El adiós del último gran ídolo del futbol mexicano

Cuauhtémoc Blanco, en el partido de despedida de la Liga MX ante el Atlas, en la jornada 14 del Clausura 2015 del futbol mexicano | Ximinia

Salió de cambio al minuto 59'. Uno de los mejores jugadores de la época contemporánea se despedía de la liga como profesional... 147 goles en 399 partidos en Primera División. Una figura del balompié nacional que será recordado por siempre.

Se fue. Se ha ido para siempre. Ante el Atlas, vistiendo la camiseta del Puebla, Cuauhtémoc Blanco se despidió de la liga como profesional, y se retirará definitivamente del futbol en la Final de la Copa MX, el próximo martes 21 de abril.

Muy difícilmente volveremos a ver en el futbol mexicano a otro jugador como Cuauhtémoc Blanco. El talento y la mentalidad que poseía lo llevaron a convertirse en una de las máximas figuras del futbol nacional, y a la postre se convertirá en una de las leyendas futbolísticas más recordadas.

Ingenio, creatividad e irreverencia son sólo algunas de las principales características futbolísticas del Cuau. Características que supo plasmar muy bien en las canchas, lo que lo llevó a convertirse en el ídolo de las aficiones, pero sobre todo en el ídolo del pueblo. Esto por sus orígenes humildes. Es también, por lo anterior, un ejemplo de superación personal, de no quedarse con lo que uno tiene, de querer crecer y conseguirlo con esfuerzo y dedicación.

Con un gran instinto goleador, el Temo sobresalió por su toque fino, sus tiros libres y la gran capacidad para definir. Anotó goles de todos colores y sabores. Era desequilibrante y un excelente pasador; sabía dónde estaban sus compañeros y les ponía el balón como con las manos --ésto aún lo mostraba en sus últimos partidos con el Puebla--.

Destacó tanto en clubes como en Selección, donde fue pieza fundamental. Fue líder indiscutible. En la mayoría de las veces fue el orquestador. En América se convirtió en ídolo, y con la Selección Mexicana se convirtió en héroe nacional.

El futbolista mexicano Cuauhtémoc Blanco en su primera temporada con el Club América de México en el torneo mexicano | Ximinia

Tuvo grandes torneos con el América, fue jugador clave durante toda su estadía en dicho club y era el último gran representante del americanismo. Por sus venas corría la escencia pura del americanismo; nadie como él para portar la camiseta de las Águilas. Pero, tristemente, el América no le reconoció a su máxima figura todo lo que éste hizo por ellos; Cuauhtémoc pretendía retirarse vistiendo los colores azulcremas, pero la directiva americanista (comandada por Ricardo Peláez) no lo permitió. Según palabras del propio Temo, la razón por la cual no lo dejaron retirarse con el equipo de sus amores fue porque su imagen "opacaría a Miguel Herrera".

Lamentablemente, Cuau no consiguió muchos títulos a nivel de clubes. Sólo se adjudicó el Campeonato del Apertura 2005 con América, dos Campeonato de la Concacaf, uno en el '92 (donde poco tuvo que ver) y otra en 2006 (donde fue clave y lo que le permitió jugar el Mundial de clubes del mismo año), ambos títulos con el América, y una Copa MX con Dorados de Sinaloa en el 2012 --además de reconocimientos como Balones de Oro y títulos de goleo--. Era un jugador que se merecía ganar más títulos.

Con la Selección Nacional consiguió el Campeonato más importante hasta el momento para el futbol mexicano: la Copa Confederaciones de 1999, donde Cuau fue amor y señor de dicho torneo, sobre todo en la Final ante Brasil. En este torneo, Cuauhtémoc terminó de convertirse en figura. También obtuvo en dos ocasiones la Copa Oro (1996 y 1998).

Un año antes, en el Mundial de Francia '98, había marcado uno de los goles más recordados por la afición --ante Bélgica en Fase de Grupos--, y junto con Luis Hernández, fue uno de los mejores jugadores de aquella Selección que se caracterizó por la garra y entrega.

Se fue a Europa a buscar suerte, y parecía que había encontrado el camino correcto, pero una poderosa lesión lo regresó a México; en las Eliminatorias para el Mundial de Corea-Japón 2002, ante Trinidad y Tobago, Cuau sufrió una lesión que lo marginó de las canchas y del sueño europeo. Si Blanco no se hubiese lesionado, posiblemente hoy estaríamos hablando de una exitosa carrera en el futbol europeo. El Valladolid fue el equipo quien lo fichó, y su mejor momento en dicho equipo fue cuando anotó un gol de tiro libre ante el Real Madrid en el Bernabéu (un gol que también significó el gol del triunfo).

Para el Mundial del 2002 volvió a marcar --ante Croacia en el primer partido de Fase de Grupos--, pero no pudo hacer mucho más. Para la Copa del Mundo del 2006, no asistió porque Ricardo Lavolpe no lo quiso llevar, y ya todos sabemos el porqué: cuestiones personales.

En Sudáfrica 2010 volvería a marcar y a hacer historia, pues se convirtió en el primer mexicano en anotar en tres ocasiones en tres mundiales. Increíblemente, a su edad, tuvo un gran desempeño. Ya al final de sus carrera, tuvo varios equipos; estuvo con Chicago Fire donde destacó y dio buenas actuaciones, aunque no ganó un título. Regresó al futbol mexicano para jugar en varios equipos de la Segunda División.

Rubén Omar Romano fue quien tuvo la idea de llevarlo al Puebla para que se retirara en Primera División, como se lo merece. Si Romano no lo llama, no sé quién le hubiera hecho un reconocimiento similar a su trayectoria. Ya ven que los dirigentes del futbol mexicano parecen autistas, pues ni cuenta se dan de sus figuras que merecen ser reconocidas.

Y fue así que, con el Puebla, se retiraba de la liga local. Y lo que en teoría tuvo que haber sido algo grande, una despedida con el público volcado hacia su persona, y yo diría que hasta con fuegos artificiales y los jugadores aplaudiéndole, fue todo lo contrario. Lo que vimos fue un adiós demasiado rápido. Demasiado apresurado. Sí, ya sé, el Puebla iba perdiendo y está peleando por no descender, pero ¡es Cuauhtémoc Blanco!

Ni parecía que se estaba despidiendo de la Liga MX. Unos simples aplausos difusos de los aficionados (que no llenaron el estadio) y se acabó. Ni cuenta nos dimos que Cuau se estaba yendo para siempre.

Me parece que todo queda para la Final de la Copa MX, eso si la ganan; si el Puebla es Campeón de Copa --además de que sería algo bizarro--, los festejos serían para despedir a Cuauhtémoc, pero si pierden, no sé si se acordarán de que se trata del último partido del Cuau.

Así concluye una extraordinaria carrera de un estupendo, magnífico futbolista. Un grande del futbol mexicano que, por siempre, será recordado como uno de los más grandes de nuestro futbol.



Foto | Mexsport


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