Mantén a tu esposa e hijas encerradas y atadas durante todo el día 8 de marzo. En ese tiempo no deben comer más que pan y agua.
No es posible que dediquen un día para festejar a esas inferiores féminas, ¡¡Es aberrante!! ¡Es un insulto a la religión, al Papa, a Dios y al Santo Machismo! La mujer es culpable de toda la maldad en el mundo, más que glorificarse así mismas deberían pedir perdón por tanto daño que le han hecho a la humanidad. Observen lo que ocurre en Ucrania, en Medio Oriente, ¿de quién es la culpa? Sí, de las mujeres.
Todos los católicos nos encontramos muy ofendidos por la celebración del satánico día de la mujer, que es el 8 de marzo. A continuación, expondré varios argumentos basados en la palabra de Dios de por qué el día de la mujer es un plan del Demonio para acabar con la supremacía masculina, una supremacía que Dios Todopoderoso y amoroso creó:
Efectivamente, esta es otra ofensa más a la Santa Iglesia Católica y a Dios mismo: el día de la mujer. Pero, ¿cómo evitar que esto continúe sucediendo y frenar de una vez por todas este apocalípsis feminista? Aquí una recomendación que yo aplico todos los días. Yo en mi casa pongo en ayuno prolongado a mi esposa para que su sacrificio sea agradable a los ojos del Señor. Y si no me obedece, le dejo la espalda lacerada con una vara de espinas. En los siguientes versículos, se explica por qué debemos castigar a las mujeres y tratarlas como se debe:
Romanos 7: 2 "Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive: pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido."
1 Pedro 3: 1 "Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas..."
1 Corintios 11: 8 & 9 "Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón."
¡Hombres! Exijamos respeto a nuestra superioridad y autoridad sobre las mujeres. El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios --sí, Dios es hombre--, mientras que la mujer no es más que una vil costilla, aunque podría ser el escremento del mismísimo Satanás. Voy a compartirles otras recomendaciones para no dejarnos ofender de esa manera por el señor de las tinieblas:
- Mantén a tu esposa e hijas encerradas y atadas durante todo el día 8 de marzo. En ese tiempo no deben comer más que pan y agua. Haz que tu hija te haga sexo oral, mientras tu esposa se masturba, esto a Dios le gusta porque es la prueba más grande de autoridad masculina sobre esta subespecie del infierno llamada mujer.
- Azótalas cada 3 horas mientras les recitas versículos de la Biblia. Los azotes sangrantes puedes proporcionárselos con una vara de espinas, con un alambre de púas o con el cable de la plancha (y ya que tienes la plancha a la mano, enciéndela y pónsela en la espalda). Sí puedes, también es recomendable darle choques eléctricos mientras la escupes.
- Oblígalas a rezar el rosario arrodilladas sobre vidrios para que se arrepientan de sus pecados. Mientras tanto, debes mantener el espíritu masculino teniendo relaciones sexuales con su mejor amiga mientras tu esposa e hija te observan.
Importante:
- Tu mujer estará encerrada en la casa durante mínimo 24 horas, por ese motivo debes ordenarle que deje suficiente comida preparada desde el día anterior. Así no pasarás hambre mientras tu esposa se encuentra en penitencia. En el caso de tu hija, no es necesario que la mantengas encerrada todo el tiempo, ya que puedes lamar a tus amigos (religiosos) para que ellos se encargen de sacarle el Diablo a tu pecadora creación llamada mujer, esto se logra obligando a tu hija a tener prolongadas horas de sexo con tus amigos iluminados por Dios.
- No golpees en zonas visibles como la cara o las manos. Eso puede provocar que tus vecinos ateos u homosexuales (también adoradores del Diablo) llamen a la policía, o peor aún, que algunas ninfas del Lucifer (conocidas como feministas) intenten denunciarte.
- Si no puedes quedarte a cuidarlas y azotarlas, encarga esa labor a un compadre, un amigo o a un padrecito. Yo siempre dejo a mi esposa e hijas vigiladas por el padre Octavio Lador. Durante varias horas no paran de gritar y gemir, señal de que Satanás está siendo expulsado de sus cuerpos. Sobreotodo mi hija adolescente, a quien el padrecito considera como su preferida, ya que es la que mejor entiende la palabra de Dios.
- Si tus hijos son hombres, entonces enséñales la palabra de Dios haciendo que patee a su madre y a su hermana. Esta es una forma sagrada (recomendada por el Vaticano, y mejorada por San Juan Pablo II) para tus hijos hombres que aprendan cómo deben ser tratadas las mujeres, y sobretodo, para que aprendan quién es la especie dominante en este mundo creado por Dios.
Es importante hacer todo esto cada 8 de marzo para que las mujeres se acostumbren a ser sumisas, respetosas para con sus amos los hombres y apegadas a la doctrina católica. Ellas nos sacaron del paraíso y deben pagarlo muy pero muy caro.
Fotos | AP
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