España, fin de una generación

Muertos, bien muertos quedaron. No metieron ni las manos ni el nombre ni la camiseta. Fueron cinco goles, pero pudieron haber sido ocho o posiblemente muchos más. No fue un accidente, fue la realidad actual de la Selección española.

Tarde mágica, histórica, gloriosa, inolvidable para el antiespañolismo. Tanta decadencia y mediocridad futbolística parecía un sueño, pero era más real que nada.

Tarde lluviosa que marca el fin de una época en el futbol mundial: el futbol de la Selección española, quien lo ganó todo, y que hoy ya no puede ni empatar un partido. La leyes del futbol, una vez más, ante nuestros ojos: ascenso, cúspide y caída; algún día tenía que suceder, y ese día llegó en el Mundial de Brasil 2014.

Un desastre, un horrror lo de España. Espantoso. En todos los sectores, en todas partes del campo fueron rebasados de manera increíble. Prácticamente España jugó sin defensa, sin medio campo y sin delanteros. Inoperante, estática, lenta... ¿Cómo es que una Selección que domina tan bien un estilo se haya visto como una Selección sin estilo? Holanda fue superior en la segunda parte porque en la primera mitad estaban encandilados ante la camiseta española, pero se olvidaron de ello y terminaron goleando con un marcador de escándalo.

Furia holandesa
Según los inexpertos, el favorito parecía ser España, apesar de que Holanda se veía mucho mejor que España, y vean lo que pasó.

El primer tiempo se veía bastante equilibrado, España, como siempre, con la posesión y dominio de la pelota, pero con poca profundidad. Llegaba al área pero le falta contundencia y definición, la falta de definición era más que evidente; el único mejorcito era Andrés Iniesta, que con su talento pudo hacer algunas cosas, pero no pudo concretar ninguna. Para la segunda parte, Iniesta desaparecería en el abismo junto con el resto de sus compañeros.

Un juego parejo durante los primeros 45 minutos; Holanda contragolpeaba e intentaba quitarle la pelota a España para imponer su futbol, pero fue hasta la segunda mitad cuando ésto le daría resultado. Pero antes... El árbitro. Otra vez, por tercer partido consecutivo, el arbitraje hizo de las suyas, cuando al 25', el español-brasileño Diego Costa finge una falta dentro del área. No había falta, ni siquiera lo tocan, más bien Costa es quien deja el pie y dizque es arrastrado, cuando no había nada, pero el árbitro se la creyó, y marcó penal.

Xavi Alonso cobraba y anotaba. España se iba al frente casi merecidamente, pues era quien había intentado más cosas --apesar de que no había penal--. Pero al 43', España pasaría de la gloria al infierno, de lo más alto a lo más bajo del futbol mundial, cuando Robin van Persie pone el del empate con un golazo de palomita. Sólo los grandes jugadores talentosos como van Persie son capaces de anotar goles de tal magnitud, simplemente increíble el remate.

Esto sería el comienzo del final para España, pues de ahí en adelante Holanda comenzaría a ser mucho mejor, y para la segunda mitad terminaría por corroborarlo con una matanza brutal.

En la segunda mitad, España se iba a caer a pedazos de manera increíble; Holanda creció mucho más y acabó con su rival como si se tratara de un equipo amateur. La delantera, comandada por van Persie y Robben, se convertiría en una auténtica máquina asesina, que si hubieran apretado un poco más, cada uno podría haber anotado hasta cuatro goles.

Al 52', Arjen Robben baja un centro enorme y anotaba el segundo. Golazo de Robben. Impresionante. Pero más impresionante era la forma de defender por parte de España, que no tenían idea de lo que estaban haciendo. Al 60', van Persie estrella una pelota en el poste, lo que hubiera sido un golazo --aunque casi todos los goles de Holanda en este juego fueron verdaderos golazos--.

Al 64', Stegan de Vrij remata un centro elevado, y Stefan es defensa, para que vean cómo estaba España. Y la goleada era inminente. Al 72', nuevamente Robin van Persie se hacía presente en el marcador, pero ahora con ayuda de Iker Casillas, quien pierde la pelota al intentar jugar con los pies. 0-4 ganaba Holanda, quien estaba despedazando y exhibiendo a una España que no tenía la más mínima reacción. Y nunca la tuvo, nunca reaccionó.

Y al 80', para cerrar la serie de dobletes, otra vez Arjen Robben aparecía en el marcador, cuando le gana la carrera a Jordi Alba, y se escapa solo hacía la portería, quien después de manera magistral y alucinante se quita a medio mundo y sentencia el partido. Golazazazo de Robben.

Holanda arrasó en la parte ofensiva. Fue la noche de los monstruos holandeses van Persie y Robben. España careció de todo lo que lo caracteriza. España jugó con el mismo estilo de siempre, pero sin la precisión y definición necesaria; fue errático en gran parte del partido, y para colmo, la parte individual brilló por su ausencia. Y cómo no, si en lugar de llamar a jugadores sanos como Llorente, Soldado y Negredo, llamaste al mutilado Diego Costa.

Además, ¿qué tipo de goleadas son estas? Estas golizas sólo lo vemos en la Concacaf o en Oceanía y ante equipos desconocidos. ¿Pero España? De miedo.

Lo peor para España es que esta goleada le salió barata, pues pudo haberse llevado hasta ocho goles o quizás hasta más. Y lo decimos en sentido literal; Holanda tuvo muchas más oportunidades, algunas falladas y otras atajadas por Iker Casillas, quien fue un desastre, pues cuando los jugadores de campo no pueden, Casillas siempre salva al equipo, pero hoy ni Casillas pudo hacer algo.

Este es el nivel de España, no va a mejorar, posiblemente se vea menos desastrozo ante Chile, y quizás gane por más de dos goles ante Australia, pero posibilidades no tiene.

Lo que España mostró podría ser el final de un futbol que lo ganó todo. Un futbol, un estilo que ya todos conocen, donde la poca competencia interna y el haberlo ganado todo, ha dejado al equipo con pocas ganas de ganar --aunque suene raro--. El mismo Vicente Del Bosque lo ha dicho, y tiene razón, pero ante Holanda fueron demasiado obvios.

Chile también sabe dejar dudas
En el otro partido del mismo Grupo B, Chile y Australia se enfrentaron, donde Chile mostró cosas buenas pero también dejó muchas dudas, pues apesar de que los andinos vencieron 3-1 a Australia, mostraron debilidades, sobre todo en cuanto a manejo de partido.

Chile comenzó ganando el partido en dos minutos. Pero después, el equipo chileno se la creyó y comenzó a subestimar a Australia, quienes con ambición no bajaron los brazos y comenzaron a atacar, hasta que anotaron un gol. 2-1 estaba el juego, donde a Chile le estaba saliendo caro el haberse excedido en confianza, pues pensaron que a Australia le iban a meter 8 goles en el primer tiempo.

Al final, Chile termina ganando 3-1, pero mostrando ciertas debilidades defensivas y ofensivas, pues si Australia, un equipo limitadísimo, le compitió en muchas ocasiones, ¿qué podríamos esperar de Chile ante España? Además, Chile vio cómo está España, puede ganarle, pero si ante Australia te estabas tambaleando...

Sobre Australia, me parece increíble el futbol tan inocente de este equipo. El nivel táctico y sobre todo técnico es todavía de nivel caribeño. Sólo porque Chile se confió, sino a los socceroos los golean como a España.

Foto | Getty Images