Padres fanáticos de The Beatles registran a su hijo recién nacido como "Let it be"

"Si hay algo que quiero heredarles a mis hijos, es mi amor por The Beatles, la banda más grande de la historia."

Desde que la Beatlemanía irrumpió en la década de los 60, no ha dejado de causar furor hasta nuestros días. El fetichismo por la legendaria banda inglesa llega a tal grado, que algunos han llevado su Beatlemanía más allá de un simple fanatismo musical. Tal es el caso de Pablo Murillo, quien tuvo la idea de llamar a su más reciente hijo como "Let it be Alejandro Murillo Ledesma", de esta manera, su hijo llevará por siempre en su nombre la célebre canción del cuarteto de Liverpool.

La familia Murillo Ledesma, compuesta ahora por cinco integrantes, siempre ha vivido bajo la atmósfera de The Beatles, donde su música es indispensable. The Beatles, una banda inglesa que revolucionaría la música durante los sesenta y principios de los setenta, marca el acontecer diario de esta familia. "El fanatismo por Los Beatles en nuestra familia comenzó por mi esposo, quien era fan de la banda desde que nos conocimos, y después de formar una familia, su gusto por Los Beatles aún continúa, tanto que le ha inculcado a nuestros hijos el gusto por The Beatles; no falta la música de esta banda en todos nuestros convivios o cualquier otro evento especial", confiesa Ana María Ledesma, esposa de Pablo Murillo.

La admiración desenfrenada por la banda británica es tal, que Pablo es también un prominente coleccionista de cualquier objeto que haga referencia a The Beatles (boletos, juguetes, estampas, pulseras, etc.). Él nos cuenta que su fanatismo incluso ya se ha convertido en un estilo de vida: "Mi vida se mueve al ritmo de The Beatles; sus canciones describen mis días, semanas y años, y su legado es lo que me mueve y me inspira para seguir adelante. Para mí no hay nada más satisfactorio en esta vida que ser fan de The Beatles; soy afortunado de no haber nacido antes de la era The Beatles. Vivo por The Beatles y por The Beatles moriré. The Beatles es parte de mi ser."

Como podemos notar, la desbordante fascinación por The Beatles va más allá de lo imaginado. Es así como su adoración hacia el grupo inglés desembocó en una idea que para muchos podría catalogarse como descabellada: Pablo Murillo tuvo la osadía de bautizar a su más reciente hijo como Let it be, según él, para así seguir venerando a la mejor banda de todos los tiempos. Y no se sorprenda cuando le digo que no es la primera vez que lleva a cabo una idea tan llamativa, pues, como veremos más adelante, sus dos hijas también llevan nombres que hacen alusión a The Beatles.

"Cuando a mi esposa le dije que tenía la intención de llamar 'Let it be' a nuestro próximo hijo, pensó que estaba bromeando, y aunque al principio no estaba muy de acuerdo porque no se trataba de un nombre, sino de una frase, y que además sería un nombre demasiado exótico para una persona, al final accedió y estuvo de acuerdo. Mis dos hijas también tienen nombres procedentes de canciones de The Beatles, así que no fue difícil tomar la decisión", aseguró con una gran sonrisa de satisfacción el beatlemaniaco padre de familia.

Una de las tantas vastas colecciones del padre.

Al preguntarle si ambos tomaron en cuenta las posibles repercusiones de llamar "Let it be" a su hijo, esto fue lo que el orgulloso padre respondió: "Sí, lo analizamos detenidamente y llegamos a la conclusión de que 'Let it be' es un nombre decente para cualquier persona. De hecho, pueden preguntarle a mi hija Abbey Road, y verán que su nombre no le ha causado ningún tipo de conflicto. A ella nadie la estigmatiza por su nombre, es más, de cariño todos le dicen Abby."

Efectivamente, "Abbey Road" es el nombre de una de las hijas de la familia Murillo Ledesma. La otra hija, la mayor, lleva el imponente nombre de "Penny Lane", con quien comenzaron a experimentar con los nombres beatlerianos. Con esto, la familia estará por siempre marcada por las obras de The Beatles.

"No toda mi familia está contenta con que nuestros hijos tengan nombres de canciones", asegura Pablo Murillo, quien confiesa que ha recibido críticas por algunos de sus familiares; su suegra dice que a sus nietos los tacharán de payasos cuando sean grandes, mientras que los abuelos no saben pronunciar los nombres de sus nietos. Asegura también que su cuñado le ha comentado que mejor le hubieran puesto "Sargento Pimienta" a su sobrino, en lugar de "Let it be", ya que se escucha menos ridículo.

"Cuando a mi hija mayor la bauticé como 'Penny Lane Ariana', fue una sorpresa curiosa para todos, pero nadie mostró ningún tipo de descontento, quizá porque 'Penny Lane', que es la formación de un nombre y apellido, sí funciona como nombre. Aunque también pensé en llamarla 'Michelle', pero nadie se percataría de que su nombre hacía referencia a la canción, así que de entre tantos nombres (como 'Eleanor Rigby', 'Jude', 'Lady Madonna', 'Blackbird', etc.), terminé eligiendo 'Penny Lane'. Lo mismo con Let it be Alejandro, a quien quería ponerle 'Yesterday', pero me incliné más por 'Let it be'".

Abbey Road, la hija menor de la familia Murillo.

También pudimos darnos cuenta que esta musicalizada familia ha optado por agregarles a los nombres de sus hijos otros más comunes, al preguntarle si esto era porque no querían tomar riesgos, esto fue lo que respondieron: "Algún día crecerán, y no quiero que piensen que los utilizamos como ratones de laboratorio para saciar nuestro fanatismo, así que decidimos ponerles otros nombres para que ellos, si es que deciden que sus nombres no les agrada mucho, eligieran sus segundos nombres", sentenció Ana María, al parecer, la más sensata de la familia.

"Sí, queríamos que de grandes ellos no pensaran que les impusimos nuestros gustos, es por eso que les pusimos un segundo nombre; el segundo nombre de Penny Lane es Ariana, de Abby es Romina y de Let it be es Alejandro. Tal vez cuando sean más grandes quieran ser llamados de otra forma", respondió el padre, quien al parecer no estaba tan de acuerdo con "estropear" sus inusuales nombres.

Pero los atrevimientos de esta familia no terminan con sus hijos, sino que su mascota, un perro de raza Airedale Terrier, tampoco se libró de ser bautizado como una de las canciones de The Beatles: "Bueno, nuestro perro se llama Mr. Kite, y creo que le queda muy bien (risas)".

Hasta ahora, esta alocada familia no piensa en llevar más al extremo su idolatría hacia The Beatles, aunque no descartan alguna otra ocurrencia, aseguran con gran elocuencia.

Sin duda, la glorificación de The Beatles por parte de la familia Murillo Ledesma es una de las más extraordinarias que jamás hayamos conocido.