelona ganó la Champions, el Mundial de Clubes y otros trofeos más--, con Selección se adjudicó la Confederaciones del '99, varias Copas de Oro y no sé qué tanto.
Había perdido una Final en el '99, ante el Toluca (en penales), y años después regresa para tomar venganza, ahora ante el América, que muchos ya lo ponían como equipo de época, algo con lo cual no estoy de acuerdo. El gran Decio le entrega la Copa, y Márquez, capitán del equipo, lo leventa en todo lo alto. Capitán de un equipo único en el balompié mexicano.
Ahora para el León se viene la Copa Libertadores, la cual, con este nivel, podrían conseguir grandes cosas, siempre y cuando la idea, el estilo, el nivel y la convicción se mantengan como hasta ahora. Además, en estos momentos en Sudamérica no hay un equipo que la esté rompiendo y que sea favorito para llevarse el torneo seudocontinental --los brasileños siempre son peligrosos, pero hay que tomar en cuenta el nivel--. León tiene con qué competir, el problema es que la liga mexicana continúa con la idea de no querer internacionalizarse, pues se sigue despreciando el torneo de Conmebol con los calendarios y demás.
Es por eso que León tendrá que tomar una decisión: pelear por un torneo o pelear por los dos. Todos un dilema.
No hay más qué decir, León es un grandísimo Campeón. El más grande que ha habido.
Dimes y diretes
Pues sí, tenemos que hablar de Herrera y su lamentable actitud después de haber perdido la Final. No hace mucho daba una imagen de buena onda, relajado y maduro, pero todo eso se vino abajo cuando justo después del partido sale a decir que por el arbitraje no quedaron Campeones. Eso en el campo, después de ser entrevistado por el catedrático reportero de Televisa Deportes.
Luego, en conferencia de prensa, pierde totalmente la cordura, despotricando ante todo mundo e insultando a todos --incluyendo a los reportes, a quienes los llamó estúpidos y vendidos (algo subjetivo, por cierto)--.
Herrera argumentaba que el árbitro había estado en contra del América en ambos partidos, y decía que en el de ida no le marcaron un penal (es cierto), y luego en este tampoco le marcaron uno (dudoso), y luego agrega que la traen contra Rubens y que a él lo expulsaron injustamente. Obviamente, con la calentura del partido, después de perder una Final, se entiende que estés enojado, pero también hay que ser inteligentes, saber perder y no perder la clase --que no sé si Herrera tenga clase--.
Además, ¿ya se le olvidó a Herrera la ayuda que recibió por parte de "Chiquimarco" en el partido de vuelta ante Tigres? Ah, claro, ahí sí no dice nada. Les digo, Herrera es un doble cara; esta vez habló del arbitraje hasta el cansancio, pero cuando el arbitraje juega a su favor, ni lo menciona.
Herrera perdió la razón, una actitud reprobable, casi fuera de sí. Está claro que le falta madurez, falta alguien detrás de él que le diga cómo manejarse ante tales situaciones. No me quiero imaginar cómo será en el Mundial, ¿qué tal si en unos de los tres partidos (si no es que en los tres) el árbitro se equivoca en contra de México? ¿Qué va a decir Herrera? ¿Irá a decir que los árbitros del Mundial son unos payasos comprados por la FIFA?
Lo curioso de todo, es que los más sensatos eran los jugadores, pues desde la premiación (que dura una eternidad) veíamos los rostros de los jugadores sabedores que habían sido rebasados, que habían sido vencidos por el mejor equipo de la Final. Ellos mostraron cordura, sí, el arbitraje fue malo, pero el árbitro no fue quien falló cientos de jugadas, y ni mucho menos fue quien puso a Mina como titular. Y por si fuera poco, Herrera defendió a Mina, cosa que nunca entendí.
Los jugadores pusieron el ejemplo, pero Herrera dio un mal ejemplo de cómo no saber perder y cómo comportarse ante una Final perdida. Miguel Herrera perdió ante el mejor, independientemente del arbitraje, pero se dejó llevar por el calor del momento y su actitud infantil, cosa que se entiende, pero tampoco es para perder la cabeza como lo hizo Herrera.
Y un día después, en conferencia de prensa --donde se despidió de todos, para irse a dirigir a la seudoselección Mexicana-- salió a medio disculparse, pero mientras lo hacía, a la vez intentaba justificar sus berrinches del día anterior (mientras que a lado, Ricardo Peláez nomás observaba al técnico bipolar que dirigirá a México en el Mundial). Una ridiculez lo de Herrera.
Curiosidades
- Un lleno vacío. Algo que yo no entiendo es lo del público; en la Final pasada, justo después del último penal cobrado, cuando América por fin se corona Campeón, la gente comenzó a abandonar el estadio, y casi se queda completamente vacío, pero ahora resulta que la mayoría se quedó hasta el Final (?), cuando ni cerca estuvieron de volver a ser Campeones.
- Ahora lloró. La hija de Aquivaldo Mosquera se puso a llorar porque su padre no pudo conseguir el Campeonato, y eso que no vio a Miguel Herrera.
- Premiación. A mí la premiación me parece un asco, desde el estilo (perdedores de un lado y ganadores del otro, podios, formación tipo Juegos Olímpicos, etc.) hasta la dinámica del mismo. Es increíblemente lenta y aburrida, además de incómoda; pareciera también que los niños encargados de entregar las medallas, sólo practicaron el mismo día de la Final, porque no saben lo que hacen, y les tienen que estar diciendo cuándo moverse, cuándo entregar las medallas, etc. Lamentable.
Y ahora va por el Mundial (!). |
- Campeón de todo. Ya lo decíamos, Rafael Márquez --junto con Hugo Sánchez, uno de los grandes futbolistas de México-- gana el título que le faltaba, y por primera vez su rostro expresaba felicidad. Así de contento estaba, pues es tan inexpresivo que nunca sabemos si está feliz o molesto.
- Decio. Esta vez Decio ya no robó cámara, y no se pasó de listo (como siempre lo hace), pues esta vez en lugar de adelantarse antes que nadie para levantar la Copa antes que el capitán, solamente le entregó el trofeo a Márquez, y se hizo a un lado --¿algún día también se hará a un lado pero del futbol mexicano?--.
-Festejo a medias. A diferencia de otros equipos que se coronan de visitante, el León no dio la famosa vuelta olímpica, pues no tenía caso, primero porque era arriesgado (con eso de que los aficionados mexicanos son como animales en zoológicos que le avientan cosas a las personas...), y segundo, no tenía caso dar la vuelta con tan pocos aficionados del León, además, éstos aficionados ya estaban siendo sacados del estadio (también por seguridad). Sólo unos cuantos brincos en medio de la cancha, y listo, los festejos continuaron en los camerinos el vestidor.
- El tío Slim. Luego de haber ganado el partido de ida (2-0), el dueño del León, Carlos Slim --el abuelo, padre, tío, padrino, amigo, compadre que todos quisiéramos tener-- les regaló a todos los jugadores y cuerpo técnico, iPads y teléfonos, ¿y que les habrá regalado ahora? ¿Autos y casas en Europa?
- Monvesvol siempre presente. Por supuesto, como todo mundo sabe, el éxito que los humanos consiguen en realidad no lo consiguen ellos mismos, sino Monvesvol. Efectivamente, nosotros sólo somos ciervos de MEV quien nos maneja a su antojo, y por esta razón, los jugadores del León se reunieron en un círculo y se pusieron a rezar para agradecer a Monvesvol por haberles permitido ganar el Campeonato.
Fotos | Mexsport
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