La goleada americanista era casi un hecho, pero una magistral reacción de Santos, así como una enorme concentración, terminaron por desplumar a Las Águilas en su propia casa. Oribe Peralta fue quien sentenció la voltereta con un gol que ya es uno de los mejores del torneo.
Juegazo en el Azteca. Juegazo que refleja la mediocridad del futbol mexicano; pierdo contra todos, pero luego le doy la vuelta a un partido que tenía perdido. Qué cardiaco es el futbol mexicano; siempre tan impredescible y tan inesperado.
América y Santos dieron el mejor partido de lo que va del Clausura 2014, donde el resultado del juego fue tan inesperado como el inicio del mismo. Para destacar fue lo que hizo Oribe Peralta, quien se encargó de marcar el mejor gol de la campaña, y de paso, confirmar de una vez por todas el desplome americanista.
En un estadio que no se llenó, América comenzaría con las revoluciones a todo lo que da, y en menos de 15 minutos ya ganaba el partido 2-0 de manera contundente y efectiva; el primero, un disparo del fantasma Andrés Ríos que es rechazado hacia la derecha de Oswaldo Sánchez, donde Rubens Sambueza ya esperaba para remtar; 1-0, gol casi de vestidor.
Minutos después, América aprovecharía los increíbles espacios que Santos estaba dejando en los últimos metros de la cancha. Es ahí donde Rubens saca un centro para que Ríos la remate de media tijera, y marque así su gol número 27 en lo que va de la temporada --sí, Ríos desquitó su sueldo pero en serio--.
Era más fácil que cayera el tercero de América a que se diera una reacción de Santos. Y no, América no anotó, pero Santos sí que reaccionó. El partido fue ampliamente dominado por los azulcremas en los 80 minutos, y pudo haber terminado el primer tiempo con más goles, pero al ver que Santos jugaba sin defensa y que el tercer gol se veía venir, descuidó el manejo de partido, y es ahí donde Santos comienza a despertar y a recuperar terreno.
Aunado al pobre futbol que ha venido mostrado el equipo de la Laguna, el equipo de Caixinha arrancó el juego completamente desconcentrado, fue así que América provechó, e inclusive podríamos decir que ambos goles se dan más por errores de desconcentración que al nivel real del equipo santista.
Fue hasta la segunda mitad cuando el equipo, sin hacer cambios en su funcionamiento, pudo acercarse más al área rival, aún así el América continuaba teniendo la pelota, pero ahora ya sin la efectividad. Y entonces es cuando Santos se destapa con el primero por parte de Quintero, luego, Andrés Rentería empataría el juego, y Santos revivía no sólo en el marcador, sino que había mejorado y ahora ya estaba encima de Las Águilas, sobretodo en los 20 minutos, donde cayeron el resto de las anotaciones.
Al 84', con un América que no generaba peligro, y donde Santos se estaba despachando con la cuchara grande, Oribe Peralta, solo dentro del área, pondría el 2-3 para darle vuelta al partido y sacar sorpresivamente los 3 puntos del Azteca; un golazo de Peralta que caló hondo en el Azteca. Al 89', un penal cobrado por Rodríguez, sentenciaría el encuentro, dejando el marcador en un impresionante 2-4.
En un partido donde todo estaba puesto para que América goleara a un inofensivo Santos, las cosas se invirtieron, y fue Santos quien se impuso casi de manera categórica, dejando en la lona a un América en pleno derrumbe total.
Santos supo mantener la calma, no se cayó anímica y futbolísticamente después de los dos goles, pero también gracias al pésimo funcionamiento del equipo americanista, que al final terminó siendo la peor defensa del partido. Con esto, América demuestra que simplemente continúa estancado en un nivel mediocre, que sólo es capaz de ganarle a equipos inferiores (como Monterrey). Lo peor del caso, es que la crisis americanista está llegando a su punto máximo justo en el cierre de torneo, donde hay que estar en óptimas condiciones. No sólo fue el pobre/nulo manejo de partido, así como un evidente exceso de confianza, lo que causó la increíble derrota americanista, sino que es también una especie de confusión con el estilo de Herrera y el nuevo estilo que Mohamed intenta imponer.
Santos, quien se ha metido en zona de calificación, tuvo la suerte de enfrentar a un equipo americanista que no sabe mentener una ventaja. Santos necesita mejorar bastante, sobretodo en la parte defensiva, donde el equipo es un completo desastre.
El arbitraje también hizo su aparición, cuando al minuto 14' de la primera mitad, no se marca un penal clarísimo sobre Santos, pero de eso ya nadie se acuerda.
América no levanta, pues su racha ya pasó, y es que los éxitos del futbol mexicano se basan en rachas, y no en un nivel competitivo de verdad. El ejemplo más claro no sólo es este partido, sino toda la jornada. Ahí está Chiapas, que con ayuda del árbitro, sacó un empate ante un Atlas bipolar. Cruz Azul, que perdió el invicto ante un Tigres que hasta podría aspirar a muchas cosas más en la Liguilla, pues de que se mete se mete.
No podemos decir lo mismo del Cruz Azul, que fue rebasado por un equipo que antes no daba una; justo en el cierre del torneo, La Máquina se descarrila, y más allá de la maldición del Cruz Azul, esto es la muestra de uno de los males del futbol mexicano: la irregularidad, la inconsistencia. Gano y compito, pero no por un nivel de verdad, sino por una racha ganadora que se va extendiendo gracias también a la ayuda del pobre nivel de mi rival, quien maquilla aún más mis resultados positivos.
Santos, Tigres, Veracruz... ¿Que no estaban muertos? No, están más vivos que nunca, porque en el futbol mexicano cualquiera puede calificar y ser Campeón. No importa cómo llegues, lo importante es llegar.
Foto | Mexsport
El fútbol es el deporte más grande del mundo, me encanta el fútbol, fútbol del amor sobre el artículo. Gracias a los autores comparten este artículo, siempre voy a apoyar a usted.
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